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La muchacha era, como él mismo había dicho preciosa. Pero tenía un aura un tanto extraña e indescifrable. Sus labios curvados en una sonrisa que aparentaba ser amable y pacífica parecía ocultarle algún secreto, siendo misteriosa y un poco tenebrosa. Su mirada era como un completo escáner sobre él, con aquellos ojos felinos casi entrecerrados viéndole de pies a cabeza y viceversa. Toda su expresión afable ocultaba algo que en lugar de causarle miedo le causaba intriga.

-¿C-cómo dice? —aunque honestamente no todos los días te ofrecen trabajo luego de derribarte, y justo uno tan complicado de encontrar para él; todo era confuso aún—

-Bueno, no sé si es que hayas oído de la familia Hwang, soy la hija mayor. Ahora tenemos diferentes empresas de varios rubros y queremos... Emmm... Entrar al mundo de la medicina, con farmacias que hagan sus propias medicinas, sí, eso.

El chico estaba algo incrédulo por las pequeñas dudas que mostraba la voz de la joven, puesto que se notaba el nerviosismo ante la poca cantidad este información que ella misma le estaba brindando. Pero en serio quería un trabajo, uno bueno, ¿qué mejor que trabajar para una nueva empresa de farmacéutica?

-Ya sabes, lanzar una franquicia de farmacias. Pero estamos por lanzar la convocatoria para postulantes.

-Oh pues... Yo...

-Mira, este es mi número —dijo mientras le extendía una tarjeta color azul marino con letras doradas bastante pulcras—, también está mi correo electrónico. Como puedes ver hay otro en la parte posterior,solicita información del puesto allí. Si es que el trabajo te interesa al final, envía tu cv a mí correo... Estaré pendiente. Cuídate, pequeño.

Y sin más la cobriza se retiró sin dejarle responder. Un auto se estacionó a su lado, antes de subir ella se giró para ver al muchacho y hacer un ademán de despedida con la mano izquierda.

-Sí, igualmente señorita...

Y durante el resto del día, Sunoo iba a estar meditando aquella propuesta laboral. Aún dudando si consultar con sus padres la idea.

...

-¿Con quién estabas hablando? —cuestionó el Rubio sentado frente a ella— Tardas te siglos en volver así qué vinimos por tí.

-Ay sólo es un chico que conocí por accidente... Se llama Kim Sun. Y es un estudiante de Bioquímica... ¿No suena conveniente eso?

-¿Por qué sería conveniente, noona?

-Verás mi lindo Riki. Justo ahora Lee quiere hacer una nueva droga, pero el cobarde alega que no puede solo. Así que solicitó un ayudante... Un especialista en esa rama...

-De todos modos no me interesa...

-Ah cierto, esto también tiene que ver con ustedes.

-¿Cómo? —preguntaron algo sorprendidos ambos muchachos observando a su hermana—

-Pues sí, necesito dos personas para que me ayuden a analizar a cada postulante. Y como nuestro papá no quiso conseguirle gente dijo que sean ustedes dos...

-¡Perfecto! Yo analizo a ese de ahí —dijo el rubio señalando al joven que habían dejado parado calles atrás—

-Riki, no vas a analizar a nadie tú solo y de la manera en que creo que estás pensando hacerlo. Estarán conmigo todo el día viendo currículums y entrevistando cerebritos...

-Ella tiene razón, mocoso hormonal...

-Basta, no me digas así.

-Cómo sea, no queremos estar todo un día contigo...

La joven miraba a sus hermanos discutir con completa insatisfacción. Suspirando con cierta molestia.

-Ya se los dije a ambos, no quiero convivir todo el tiempo con ustedes porque cada uno tiene su espacio. Pero en este caso sí los necesito.

-No sabemos nada del tema, ¿cómo pretendes que te ayudemos?

-Sencillo HyunJinnie, tendrán hoy y mañana para leer estas cosas que les estoy enviando a sus teléfonos y aprender los requisitos. Para que el sábado puedan estar ahí y ser de ayuda.

-Jóvenes Hwang, hemos llegado a casa —les anunció el chófer—

-Gracias. —se limitaron a responder los tres al unísono bajando la vista al suelo—

¿Desde cuando era que les dolía tanto llegar nuevamente a casa? Quizá era que a diario llegaban muertos por el trabajo, dormían en otras camas o llegaban inconscientes por algún mal golpe en una pelea de callejón. La verdad era que desde que su madre había fallecido ya nada era igual. Trabajo, sexo y problemas eran los escapes que cada uno de ellos tenía para olvidar el trago amargo.

Hoy era un día poco común ya que estaban llegando mucho más temprano de lo usual a la casa que en el pasado se sentía más como un hogar con aquella chispa de la joven mujer. Su madre era de aquellas personas que traían un ambiente animado y jovial. Ojalá y alguien pudiera regresar eso a sus vidas...

-Bueno —carraspeó el mayor—, iré a mi habitación, tengo algo de sueño...

-Okey, ¿tú Riki?

-Supongo que haré eso de leer lo que me enviaste, noona.

-Bien, estaré en mi habitación, llama si necesitas algo.

...

La puerta de la casa fue abierta, entrando por ella el pequeño SunWoo. Mirando todo el ambiente a su alrededor, en busca de alguno de sus padres. Un delicioso aroma proveniente de la cocina de la casa lo cautivó y sus pies lo guiaron al lugar instintivamente.

-¿Papá? ¿Estás cocinando?

-Pues ni modo, ¿no? —cuestionó el hombre rodando los ojos con una sonrisa divertida asomando por sus labios—

-¿Pasó algo? Estás cocinando y siendo sarcástico...

-No tiene que pasar nada para que tu padre quiera volver a sus hábitos de soltero...

-¿Y mamá?

-Ah, ella aún no llegó a casa... Llamó para avisar que vendrá un poco más tarde. Es mejor que llegue tarde.

-No estoy comprendiendo nada de lo que dices papá... Ya en serio, dime qué pasa.

-No tengo la valentía de ver a JiSoo a la cara en este momento, hijo...

-¿Por qué? ¿Qué ha pasado? Espera... Tú nunca estás en casa a esta hora...

-Hijo, tengo que decirte algo porque no sé qué hacer justo ahora.

-Y-yo... Te... Te escucho papá.

-Me sentí muy mareado cuando estaba en el trabajo, decidí salir temprano para ir al médico ya que, no es normal y ha estado sucediendo seguido...

Sunoo lo miraba atento, su padre se veía nervioso, asustado de lo que fuera que saldría de sus labios.

-Me han detectado... Me han detectado cáncer.

El peso de esas palabras lo hizo tragar su propia saliva con fuerza, apretando los ojos lo más fuerte que pudo para igualar a la opresión en su pecho. Una pequeña lágrima traicionera se deslizó con rapidez por su mejilla izquierda.

You're My Criminal [SunKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora