El anillo que nunca te pudo dar.
"Mi mundo era un total desorden, pero era un desorden con el que yo podía lidiar, hasta que llegaste tú con esa sonrisa hacer de mis ruinas un caos completamente incontrolable. Si al final sabías que te marcharias, ¿Entonces por qué diablos fingiste amar el desastre de mi vida? —Belosnezkha.
🦋
Abdel.
Adhara siempre ha tenido un carácter fuerte, aunque también es una mujer muy empática y amorosa cuando se lo propone, pero desde que nos reunimos con Frey ha mostrado cierta seriedad; su aura había cambiando completamente a una fría demostrándole a Frey que no es merecedor de su sonrisa y su amabilidad en lo absoluto.
Hablamos de cosas legales, las que por ley Adhara debe de obtener. En una de esas, mencioné las consecuencias de lo que había hecho Frey al robar una identidad que no era suya, una de ellas era la cárcel. Éste ya estaba informado de todo aquello, pero ni siquiera se asustó.
Frey nos llevó al lugar exacto en donde se encuentra la tumba de Francisco, y por un momento me acordé de Dimitri, pero alejé esos pensamientos y volví a centrarme en Adhara, esperando su reacción.
—¿Quienes han estado en su entierro? —preguntó Adhara de la nada.
—Algunos compañeros de trabajo y yo —respondió Frey, quien se mantiene a unos cuantos centímetros de nosotros—. No hicimos nada, solo lo enterramos.
Adhara solo asiente y no responde; se queda mirando la tumba para luego colocar unas flores que había comprado antes de venir aquí, y sonríe levemente. No ha llorado ni una sola vez, ni siquiera en la noche cuando ya nos encontramos en el hotel.
—Fuiste muy egoísta, Frey. Pero por lo menos dijiste la verdad, tarde, pero lo hiciste —habló nuevamente Adhara, sin voltear a mirarlo—. No tenías ningún derecho de haber hecho lo que hiciste...
Adhara suspira.
No digo nada, solo observo y escucho. Frey la está mirando con arrepentimiento, mientras que traga varias veces haciendo que su nuez de Adán se mueva seguidamente.
—No haré nada contra ti —continuó hablando Adhara, y antes de que éste dijera algo, se dio la vuelta y lo miró—. No creas que es por compadecerme, es solo que ya no quiero volver a tratar contigo de ninguna forma.
—Pero Emma tiene...
Adhara levantó su mano interrumpiendo sus palabras.
—De Emma me encargo yo, como siempre lo he hecho, creeme que con eso no habrá problema. —dijo—. Y ya que no tenemos nada que hacer aquí, nosotros nos vamos.
Noté la humedad en los ojos de Frey, y como su pecho subía y bajaba con cada respiración. Incluso me pude percatar de que seguramente un nudo se le hace en la garganta que no lo deja articular nada.
—Espero que puedas hacer tu vida, Frey. Adiós.
Sin más nada que decir, Adhara tomó mi mano y empezó a caminar e hice lo mismo, dejando allí a Frey frente a la tumba de su hermano gemelo, con el dolor plasmado en su rostro que posiblemente sea por causa del remordimiento.
Cuando llegamos al auto le abrí la puerta, pero ésta antes de entrar se volteó, hacia mí y puso su mano en el óvalo de mi rostro, sus ojos recorrieron mi cara y al fin una sonrisa decoró esos hermosos labios que tiene.
—¿Por qué estás tan serio? No has dicho nada desde que llegamos al cementerio —dijo.
Yo también le sonreí.
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Sweet love© (Libro 2)
Romance-Estás enojado. Mis ojos, los cuales se habían cerrado tras aquella sencilla caricia, se abren al sentir como aquel tacto con el que he soñado durante días desaparece de mi piel. -Y tú borracha. No sabía el poder que tiene en mi tan solo un toque...