Identidades Difusas.

14: Preparativos.

      El día iniciaba con normalidad en la ajetreada estación de policía. En el área de la División de Investigación contra el Crimen Organizado se discutían las hipótesis del ataque a la señorita Jo Haseul,  pero  tenían un grave problema: como no  existían mayores avances y no querían proceder con suposiciones vacías, acordaron que se reunirían con ella personalmente una vez más. 

      De repente, la voz de la comisaria Kim Lip llamó la atención de los presentes. Entró en la amplia sala y extendió un paquete que contenía varios avisos. 

     — En breve comenzaremos a impartir el taller anual de técnicas de investigación criminal. Dice la ministra de seguridad  que debemos organizarnos para formar a los nuevos profesionales.  El taller estará contemplado para un mes, así hay que ordenar los temas a impartir, los horarios, la locación y los diplomas que entregaremos a quienes participen.

    Mientras que en la oficina  dominaba un ambiente de silencio absoluto por parte de los agentes, en la cabeza de Hyeju volvía la imagen de Chuu que le exigía cumplir lo pactado tiempo atrás. Era ahora o nunca. 

     — ... ¿quién está en disposición de impartir las clases? Debemos definir a los planificadores y ejecutores. 

Nadie contestó. 

    — Es una orden  y es parte de nuestro trabajo. Bueno, creo que a la Ministra no le gustaría tener un informe de incumplimiento de funciones con los nombres de todos ustedes en su despacho... —   dijo firme la comisaria Kim. 

   Todo se volvió incómodo y la comisaria asignó con desdén las tareas a las presentes más capacitadas:

   — ... y usted abogada Jeong, dirigirá la parte jurídica, aquí está la lista de temas.  Inspectora Park, asigne a alguien en su equipo para que exponga sobre sociología criminal, yo contactaré al forense y a la psiquiatra para que preparen las clases de esas áreas. Me comunica la decisión, saldré un momento de la delegación.

   — Sí, comisaria Kim.

     Sin más, Kim Lip se fue del lugar, un tanto irritada y murmurando quejas sobre sus compañeras de trabajo. Algunas de ellas fueron captadas por los oídos de Chaewon quien soltó una pequeña risa.  Cuando salió, sus subordinadas comenzaron a charlar animadas:

     — ¡Chaewon! Ven aquí linda, siéntate conmigo —  dijo  Jinsoul sonriendo y preparando una silla para su compañera. 

     — Abogada Jeong, por favor, en el trabajo llámeme "agente Park" — bromeó. 

     — Cierra la boca y no me corrijas, tengo algo que decirte — sus ojos se iluminaron como si fueran los de una niña pequeña.

     — ¿Estás feliz porque darás clases a los asistentes al taller?

     — No, es por otro motivo.

     — Tengo curiosidad yo también — a la conversación se había asomado Hyeju,  apoyada en el cubículo de la abogada Jeong, sostenía una taza con café.  Reflejaba la imagen relajada de una joven policía.   

     Al verla, Chaewon se distrajo de la plática que tenía con Jinsoul y se dirigió a Hyeju: 

      — Hey, agente Son... acérquese.

     — ¡Chaewon! Necesito contarte la sorpresa — exclamó una disgustada Jinsoul. 

    — ¿Puedo escucharla yo también? — la recién llegada la miró con una ceja alzada haciéndola callar —.  ¿En qué puedo ayudarla, jefa Park?

     — Quiero que vengas conmigo al taller policial... sé que te gustará.

     — Claro, aunque ya lo he recibido. El año pasado lo tomé, era un requisito más para aplicar a este cargo.