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No veía las horas de largarse para su casa, poder tirarse sobre su cama a descansar de todos los exámenes y del pesado trabajo. Su cabeza ya dolía un poquito y su cuerpo se debilitaba de a ratos.

Sin embargo, también se sentía bastante incómodo, ya llevaba una hora en la misma situación y no pensaba seguir soportando esa mirada posada con esmero sobre él.

-Me encantaría que dejaras de mirarme tanto y por favor me trajeras agua o que hicieras algo de más provecho. —le pidió en voz baja y casi murmurada sin alzar la vista de la pantalla—

-No te estaba mirando, no te hagas ilusiones conmigo ¿si?

Sí, claro, creía que Sunoo era tan estúpido como para no saber leer todas las señales de su nerviosismo.

-Ja, ya quisieras que eso pasara ¿no? Deja de soñar con algo que jamás pasará.

-Solo... Te hablé hace rato y no me prestaste atención...

Lo miró con una ceja alzada. ¿En serio era algo lo suficientemente importante para tener que darle atención? De ser así hubiera tenido que insistir.

-¿Qué es eso tan importante que dijiste?

-Ya podías terminar hace como una hora... Era solo eso...

Tenía que estarlo jodiendo. Ya necesitaba descansar pero no tuvo la gentileza de insistir en algo que verdaderamente era importante al menos para él.

-¿Por qué no me insististe? Estoy muriendo hace más de tres horas y solamente dejaste que siga trabajando como un esclavo.

-B-bueno yo... Te veías muy tranquilo y concentrado así que no quería molestarte, dijiste que luego me harías caso y solo te dejé.

Se detuvo un momento a mirarlo. Estaba sereno, no tenía su expresión burlona e irónica que tanto le irritaba. No había ni pizca de falsedad en ninguna de las palabras que salieron de su boca.

-A veces los nerds necesitan su propio espa- Auch...

De pronto un puño aterrizó sin mucha fuerza en su estómago. Su rostro se deformó en una muñeca de dolor y confusión, como si no tuviera la mínima idea de lo que tuvo que haber molestado al peliblanco.

-¿A qué ha venido eso, Kim? —apenas y podía pronunciar palabra por el dolor que aún le molestaba—

-Ya no quiero que me sigas molestando con tus estupideces. Estoy cansado. Tú siempre tienes que buscar algún pretexto para decirme algo bueno y luego con alguna broma barata para arruinar mi tranquilidad.

-¿Qué? ¿Te molesta que te trate mal cuando primero te trato bien? Tal vez quieras que primero te moleste y luego te lleve al atardecer diciéndote cosas lindas... ¿Qué te parece? —retó, con una sonrisa divertida en el rostro—

Se había acercado un paso cada dos palabras que soltaba con sorna para su inocente mayor. Tratando de intimidarlo aunque fuera un poco.

No consiguió mucho, puesto que Kim seguía firmemente de pie en su lugar, sin retroceder ni un poco. Nada asustado por la altura e imponente del otro.

Lo miró con desdén desde abajo, dada la diferencia de alturas. Importándole poco lo que quisiera hacer Riki para conseguir molestarlo o asustarlo.

-No necesito que comiences a hacer otras cosas en tu actitud conmigo, remediar tu estupidez es imposible a estas alturas de tu vida.

-No sigas diciendo cosas de las que te vas a arrepentir después.

-¿Y por qué tendría que arrepentirme más tarde? Es verdad que eres bastante idiota como para no saber respetar, siendo después de todo un verdadero niño engreído que solamente sabe quejarse con papá y hermanos...

You're My Criminal [SunKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora