Identidades Difusas.

4: Tensión.

       — Oigan, creo que esto es demasiado. Estoy tan cansada y eso que ni siquiera estuve con ustedes en el lugar de los hechos  — exclamó una voz familiar —, vamos a descansar, han hecho un excelente trabajo.

       — Qué extraño escuchar eso de usted, comisaria Kim. Usted no suele interrumpir el trabajo ni para reponerse — dijo divertida la inspectora. 

       — Ustedes tienen cara de hambre  y sueño... Park, que su equipo  me envíe los nuevos hallazgos hasta que estén completas las autopsias. Vayan a descansar, designaré a alguien para que  se quede de guardia...

      En la delegación eran casi las 6:00 de la noche. Durante el día se  plantearon las hipótesis del crimen así como la reconstrucción de los hechos. Las evidencias fueron analizadas y el debate no acabó hasta que la jefa a cargo del caso, Park  Chaewon y la Comisaria de la delegación, Kim Lip, estuvieran convencidas de lo que había pasado.  Jungeun, generalmente llamada "Comisaria Kim" (su nombre de clave para proteger su identidad),  autorizó las salidas para el grupo por lo que fueron a una cena de trabajo patrocinada por Chaewon.

*****

       La cena transcurría con normalidad en el nada sofisticado "restaurante". Más bien, era un puesto de comida callejera que tenía muchas mesas sobre la acera y se ubicaba en la entrada de una casa pequeña cercana a la estación de policía. Era el local favorito de todos los presentes: Chaewon, Hyeju, Jinsoul, Kim Lip y otros cinco agentes hombres que no vale la pena describir debido a que ellos eran bastante apartados con sus superioras.

      Ciertos aspectos entretenían al grupo de agentes sentadas en una mesa: Jinsoul y Kim Lip se correspondían miradas y sonrisas; sin embargo, la mayor tenía cierta reserva con la comisaria debido a que hacía unas semanas, le dijo que hablaba demasiado. Jeong Jinsoul se sintió herida, agravándose  cuando Kim Lip hacía hincapié en que su voz la hostigaba en los momentos que quería escuchar la radio o ver la televisión en la pequeña sala de estar de la delegación, en su tiempo libre, claro. Desde ese incidente, la rubia se limitaba a sonreírle y  pocas veces le dirigía la palabra,  excepto cuando era el  momento de trabajar.

         Para Jungeun, este cambio fue notorio por lo que se arrepintió.  Ella era igual o peor de platicadora que la detective Jeong. De hecho, ambas se complementaban: en las investigaciones  si una se trababa al hablar, la otra terminaba la oración exactamente como lo habría dicho la primera. Era una pareja de trabajo muy comprometida, aunque estaban intentando entablar una relación más allá del ámbito laboral. Eso tenían en mente, hasta que Kim Lip "metió la pata"  como popularmente se dice. 

       Quiso solucionar aquel problema durante la cena, así que Jungeun ofreció una disculpa a Jinsoul. Ella la aceptó gustosa  y prosiguió a contarle lo que había hecho en las últimas semanas que no se dirigieron la palabra. Kim Lip tenía razón, Jinsoul hablaba demasiado pero eso le encantaba. Sobre todo cuando llegó su turno de responderle con lujo de detalle sobre lo que había hecho fuera de todo cargo laboral.

     —Míralas, ¿acaso no son adorables? 

La voz de Chaewon fue interceptada por los oídos de Hyeju que  analizaba cada facción corporal alcoholizada de su descontrolada jefa. 

      — No, de hecho, Jeong jamás se cansa de hablar y la comisaria es igual — le respondió cortante —. Encajan perfectamente. 

      — Creo que deberían darse la oportunidad, ¿no crees? — la vio de reojo con media sonrisa —. Hey Hyeju, pásame la carne que Soul ha dejado.

      — Sí, jefa.

        Estiró su cuerpo  desprevenidamente sin saber que cometería el acto más vergonzoso del año. Resulta que la joven hizo una escena digna de vergüenza ajena:  extendió fastidiada su brazo hasta la carne cruda de una bandeja lejana que Jinsoul había olvidado y al  jalar el manjar no se percató que movió una sopa caliente en la dirección contraria, por lo que esta cayó sobre las piernas de su jefa inmediata... la temida Comisaria Kim.

       Kim Lip de inmediato gritó al sentir  su cuerpo siendo quemado por la sopa, así  que una preocupada  Jinsoul la arrastró hasta su coche personal diciéndole  que conduciría hasta su casa para que se bañara y se quitara el hedor a sopa. Al ver el grotesco escándalo los demás compañeros se marcharon a sus hogares y se despidieron de las solitarias Chaewon y Hyeju.

       — Sólo quedamos tú y yo, agente Son... —  dijo la pelinegra completamente borracha —, sabes, jamás me había fijado en tus facciones. Eres muy guapa cuando sonríes, tus ojos son tan misteriosos.

"¿A mí me ha dicho eso? — pensó Hyeju —  Ya sé que es tonto dudar si ha mencionado mi apellido; inspectora, usted no me ha visto bien y habla entre dientes... Quizás escuché mal, porque no soy tan atractiva como usted dice".

       — Come —  insistió Park —.  Levantar muertos no es tarea fácil, necesitas proteína para tus músculos.

       La inspectora le hablaba mientras comía los cortes de carne sazonados con salsa de ajo. Hyeju sólo escuchaba los comentarios nada sobrios de la agente, quien le ofrecía más y más comida; ella aceptaba pues no quería ser descortés con su superiora. Llegó un momento en el que la joven sintió su estómago sobresalir de su pantalón, así que  únicamente bebió agua mientras veía a Chaewon que inventaba "bocadillos exóticos" mezclando ingredientes que cualquiera pensaría que son incompatibles a simple vista. Se creía toda una chef. 

       — Agente Son, no entiendo por qué me miras en silencio la mayoría del tiempo... Sabes, lo dejé pasar porque sinceramente no estoy interesada en el motivo y además, apenas nos conocemos —  soltó Chaewon sin previo aviso,  clavándole la vista a su compañera.

Nervios. La inspectora prosiguió: 

     — Sé que tenemos una relación laboral, pero me pareces atractiva, con todo respeto. He estado sola durante algún tiempo, me refiero a que no he tenido nada de acción con una chica en meses... a veces creo me viene bien un rato de diversión... ¿te gustaría jugar conmigo?

"¿Jugar con usted, Inspectora?  Oh, demonios, su rostro está rojo de tanto beber.  ¿Así liga con las mujeres? Es extraño, ya veo por qué no encuentra pareja para sus cosas íntimas... Jefa, por favor no se duerma sobre el plato con fideos, es asqueroso". 

       — Inspectora Park, reaccione.

      — Ah, perdón, tengo mucho sueño — se estiró gatunamente. Finalmente, giró su banquillo en dirección de Hyeju, tan cerca que sus piernas se rozaban ligeramente a causa de su rodilla  traviesa que tensaba a la asistente forense.

"¿Sería bueno que lo intente? Hace tiempo no hago esto... —  se cuestionó Park para sus adentros —  Son Hyeju, dame una señal para saber si tú lo quieres también... ".

Chaewon pensaba su próxima movimiento. Una vez decidida, posó su mano sobre la pierna de la novata que sudaba debido a la acalorada situación:

     — ¿Te gustaría escuchar una confesión?

     — Inspectora Park, creo que ya fue suficiente.

     — Para mí no lo es, bebe otra botella que yo invito.

      — Gracias, pero el alcohol me enferma, jefa —  se sentía hostigada.

      — Eres  atractiva, agente Son. 

     La sonrisa pícara de Chaewon hizo incomodar a su nerviosa compañera por segunda vez.  Chaewon no se dio cuenta pero en un abrir y cerrar de ojos, se encontraba pegada al hombro de Hyeju, acercó su rostro al de su subordinada e intentó besarla. La agente Park veía doble, así que su puntería falló y casi cae del banquillo, por lo que Hyeju la sostuvo entre sus brazos por un momento. Repentinamente, la nerviosa Hyeju dejó de existir.

      — Eres fuerte.

      — Jefa, usted apesta a alcohol...  le llamaré un taxi.

      — ¿Vendrás a mi apartamento? — tenía esperanzas, aunque ciertamente no podría hacer mucho borracha. 

      — No. 

      —  Bueno, te doy mi ID para que veas mi dirección.

      — La conozco agente Park, sé dónde vive.

     Sin cuestionar cómo era que le resultaba familiar, Chaewon se quedó profundamente dormida en los brazos de su subordinada, acertando a ver una media sonrisa de Hyeju quien le ordenaba el cabello rebelde que sobresalía a causa de su casi caída.