11: Provocación.

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       A tempranas horas del día,  una llamada telefónica alertó a los agentes policiales sobre una nueva actividad criminal:  se perpetró un intento de secuestro en una oficina de la importante cadena de hoteles de la reconocida Jo Haseul, una empresaria rica con menos de veintiséis años. 

    El lugar fue acordonado. La detective y jurídica de la División de Investigación, Jeong Jinsoul,  se acercó y  e intentó  recopilar el testimonio de la alterada señorita Haseul, ambas se sentaron en el piso de la recepción.  El ambiente era caótico  y la empresaria apenas  respondía las preguntas de  la policía. 

      — Por favor señorita Jo, tratamos de arreglar esta situación — dijo firme Jeong. 

      — ¿Acaso no entiende que estoy al borde del colapso? — sollozó apenas audible —. Ustedes son tan insensibles. ¡Casi me asesinan! ¿Qué no ve las marcas de las cuerdas? 

      — Señorita Jo, estamos haciendo nuestro trabajo. Le ruego nos acompañe para hacerle unos exámenes. 

      — No se me antoja — estaba en shock. Se recostó en  una pared  cercana y abrazó sus piernas con sus muñecas adoloridas.  

     La señorita Jo Haseul sollozó durante unos minutos hasta calmarse ante las palabras suaves de la abogada Jeong que le invitaba a subirse a un vehículo de Medicina Legal para que valoraran su estado de salud; además, ahí mismo Jinsoul elaboraría el borrador del informe para corroborar la denuncia.

     Mientras tanto, Chaewon y parte de su equipo decodificaban cada fragmento del delito: vidrios rotos,  estado de la recepción, objetos sospechosos como armas cortopunzantes y presencia de  bidones de gasolina; entre otras cosas. 

     —  Jefa Park,  no le hicieron tanto daño físico a la señorita Jo, tampoco destruyeron considerablemente el lugar. El móvil del hecho probablemente es llamar la atención con un crimen de menor proporción, quizás están desviando la atención de otros hechos delictivos — dijo la asistente forense.

     — Puede ser, agente Son — expresó la distraída inspectora. Debía verificar el trabajo de los demás elementos del equipo,  así que no tenía mucho tiempo.  

     Son Hyeju  estaba en lo cierto: a juzgar por la evidencia, el móvil, el estado de la víctima y la relación entre el posible autor,   aquello  parecía ser un crimen confuso, un evento planeado con el fin de distraer a la policía.  Lo sospechaba, presentía que quien estaba tras el ataque era Chuu,... se incomodó cuando recordó que debía desviar la evidencia pues pronto filtraría la información.

     La profesional se desplazaba formando espirales por toda la habitación, a cada paso que daba, una fotografía capturaba los objetos de la sala; apenas estaban  fijando los hechos. Sería una jornada extensa. A veces observaba cuidadosamente  a la Inspectora Park, no quería ser sorprendida por su mirada estricta que evocaba regaños.  


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      El equipo de investigación se encerró en la habitación más confidencial de la delegación para socializar lo encontrado.  Deliberaron durante más de dieciocho horas con pausas breves de por medio. Era de suponer que el cansancio arrastraba los sentidos de los investigadores:  se caían del sueño sobre sus escritorios. La reunión empezó a las 5:00 pm del día en que sucedieron los hechos y terminó alrededor de las once o doce del mediodía cuando todos, especialmente la comisaria Kim Lip,  estuvieron satisfechos.

"Quiero irme a casa y descansar un poco de todo esto". Pensó Chaewon. 

    — Jefa Park, ¿se durmió? 

      Chaewon sintió que alguien tocaba su hombro y cuando levantó la cabeza, sus ojos se fijaron en los de  su subordinada:

     — No, de hecho necesito comprar alimento lo más pronto posible.

     — ¿Puedo acompañarla?

     — Sí, iré al comedor de aquí cerca y pediré la comida para llevar.

     — ¿Luego irá a su casa?

     — ¿Quieres venir conmigo?

     La joven se sonrojó ante la propuesta y  asintió con una sonrisa estúpida que por suerte, Chaewon no vio. Ellas se habían vuelto más cercanas a medida que avanzaba el tiempo, y es que caminar a los parques cercanos y asistir a algunas consultas con la psicóloga Yerim eran actividades en las que se conocían más.   Hasta cierto punto, la pelinegra  dejó de lado sus obligaciones como espía en la policía y desarrolló lealtad por Chaewon, quien le permitía entrar de a poco en su ajetreada vida. 

Identidades Difusas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora