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La noche había caído, la cena con sus padres fue como siempre, sencillamente linda. Siempre reían y se amaban en silencio de forma pacífica y calmada.

Ahora ambos estaban plácidamente dormidos en su habitación al final del pasillo. Mientras él no podía siquiera conciliar el sueño pensando en aquella propuesta. Su laptop estaba sobre su escritorio y estaba completamente tentado a encender el aparato y enviar un correo solicitando información.

No supo cuántas horas pasaron. Sólo supo que tras unas casi 3 horas de pensamientos confusos había encendido aquella computadora. Buscó en su chaqueta la tarjeta, encontrándola en el bolsillo secreto del lado izquierdo de la prenda.

Escribió a una velocidad increíble el mail que enviaría dudando de si es que aquella hora era prudente, pues en la pantalla decía que eran alrededor de las 3am. Pero al estar tan nervioso dió click justo cuando la flecha estaba en el botón de "enviar". De sus labios salió un suspiro agotado y luego un jadeo de sorpresa al notar que inmediatamente habían respondido a su correo electrónico.

Abrió el correo con la información brindada allí, con un poco de inseguridad abordando su cuerpo.

"Se necesita un asistente de bioquímica para generar una nueva medicina y ayudar en el proceso de fabricación de la misma junto a otras ya existentes en el mercado. Los requisitos son:
-Tener entre 22 y 27 años.
-Tener al menos una licenciatura en el ámbito.
-Entusiasmo.
-Ganas de seguir aprendiendo respecto al rubro.
-Y sobre todo, extrema discreción. Nada de lo aprendido puede ser revelado a nadie.

Si se encuentra interesadx, envíe su currículum, estaremos pendientes.

Más detalles después de haber firmado el contrato"

¿Discreción? ¿A qué podía referirse? Quizá era por la competencia qué era bastante fuerte. Como fuera, envió su cv al correo de la señorita YeJi que era el mismo que se le había enviado en el correo respuesta. Muy a diferencia de lo sucedido no obtuvo respuesta y supuso que como una persona normal, debía dormir en las noches, así que decidió esperar una respuesta para el día siguiente.

[...]

-Ummm... Al final sí le interesó el trabajo a este niño. Aunque me da algo de pena, se ve bastante inocente y decente, quizá no acepte... —dijo bostezando, se estiró con fuerza y cerró su portátil—

Se puso de pie y fue directo a su cama. Sí que necesitaba una buena siesta. Se había quedado haciendo informes hasta tarde y el correo enviado con el cv del muchacho le había animado un poco.

Antes de poder sí quiera pensar en dormir, tuvo en su memoria el presentimiento de que ninguno de los idiotas que tenía por hermanos había revisado la información que les había enviado. Bien, no dormiría esa noche, tenía que preparar una clase interactiva con ambos para que todos los conocimientos mágicamente se grabaran en sus cabezas.

La idea de que sean sus asistentes el día de las entrevistas no había sido suya, en realidad, había sido de su padre. Y ella no quería que otra vez sus muchachos fueran retados por aquel hombre de apariencia imponente. En verdad deseaba que sus hermanos se hicieran independientes y responsables, porque sus futuros de ello dependían. Y sabía que de esa forma ellos se sentirían bien consigo mismos.

Aunque no le agradaba ser honesta sobre sus verdaderas intenciones con ambos, se preocupaba demasiado por los dos rubios y procuraba cuidarlos de su padre así como lo hacía su madre. No es que el hombre fuese malo, pero era bastante duro; no sólo con ellos, sino que también con ella. En vista de que su madre ya no estaba ella quería ayudar a esos dos brutos.

You're My Criminal [SunKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora