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-¿C-cómo dices? —preguntó aún aturdido el más apto para hablar de sus tíos mirando a SeokJin, quien estaba viendo el suelo—

-Sunoo, no es un juego... No es tema para bromear... —le regañó Yeon—

-Sun tiene razón, hijo... Tengo cáncer al pulmón y JiSoo... Ella está trabajando más para cubrir el gasto...

-No puede ser... No... Seok hyung, no me puedes estar jodiendo así...

-TaeHyung, basta... Él es quién peor la está pasando... No seas tan-

-¡¿Y qué me dices de mi hermana?! ¡Ella vió morir al abuelo de exactamente lo mismo!

-Sí, pero...

-No quiero que sufra otra vez, y ahora ni siquiera va a poder pasar tiempo con él... ¿Qué hay de tus ahorros?

-Y-yo...

-Yo voy a pagar el tratamiento. —anunció, dejando a los mayores en shock, a excepción de su padre— Los ahorros de papá se fueron en mi carrera y es lo menos que puedo hacer ayudarlo a él y a mamá.

-No es tu-

-Sí tío, lo sé. Pero es algo que yo siento que debo hacer... Además... Tengo un trabajo.

Nadie había visto venir tanta madurez del lindo duraznito de la familia. Sin embargo, el hecho de escucharlo hizo que las lágrimas de Tae se detuvieran.

Sorbió su nariz, bastante conmocionado todavía. Sabía que no era su asunto pero él no quería ver a su hermana morir de angustia o deprimirse nuevamente por perder así a uno de los hombres que ella más amaba. Pero también sabía perfectamente que ella iba a afirmar que el karma le estaba dando una mala pasada, cosa realmente cierta...

-B-bien... Pero... Por favor Jin... Te tienes que recuperar de esto... O yo mismo te regreso desde el más allá, ¿de acuerdo?

-Cariño eso no se va a...

-Lo prometo Tae, voy a salir de esto...

Intentando cambiar el tema, a Jeon no se le ocurrió mejor idea que preguntar por el trabajo de su pequeño Sunoo.

-Oye Sun, y tú... ¿Exactamente en qué ttrabajas

-Pues... Estoy trabajando para la familia Hwang...

-Wow, ¿en cuál de sus empresas? Ellos son una excelente referencia en tú currículum. Aunque espera... Ellos no tienen nada que ver con tu carrera. —dijo el de apariencia a conejo frunciendo su ceño—

-A-aún no... Estaban buscando gente para su nueva franquicia de farmacias...

-Esos sujetos nunca se cansan de sacar cada vez más cosas al mercado. Mejor que ya se apropien de todo...

-Pero si tú trabajaste ahí amor...

-Sí, pero no quita que ellos pretendan hacer de todo en este país.

-Déjalos, no es su culpa pudrirse en dinero, mi vida —rió abrazándolo por los hombros—

Sunoo rió con ellos, tratando de olvidar los micro flashbacks que invadían su mente al tratar el tema.

YeonJun, estaba metido en su celular pero podía oír todo... Algo en realidad no cuadrada en su cabeza. Podía ser por estar muy inmerso en su juego, así como podía deberse a la actitud nerviosa de su menor. Actitud que nadie parecía notar salvo por él.

La cena estuvo lista en un dos por tres y los adultos volvían a reír nuevamente, olvidando los problemas.

[...]

-¡MALDICIÓN! —gritó exasperado golpeando nuevamente la pobre pared del sótano—

En realidad, no era tan pobre, estaba reforzada al triple. Pero de tanto golpe ya la iba a destrozar.

Maldecía mentalmente (y a gritos también) el hecho de haber abierto la gran bocota que poseía y haber dejado escapar a cierto chico de cabellos blancos.

El dolor de golpear fuertemente ese bloque de concreto hasta hacer que sus nudillos derramaran sangre no era nada a comparación de su orgullo pisoteado por nadie más ni menos que por él mismo.

Sin embargo, golpear cosas en ese preciso instante era el único desfogue para su ira.

¿Ira? Sí. Él había sido el que dijo lo de la relación disfuncional, que no le atraía el peliblanco y toda esa estupidez. Pero ahora...

Se arrepentía completamente. De verdad lo hacía.

Y no, no hay que mal interpretar las cosas. No es que le interesara el chico. Sólo que apenas se había dado cuenta de lo jodidamente atractivo que era y aunque no fueran a terminar casados y con hijos al menos se pudo haber divertido.

Después de su estupidez lo único que Sunoo quiso fue ir a su casa. Y mierda, la había jodido en grande porque a leguas se podía ver el orgullo herido del mayor.

Pasaba del saco a la pared y ya llevaba 2 horas así. Desde que lo había dejado en aquella calle no había dejado de maldecir.

-Parece que alguien tiene problemas...

-¿Qué haces aquí?

-Vamos niño, respeta a tus mayores. ¿Qué pasa ahora?

-Perdí unas buenas noches...

-Oh mierda... Esto viene en la genética de ustedes ¿o qué?

-¿Qué quieres decir?

-Hyung es igual... Quiero decir, se desespera cuando no consigue un buen rato. Ya lo sabes, pero... Tú no eres así. ¿Haciendo berrinches por no acostarte con alguien? Sueles hacer una rabieta porque te hayan robado algo o porque no ganaste en una pelea callejera. No por esto.

-Es que...

-Ánimo, hay más gente y pronto vas a olvidar a esa chica...

-No es una chica. Es un chico. Y no va a ser pasajero.

-Pero, ¿qué dices hombre? Hay miles de hombres con un buen trasero y bastante disponibilidad de ser follados hasta hacerlos llorar... No tienes que andar aquí, amargando tu vida y lamentándola cómo si fuera el único en su especie.

Es que es único en su especie... Pensó sin darse cuenta.

-Pero no es pasajero no porque me guste en ese sentido o me haya enganchado con él. Imbécil no soy. Pero vamos a trabajar juntos.

-Ah... Eso es- Espera... ¿Tú trabajar? Hasta dónde sé el concepto de trabajo no va en tú definición como ser humano... No si es que tú puedes considerarse como tal.

-En serio, cállate. Lo único bueno que tiene tú boca es que de vez en cuando y me traes buena información...

El mayor rodó los ojos y sonrió.

-Vale, deja de golpear cosas como una bestia y explícame.

-Voy a ser el guía del chico por las instalaciones y tengo que cuidar que no abra la boca.

-¿Abrir la boca? ¿Hay un nuevo miembro y no lo sé?

-Pues verás... Es una larga historia...

-Me gustan las historias largas Riki...

You're My Criminal [SunKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora