You're My Criminal [SunKi]

20

-¿Qué te ha traído de vuelta?

-Ya era tiempo de volver, han pasado poco más de cinco años. ¿No crees que ya estuvimos bastante separados durante todo este tiempo?

-Ven aquí. —dijo y abrió sus brazos en solicitud de un abrazo—

El contrario se limitó a corresponder el gesto y se acercó, como un pequeño niño quién había necesitado dicho contacto durante tanto tiempo.

Ese abrazo significaba un nuevo comienzo para ambos, aunque trajera cambios en la familia eran conscientes de que el retorno del castaño sería positivo.

-Estuve al tanto de que tu hijo ha cuidado de los míos.

-Sí, quería saber cómo estaban ellos sin acercarme tan pronto. ¿Cómo fue que lo supiste?

-YeJi es una gran informante. Es la más centrada de los tres, y la más capaz de sacar esto a flote.

Asintió, después de todo su hijo ya le había dicho lo mismo.

-No quiero sonar molesto ni apresurado, pero supongo que tengo que hacerte esta propuesta antes de que me arrepienta o lo olvide por completo... Aunque honestamente es tan importante, que no creo olvidarlo.

-Ve al grano, Inyeop. No voy a juzgarte ni nada por lo que sea que quieras pedir.

-Hoseok, necesito un francotirador de extrema confianza. Sé que te has retirado desde ese día, pero no sé a quién más recurrir...

-¿Qué hay de Jackson? Él es tu hombre de mayor confianza.

-Sí, lo sé. Pero es que no es muy bueno en estos casos. Al único que tenía, lo balearon y perdió la función de su brazo derecho durante unos cuantos meses...

Lo meditó un rato. No tenía nada más que hacer durante el tiempo que estaría en Seúl después de todo y Goyang podía esperar un buen rato.

Se había retirado con la muerte de su hermana, el día que no alcanzó a matar al soplón cuando lo vió. Aquella fecha que jamás podría olvidar en lo que le quedaba de vida, por decidir pensar y analizar por sobre la seguridad de la familia y la organización.

Aún dolía toda una mierda lo que había ocurrido. Aún jodía pensar en el momento en que a través del audífono escuchó el grito que dió la mujer que lo había criado y amado desde que tenía memoria por la bala que atravesó su cuerpo con brutalidad.

-Suena como un trabajo... Y estoy consciente de lo difícil que se ha vuelto ver armas para tí. Pero piénsalo. Te pagaré también, sabes que eso no es-

-Está bien, pero lo haré solo hasta que vuelva el chico.

-En serio te lo agradezco, me salvas de una grande.

-Papá, tengo información. —el menor ingresó sin siquiera tocar la puerta de la oficina para anunciarse—

-Qué descortés, hombre. Al menos saluda antes de hablar. —regañó su padre—

-Hola papá... Hola tío Hoseok... ¿Tío Hoseok? —sus ojos se ampliaron y una sonrisa se dibujó en sus labios—

-¡Jinnie! Estás tan grande... No te recordaba tan alto... Incluso estas un poco más alto que yo.

-Supongo que el ejercicio lo ha ayudado bastante...

-Con razón Wooyoung ha estado por aquí estos días, aunque aún no lo he visto.

-Bueno, lo veras esta noche. Voy a organizar una cena familiar. ¿Vendrás cierto?

-Hasta la pregunta ofende. Lleva mucho que no convivimos como familia. Mi hijo y yo estaremos ahí.