You're My Criminal [SunKi]

24

El frío sería el primer recuerdo que tendría del día posterior a la fecha en que firmó su sentencia de perdición en aquel mundo al que antes su modalidad no le había permitido ingresar.

El cruel frío que lo atacó apenas pudo abrir los ojos, fue apaciguado por el tibio cuerpo que estaba a su lado. Un fuerte brazo rodeando su fina cintura con delicadeza. Y sí, allí estaba, al lado de un tranquilo y sereno Riki.

Entonces, el dolor en la parte baja de su cuerpo tuvo explicación. Dos cuerpos desnudos descansando en una cama entre suaves y cálidas sábanas. Era todo más que obvio, no había sido un sueño.

Él y Hwang habían tenido relaciones inevitablemente luego de que este lo salvase del estúpido de Junseok.

-¿Pero qué es la idiotez que acabo de hacer, madre mía? Ay no, mi mamá va a matarme... —murmuró, cubriendo sus rojizos y ahora mordisqueados labios mientras era cada segundo más consciente de lo que había pasado—

-Solo un minuto más, Kim... Déjame dormir solo un rato más, tengo mucho sueño toda- ¡¿Kim?!

Se sentó de golpe en la cama y se apartó lo más posible del cuerpo que apenas unos cuántos segundos antes mantenía cómodamente entre sus brazos. Su rostro lo decía todo, ni él mismo esperaba que todo lo que creyó era un sueño demasiado real fuera en serio algo que ocurrió entre ellos.

-Dime por favor que esto no es lo que parece...

-Eso era lo que te iba a pedir yo a tí...

Ambos se veían mutuamente mientras desviaban sus ojos hacía sus cuerpos y de nuevo a sus rostros. No había más respuestas de las que los dos estaban imaginando, había pasado y eso era todo lo que podían saber.

No importaba qué hicieran, no iban a poder deshacerlo.

El teléfono, como siempre, timbró interrumpiendo el momento.

Era el idiota de Jake, tan oportuno...

No tenía más opción que responderle o este iba a armar un escándalo.

-¿Qué?

-¿Hwang Riki, se puede saber dónde mierda estás, señorito? —preguntó a susurros del otro lado de la línea—

-¿Qué te pasa, pedazo de animal? ¿Y por qué hablas así?

-No me digas que has olvidado que día es hoy, tremendo imbécil...

-¿Sábado?

-Hoy tú y el bonito tenían que darle avances del proyecto a tu padre, quien por cierto... Ya está aquí.

-Mierda lo olvidé por completo... Me va a matar.

Sunoo veía extrañado al menor, ¿quién y por qué habría de matarlo? Lo más probable es que fuera la insoportable de Yuna o la señorita Yeji. Pero sólo no encontraba un porqué. Aún.

-Estoy escondido en el baño para que no me oigan ni él ni tu hermana pero no puedo ganar mucho más tiempo... ¿Dónde están tú y el niño?

-Estamos en camino para allá. Dame 20 minutos, haz lo que puedas y luego arreglamos cuentas de este favor.

-Me debes una, y grandísima.

La llamada fue colgada por el contrario, dejando el corazón de Riki helado con un presentimiento de que moriría pronto, a manos de Jake, de su padre o de su hermana quizás.

Tardó unos minutos en espabilar del todo y procesar que ya tenían que salir directo al laboratorio.

-Alista tus cosas, tenemos que volar a la oficina, mi papá nos está esperando allí...