Sweet love© (Libro 2)

| Capítulo 11 |

No se irá contigo.

"Le temo más a tenerte que a perderte. No quiero que mi mundo destruya el tuyo" -Belosnezkha.

🦋

Adhara.

Hoy fue un día muy loco, no tan diferente a los demás ya que junto a las chicas eso es lo único que se espera a pesar de que estemos en el lugar donde trabajamos.

Era de esperarse que Marjorie, la cual ha tenido más experiencia que todas en los defraudes después haberse acostado con alguien que pensaba que tenía algo mutuo, se enojara al grado de querer ir a darle una paliza a Abdel olvidando que es la mayor autoridad de lugar donde trabaja y consigue para cubrir todos sus gastos, pero obviamente no la dejamos.

Sé que no estuvo bien que se haya acostado conmigo estando en una relación, pero no es como si yo fuera la buena entre los dos.

Camino con pasos rápidos. Hace rato Gabriel me escribió diciéndome que me estaba esperando y no lo quiero hacer esperar más; la verdad es que me arrepiento haberle dicho que me iría con él, es que sé que va malinterpretar la situación y es lo que menos quiero ahora.

Para mí gran y no muy grata sorpresa, éste esta en mi planta, al parecer venía de camino a buscarme y al verme se detiene.

-Hola -me saluda, lamiendo sus labios rápidamente para luego sonreír-, pensé que te había ocurrido algo, por eso he venido a buscarte.

Termino de acercarme a él, sosteniendo con fuerza mi bolso, y no, no es por nervios, es porque estoy loca por darme con ella misma por haber cometido tal estupidez.

-Estoy bien, solo estaba arreglando algunas cosas, me gusta dejar mi área siempre limpia -expliqué.

-Entonces no somos tan diferentes después de todos. -Se escoge de hombres-. ¿Quieres ir a comer algo antes de llevarte?

-No, gracias, tengo que pasar a buscar a mi hija.

-Está bien. Entonces vámonos.

Trago suavemente al notar la presencia de Abdel detrás de Gabriel.

-No se irá contigo.

Gabriel listo para responder se da la vuelta más sin embargo toda esa valentía con la que iba a contestar se esfuma cuando se da cuenta de quien es, a pesar de esto, en los segundo en los que se le quedó mirando a Abdel volvió a recuperarse y a tomar la palabra.

-Buenas noches, Señor Martins. Sí, ella sí irá conmigo y la llevaré a buscar a su hija.

Abdel lo mira con su ceja izquierda alzada.

-Usted y yo tenemos que hablar sobre algo, señorita Russi -dijo Abdel, ignorando el comentario de Gabriel.

-Yo...

-Usted vendrá conmigo a mi oficina. No puedo dejar este asunto para después, esta misma noche salgo de viaje.

¿De viaje? Pero si se ve tan cansado.

Tengo que hablar con él, tengo que dejarle claro muchas cosas con respecto a lo que pasó anoche.

-De acuerdo -suspiro-. Gabriel, tengo que ir con el señor Martins.

Éste asiente.

-¿Quieres que te espere? -preguntó.

Niego con mi cabeza.

-No, está bien, ve a tu casa a descansar, yo llamaré a alguien para que me pase a buscar. Nos vemos mañana.

Éste se despide de ambos y se marcha, dejándonos solos.