| Capítulo 05 |

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Situación inesperada. 

"Una mujer no necesita a un hombre para ser feliz, ni un hombre a una mujer, pero estar con alguien a veces suele ser una buena distracción para entretener a la soledad de vez en cuando" —Belosnezkha.

🦋

Adhara.

Después de haberme encontrado una vez más en la cafetería con la mujer y el niño con los me tropecé al salir del ascensor en la tarde, hablamos mucho mientras almorzábamos pues las chicas no salieron conmigo. Aquella mujer resultó ser Lara y el niño Dilan, si, la mujer e hijo del difunto mejor amigo de Abdel.

Lara me comentó que por las descripciones que le había dado Abdel supo de inmediato que era yo cuando me vio, pero después de haberme comentado eso dejó aun lado el tema con respecto a él y yo. También me contó que llegó ayer  al país, y que por ahora se quedará en el departamento de Abdel.

Nos hemos hecho amigas, es muy agradable y quedamos en salir de vez en cuando ya que se aburrirá estando solo en el departamento ya que Abdel tiene que seguir trabajando como siempre, y la exesposa de Abdel, que es como una hermana para ella, también está muy ocupada.

Camino hacia la casa de mi madre, el coche de Abdel no está parqueado al frente así que no lo pienso dos veces  y entro a la casa. El olor a café inunda mis fosas nasales y sonrío, el ruido de la televisión me  da entender que Emma está allí y con cuidado camino para darle la sorpresa de que ya  he llegado, pero la sorprendida soy yo al ver  a Abdel sentado mirando su teléfono. Trago seco y hago puño mis manos cuando este levanta su mirada hacia mi rostro después de haber  recorrido mi cuerpo.   

Esto es sin duda una situación inesperada. 

—Que bueno que llegaste, hija.

Miro a mi madre quien lleva en su mano dos tazas de café humeante, pero  antes de  poder decir algo, Emma ha corrido hacia mí con emoción para luego abrazarme  por la cintura.   

—Hola, mi amor. —Le doy un beso en la frente para luego sonreírle.

—Ahora mismo te traeré una taza de café, hija, aprovecha que está recién hecho. 

Vuelvo a mirar a mi madre, ésta  le acaba de pasar una de las tazas a Abdel.

—Te lo agradecería, me duele la cabeza.  

Ésta mira una vez más, solo que con una sonrisita nerviosa, al hombre que ha hecho de mi vida y  mis sentimientos una tormenta.

—Con lo que te diré te dolerá mucho más.

Tras decir aquello  se marcha rápidamente a la cocina.

—¿Qué estará tramando tu abuela? —Miro a Emma, pero esta tan bien huye de mí, yéndose corriendo a seguir viendo la televisión.   

Conociendo a mi morenita sé que es algo que le dije que no hiciera, pero es que es tan cabeza dura.

—Hola —Saludo a Abdel  sentándome en una butaca del sofá que queda juntos al frente de él.   

Este solo asiente y da un sorbo a su café. 

—Hola, Adhara. 

No habíamos hablado desde que fui a su departamento. 

¡Dios, cuanto lo extraño!

—Mañana empiezo a trabajar.

Con los ojos más abiertos que nunca, miro hacia la derecha al haber escuchado aquello salir de la boca de la señora Russi, la cual ya se encuentra a mí lado extendiéndome una taza azul con flores blancas.

Sweet love© (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora