| Capítulo 42 |

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¿Mucho con demasiado?

"No es que odie el amor, es que odio el hecho de que alguien tan simple, en mi cabeza, sea el dueño de todos mis pensamientos" —Belosnezkha

🦋

Adhara

Los días pasan tan rápido. Pero todos, absolutamente todos, tienen una emoción diferente. 

Abdel no tardó en enviar a buscar, al que era mi departamento, todas las cosas que yo y Emma íbamos a necesitar. Ya no nos  vamos juntos a la empresa, e incluso llevamos juntos a Emma a la escuela. Aún siguen posteando fotos de nosotros juntos comiendo en algún restaurante, heladerías, parque, etc. Algunas personas halagan nuestro romance, otros solo opinan cosas sin sentido —cosas que a mí ya me dan igual. 

En las citas de Emma con el doctor Abdel me acompaña sin importar que. Cada día más su relación con Emma se fortalece mucho más, como si ya no fuera lo suficiente estrecha; ya hasta tiene cierta voz de mando a la que la remolino le hace caso. 

Mamá ya no trabaja para él, hicimos lo posible con que se conformará en venir hacerle compañía en las tarde a Lara y cuidar de Emma, como siempre lo ha hecho por motivos de mis horarios de trabajo. Abdel contrató a una señora, llamada Iris, para que se encargará del orden de la casa, y  claro está, de la comida también.

Alexander volvió a Italia, y por primera vez en su vida, tomó de ejemplo todos los consejos de amor que me ha dado y, invitó a Mazzy  a una cita.

Jade y Roberto, igualmente volvieron a dónde residen. Pero sin duda alguna se la pasaron muy bien aquí con nosotros. 

...

Una gota de sudor resbala por la frente de Abdel, quien está encima de mí, y cae en mi pecho como unas cuantas que ya han caído anteriormente. Sus movimientos son enloquecedores, y puedo admitir que me he hecho adicta a esto, a hacer el amor con él.  

No dejo de mirarlo a los ojos. Me había pedido. No. Me había ordenado, que no los dejase de mirar, y eso de alguna forma, me excita cada vez más.  

Tras unos cuantos minutos, en los que mi loco amor y yo nos entregamos, ambos caemos rendidos tras un devastador y flamante orgasmo. Él quedando encima de mí, respirando pesadamente. 

El sexo mañanero con Abdel es fantástico. Me encanta que su energía nunca mengua. Siempre está hambriento de mí, como yo siempre lo estoy de él. ¿Algún día nos cansaremos de esto? Espero que no. 

Besa mi pecho, para luego moverse y caer de espalda al concho, arrastrándome con él haciendo que ahora sea yo quien esté sobre su cuerpo. Sus manos no dejan de acariciarme la espalda. Una sonrisa aparece en sus labios y lardea su cabeza hacia un lado, mirándome con cierta burla. 

—Buenos días, preciosa —murmura. 

Me divierte verlo así, tan relajado y juguetón. 

—Buenos días, precioso. 

Las luz mañanera empieza a entrar a la habitación. Ambos habíamos despertado mucho antes de que el despertador sonara. Mis ojos se mueven hacia la mesita que está a lado de la cama. Noto que apenas son las 6:00 AM. 

—No vayas a trabajar hoy —dice Abdel, haciéndome pucheros. 

—Lo siento pero yo sí debo trabajar —respondí. 

—Yo ya lo hago por los dos.  

Ruedo mis ojos  al oír su contestación. 

—A mí jefe no le agradaría mi falta sin motivos razonables. 

Sweet love© (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora