Sweet love© (Libro 2)

| Capítulo 01 |

¿Eres tú? 

"Él me dejó de importar en el mismo momento en el que me di cuenta que yo nunca le importé a él" —Belosnezkha. 

🦋

Adhara.

Los latidos de mi corazón y los pensamientos que llegan a mi mente, esos son los que traccionan a mi propio intento de controlar mi sentir. Han pasado los meses y, mientras más días pasan siento que no puedo hasta que me recuerdo a mí misma los motivos por los cuales había tomado la decisión de alejarme de aquel hombre que descompone mis sentidos. 

Por alguna razón, las tardes se me hacen cortas y las noches más larga de lo habitual, hay días donde no suelo conciliar el sueño y me quedo mirando el techo recordando cada detalle de aquel cuerpo y voz que por suerte o por desgracia tengo que ver y oír de vez en cuando en la agencia haciendo que mi conciencia me mortifique. De vez en cuando he notado su mirada sobre mí, solo eso; ya ha dejado de intentar de buscarme desde nuestro último día en el ascensor.   

Tiempo atrás...

—Abdel... no 

Mi respiración está tan acelerada como la de él ya que el beso no fue nada lento, aunque lo deseaba, esto no puede volver a suceder.

Sus manos sostienen mi rostro, acunándolo entre sus palma con tanta suavidad que me duele saber que probablemente no volverá a  sostenerme así.   

—No, ¿qué?  

Abro mis ojos y lo aparto de mí. Su mirar se llena de tristeza de tal forma que tengo que quitar la mía de su rostro sintiendo una punzada muy fuerte en mi pecho. 

—No vuelvas a besarme, te lo prohíbo. —En ese mismo instante la puerta del ascensor es abierta y como toda una cobarde, huyo, porque eso es lo que hacemos los cobardes, huir de todo lo que nos causa miedo. 

Tiempo actual...

Claramente estoy pagando las consecuencias de mis actos. El vacío enorme de mi pecho nada logra llenarlo, absolutamente nada.  

—Adhara... —La voz de Rubí me saca de mis pensamientos. La mano de Lily pasa frente a mi rostro logrando que parpadee varias veces—. ¿Estás bien? 

Asiento rápidamente formando una sonrisa en mis labios pintados por un color rojo suave.

—Sí, estoy bien, solo estaba pensado en algo. 

Éstas se miran entre sí con notable preocupación pero no dicen nada, han dejado de darme consejos sobre como sobrellevar la situación ya que siempre les decía que no estaba así por lo de Abdel y yo. Soy una gran mentirosa, es obvio que era por ello. 

Estamos en la agencia, trabajando como siempre. Rubí, nos ha traído unos papeles que nos envió su amado señor Marqués al equipo de arte para que continuemos creando ciertas cosas.

¡Oh, sí! Esos dos han solucionado sus problemas y ahora por toda la agencia se habla de ellos dos. Ya se olvidaron de Abdel y de mí tras darse cuenta de que Rubí lleva en su dedo anular de su mano derecha un anillo con el que Javier la ha hecho su prometida; eso ha sido uno de los motivos por el cual mi querida amiga sonríe todos los días.   

—¿Quieres que cenemos todas juntas esta noche? —preguntó Lily con una sonrisa apenada, y antes de que pudiese contestar, añade—: Será en tu casa, no te preocupes. Al salir de aquí podemos comprar lo que hace falta, ¿sí?  

Asiento rápidamente. 

—Es una buena idea —respondí. 

—¿Solo cenar? Yo digo que nos quedemos la noche entera y después de que Emma se quede dormida nos tomamos unas cuantas copas de vino o de Whisky, que es tu favorito, Adhara —dijo Rubí sonriente.