Su fragancia.
"Esa extraña sensación de estar cerca y a la vez tan distante. Cerca de su piel, pero muy lejos de tocar su alma " -Belesnozkha.
🦋
Adhara.
Miro a Orlando, el chófer de Abdel, con una sonrisa al ver el gran ramo de rosas blancas que sostienen sus manos extendidas hacia mí pero estoy tan nerviosa y contenta que tan solo puedo mirar la hermosura de cada pétalo que las conforman.
—¿No las quiere? —preguntó Orlando.
Parpadeo varias veces, paso mi palma derecha por mi rostro reaccionando al fin y con una sonrisa amplia tomo el ramo con ambas manos.
Al salir del baño no pensé que me lo encontraría en el pasillo caminando hacia mi área de trabajo con estás preciosidades.
—No tengo que decir el nombre de quien te las envía, ¿cierto? —dijo, con un tono de voz un tanto contento.
Niego con mi cabeza sin prestarle atención a las miradas confundidas de mis compañeros. Muchos saben que Orlando es el chofer de Abdel ya que se le ha visto muchas veces con éste mismo. La verdad es que toda mi atención está ahora mismo en las rosas.
—Claro que no —dije embelesada, pero esto cambia cuando caigo en cuenta de algo, más bien, cuando una pregunta llega a mi mente—. ¿Dónde está? ¿Cuándo llegó?
Mi regocijo crece mucho más de tan solo pensar que estamos cerca otra vez, que al fin ha regresado de su largo viaje; han sido casi tres semanas desde su partida, pero lamentablemente Orlando niega con su cabeza haciendo que cada una de mis emociones caigan.
—No, aun sigue fuera del país. —Pone su mano sobre mi hombro—. Me puse muy feliz cuando supe que están juntos, aunque ya el señor Abdel me dijo que guardara el secreto.
Asiento sonriendo.
—En estos últimos meses ha salido mucho del país, ¿verdad? —pregunté.
—Así es. Ya sabes, negocios son negocios. ¿Quieres que te pase a buscar cuando vayas a salir?
Meneo el dedo índice de mi mano libre de lado y lado.
—No, no, no. Don Manuel siempre pasa por mi, así aprovecha y se queda con mi señora madre —dije rápidamente—. ¡Ja! Ya quieres tú problemas -bromee.
Entre una conversación burlona nos despedimos aún pasando por alto las miradas chismosas de los demás empleados de la empresa, y que sin dudas el chisme de que el chofer del dueño de la agencia me trajo rosas, con algo más agregado, comenzará a expandirse de inmediato.
Abdel me enseñó a pensar de otra forma poco a poco sin saberlo y tuve miedo.
Miro la tarjeta que trae las rosas.
"Estaré pronto contigo, mi amor"
-Abdel Martis.
...
No está demás decir que todas las chicas, incluyendo a mi madre y Emma, me preguntaron quien ha sido el del detalle tan bonito. Para intensas búsquenla. He tenido que retener la noticia de que estoy con Abdel; por un poco y les digo todo.
Estoy acostada sobre mi cama mirando la pantalla de mi celular y mordiéndome el labio inferior, la ansiedad no me deja estar tranquila, he estado esperando la respuesta de Abdel pero los únicos mensajes que me llegan son los de Alexander y de Jade.
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Sweet love© (Libro 2)
Romance-Estás enojado. Mis ojos, los cuales se habían cerrado tras aquella sencilla caricia, se abren al sentir como aquel tacto con el que he soñado durante días desaparece de mi piel. -Y tú borracha. No sabía el poder que tiene en mi tan solo un toque...