16: Now we got problems...

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El día fue fructífero. O al menos para Kim, puesto a que Riki seguía refunfuñando por la vestimenta del contrario.

Agotado de escuchar sus quejas, sugirió que lo mejor iba a a ser salir de allí. Además, su horario de trabajo ya había terminado.

-Mejor vámonos, no pienso seguir escuchando tus quejas y veo que no piensas seguir viéndome así vestido... Ya estoy cansado.

-Cómo quieras. Pero ponte la chaqueta —le advirtió, a lo que el señalado sólo pudo suspirar y asentir—

Ambos chicos iban saliendo, discutiendo sí querían ir a comer o sí el menor dejaría a Sunoo directamente en su casa. Cuando de pronto, una fémina chilló en dirección a ellos.

-¡RIKI! —se oyó la voz emocionada de la chica que corrió hacia ellos—

No midió para nada su fuerza y velocidad, por lo que acabó derribando al mencionado. Quedó justo sobre él soltando risas bastante tiernas para cualquiera.

Sólo que Sun, no era cualquiera.

-¡¿Pero qué mierda?! —soltó cuando su espalda chocó contra el suelo, no había sido un golpe fuerte pero no le gustaban ese tipo de acciones por parte de la chica—

-¡Hola Riki! —saludó feliz, sus ojos brillando—

Sólo le dió un asentimiento y la sujetó de la cintura tratando de alejarla, pero ella aprovechó en rodear su cuello y atraerlo a su rostro para besarlo con una intensidad... Bastante fuerte.

En medio del beso, ella abrió los ojos y miró desafiante al mayor quién apartó la vista.

Al separarse a Riki seguía sin moverme un pelo sí quiera. En realidad la única emocionada había sido ella. Pero, a veces el amor causa ceguera.

Se podía ver a leguas el gigantesco interés que ella le tenía al rubio cenizo debajo suyo, así como podía percibirse incluso desde más lejos el desinterés abismal de Riki hacia ella.

O al menos el romántico.

-YuNa...

-¿Sí, Riki? —cuestionó mientras se acomodaba en el regazo del otro, quedando mucho más cerca de su entrepierna (sin notarlo nadie más que el muchacho)—

-Mmm... ¿Cómo te digo esto? Estás sobre mí, y no es por nada pero... Pesas.

La muchacha se ruborizó por la vergüenza y sin decir palabra se levantó con la cabeza gacha.

-¿Quién es él? ¿Por qué está contigo? —señaló con confusión al peliblanco qué ya hacia bastante no soltaba palabra alguna—

-Él... Él es...

En serio quería decir algo que no fuera solamente el oficio que desempeñaba, no quería que sonara tan frío o tan seco. Pero el otro se le adelantó.

-Soy Kim SunWoo. El nuevo bioquímico.

-Ah, mucho gusto... ¿Y en eso que tienes que ver tú? —volvió a preguntarle al rubio, ignorando a Sunoo otra vez—

-YuNa... Verás, yo-

-Él me está enseñando el lugar. Por eso me acompaña.

-Mi novio no tiene porqué hacer estas cosas, para eso tienen bastante dinero ¿no? Debieron contratar a otra persona.

-Ya te dije que no lo andes diciendo como si nada... Nadie se quiere enterar...

-Pero ¿por qué no? —reclamó con un puchero adornando sus labios— Somos novios, nos vamos a casar, ¿qué hay de malo con que la gente lo sepa?

La chica puso sus manos en su cintura y lo observó con una ceja alzada. En serio lo estaba jodiendo.

-Porque... Pues porque... P-por... Te pueden hacer algo, sí, eso... Y sí te matan... Dime, ¿cómo habria una boda?

El chico tenía un bu2n punto. Pero algo en el otro muchacho no le estaba cuadrando. Ese tipejo iba a arruinarle la vida probablemente. Pero ella no se iba a dar el lujo de perder por lo que llevaba trabajando toda su existencia. A su amado Riki nadie, absolutamente nadie, se lo iba a quitar.

Claro, sí es que podía decirse que ella lo amaba exactamente a él...

-Lamento interrumpir, pero... Será mejor que ya me vaya a casa...

-Yo puedo llevarte, no te vayas...

-¡No! —chilló— ¿Cómo puedes preferirlo a él antes que a mí? A él no lo quieres... A mí...

-A tí menos —regañó en un susurro, para luego agregar con más fuerza— Sunoo, espera aquí.

Sólo asintió sin darle mucha importancia. Sí estar con Hwang Riki era incómodo de por sí, tener a su noviecita pegada a su lado era peor.

-¿Cuántas veces te he dicho que no te quiero y que no nos vamos a casar? Deja de estarle metiendo ideas en la cabeza.

-Parece que te importa lo que ese piense...

-No se llama ese.

-¿Ves? Te importa.

-No es eso...

-¿Y entonces qué es?

-No me cambies el tema. No vamos a casarnos, yo te quiero y todo... Pero no nos vamos a quedar juntos tú y yo.

Las palabras sonaron ásperas y duras sin que él así lo quisiera, pero la joven tenía que aprender la realidad.

-Riki... Yo... Tú y yo nos tenemos que casar... ¿Qué acaso no me quieres?

-¿Pero qué dices? Sí, claro que te quiero.

-¿Entonces?

-Pero no de esa forma YuNa. Te conozco desde hace mucho, eres agradable y bonita... Pero no te quiero así. No va a haber ninguna boda...

-¿Es una broma? Todo esto empezó desde hace un par de semanas, ya estabas comenzando a ceder... Esto tiene que ver con- ¿Dónde está?

Ambos se giraron a ver en dirección al lugar donde habían dejado a Sunoo, quien por arte de magia ya no estaba allí.

-¿Sunoo? ¿Y ahora a dónde se fue?

Riki se soltó del agarre de YuNa en su mano y corrió por toda la recepción dándose cuenta de que efectivamente no se había escondido, se había esfumado como el mismo viento.

[...]

El auto negro se estacionó un par de calles después. El rubio apretó el volante, lleno de curiosidad. Era el hyung, el más responsable y el perfecto... Pero antes que todo, el chisme era su pasión.

-¿Te encuentras mejor? —cuestionó cauto—

-Me salvaste... —luego de dos palabras exhaló como si hubiera dado un discurso de tres horas seguidas—

El otro suspiró. Dejando de ver el volante y volteando a ver a su pequeño.

-¿Te llevas mal con él? —señaló hacia atrás, a lo que el peliblanco asintió haciendo una mueca—

-Como no tienes una idea...

-Estaba... Con una chica. La conozco.

Sunoo lo observó perplejo, de dónde podría él conocer a la chillona joven que parecía tenerle cierto odio desde el primer segundo en que cruzaron miradas. Ahora quería una explicación. Una buena.

-Ya sé qué estás pensando. Me refería a que la conozco de vista y nombre, no sé mucho más allá de eso acerca de ella.

Lo seguía observando.

-Bien... Te lo voy a decir, pero deja de mirarme como me mira mi papá...

You're My Criminal [SunKi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora