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Sunoo estaba sentado en su escritorio, sin hacer nada en específico, pero con su asistente al lado sin idea de si moverse, sentarse o pedir permiso para retirarse por la hora que era. Aún quedaban un par de horas de jornada.

-Estoy taaan aburridoooo~

-P-pues jefe... Ya no hay mucho que hacer pero si quiere podemos hacer un inventario o molestar a los de logística con correos spam. O ya sé, podemos ver las fotos de Hari cuando era una bebé y le contaré todos los detalles.

-Harua, sin que te ofendas... Ya conozco la historia de Hari a la perfección.

-En ese caso podemos pedir sushi y soju para matar el tiempo mientras esperamos que den las 6pm. A que no sabe lo que pasa entre la sra Cha y el secretario Yoo.

-Me interesa esa historia y me gusta tu idea de la comida, Harua, pide ese sushi entonces.

El chico asintió y salió de la oficina con una sonrisa en el rostro, "el jefecito Kim" como le decía era el mejor jefe que le habían asignado en meses. Estaba tan enfocado en la idea de pedir la comida que se topó abruptamente con Riki.

-Ah, disculpe joven Hwang yo...

-No tienes que disculparte, mmm, asistente de Sunoo... Te llamas Shigeta Harua, ¿verdad?

Lo había reconocido y además reaccionó tranquilo al accidente que acababan de tener. Ahora que lo pensaba, no sólo en los últimos días sino que en las últimas semanas Hwang Riki ya no era el mismo tipo de antes, era más paciente e incluso sonreía mucho más.

-Sí, señor. Iba a salir porque el jefeci- digo, el joven Kim me ordenó que pidiera comida... No le vaya a decir que me topé con usted porque me va a regañar de nuevo.

-No le diré eso si pides sushi para tí solamente y nos dejas la otra parte en la puerta de la oficina.

-¿Qué quiere decir, señor?

-Ash, niño, pide algo para tí con este dinero y una orden de sushi para dos que vas a dejar en la puerta de la oficina de Sunoo. ¿Entiendes?

-Me temo que no del todo, señor.

-Toma este dinero, compra lo que sea que quieras comer tú y también compra una orden de sushi para dos personas y eso lo dejas en la puerta de la oficina, tocas y te vas lo más rápido que puedas porque cuando abra esa puerta sólo quiero ver la comida y no a tí.

-Pero... ¿Y mi trabajo de hoy, señor?

-Te quedará el día libre y podrás irte a tu casa.

-La otra vez me regañó pero... ¿Puedo llamar a mi novio para que me recoja en cuanto traiga la comida, señor? Pregunto porque hoy se quedaba con mi hija y sé que a usted y a sus hermanos no les gustan mucho los niños...

-Sí, sí que venga por tí quien sea pero sólo haz lo que te digo.

El muchacho salió corriendo después de que Riki lo mirara con una expresión de "¿Vas a seguir ahí parado?". Hwang se rió de lo tierno que se vió el chico, él sabía que Harua era como un hijo para Sunoo, aunque en su mayoría lo tratara con pinzas y negara el afecto que le tenía.

Siguió con su camino, asegurándose cada tanto de que no hubiera gente muy cerca de la oficina o nadie siguiéndolo.

Una vez ahí, tocó la puerta y se escuchó la voz de Kim desde adentro.

-Pasa ya Harua, me muero de hambre!

-Podrías comer este tentempié en lo que Shigeta vuelve con lo que sea que le hayas pedido.

-Ay, ya te he dicho que no hagas esas bromas...

Un sonrojo se apoderó de su cara, haciéndolo entrar en calor a causa de los nervios.

You're My Criminal [SunKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora