34: Agonía.

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    — La comisaria Kim y la abogada Jeong están en una situación difícil. Como cuerpo de seguridad, haremos nuestro mejor esfuerzo para obtener justicia ante este condenable acto.  

    En el reducido pasillo del hospital, se había congregado una multitud de familiares  y periodistas de medios locales; debido al desorden,  la mayoría de las personas fueron evacuadas del sanatorio por órdenes de las autoridades. Nadie en ese pasillo asimilaba que dos saludables agentes de policía estuvieran al borde  de la muerte en el área de cuidados intensivos. El llanto en la sala de espera era incontrolado por los padres de las víctimas y las dos familias se daban ánimos a pesar de la gravedad de la situación. 

   En la misma sala, estaban unos cuantos agentes de policía,  entre ellos la inspectora Park, que apenas podía  mantenerse en pie. Sin embargo, debía guardar la compostura y reprimir sus emociones para brindar una sensación de seguridad y confianza. 

   Luego de dirigirse a los padres de sus amigas, salió del despacho y se ubicó cerca de las escaleras de emergencia. Su mirada era vacía, triste y opaca. Sus ojos se humedecieron, y supo que no sería capaz de entrar a la UCI si antes no se tranquilizaba. Sentía la garganta apretada y un escozor en la nariz.  

Su cabeza era un caos: 

"Lamento que sus padres estén conociéndose de esta forma... Esto es tan doloroso, ayer nos estábamos despidiendo del trabajo casi al anochecer, y hoy por la madrugada, nos enteramos de lo que les pasó... Jinsoul y Jungeun, ustedes siempre estuvieron juntas, a tal punto que según la interpretación de los forenses, se protegieron mutuamente...

 Nunca imaginé que procesaría  el intento de homicidio de mis amigas...  ustedes quedaron tendidas en el suelo  separadas por unos cuantos metros: Jungeun, tú tenías la pistola en la mano, te veías tan frágil... Jinsoul, tu frente sangraba como si te hubieran lastimado con mayor atención... Jungeun, antes de caer al suelo, te recostaste sobre el lado derecho de tu cuerpo, viendo en dirección a Jinsoul que cayó  boca abajo en la carretera... Esta mañana las intervendrán quirúrgicamente para reconstruir los tejidos dañados y extraer las balas.  No soy médica y quizás por eso tengo mis dudas en cuanto a los riesgos: ¿Qué tan peligroso es extraer balas alojadas en los pulmones, cerca de la vena femoral y en el maxilar?...

Lo siento... perdóneme... perdóneme porque presiento que esto fue obra de alguien de Edén... perdóneme porque sus vidas se están esfumando por mi culpa... por mi incapacidad de resolver este caso...".

*****

   — Eres una idiota Olivia Hye. ¿Cómo se te ocurre visitarme vestida con esas ridículas prendas? Debiste cambiarte el uniforme hediondo a sudor, se nota que no puedes controlar tus ganas por verme. 

La mansión de Chuu tenía una invitada sorpresa que exigía violentamente que se le abrieran las puertas: la agente Son Hyeju.

   — ¡¿Por qué lo hiciste, Chuu?!

   La criminalista gritó tan alto que hizo a Chuu retroceder. Estaba excitada y quería respuestas. Apenas cubrió la escena del crimen contra Jinsoul y Jungeun, escapó rumbo a la exclusiva zona residencial que albergaba el hogar de la delincuente.

   — Mi pequeña Olivia, agradece que no tuve la intención de dispararles en zonas comprometedoras. Sé que sus heridas no son de muerte, así que no tiene sentido que vengas chillando y retorciéndote de dolor... no eres la heroína del cuento.

   — No pretendo serlo, pero ya no te soporto, te odio tanto— Hyeju alistó su arma y la elevó con un ligero temblor.

   — Aunque me apuntes en la frente, no frenaré mi plan... si quieres matarme, hazlo, tú tienes mucho que perder.

Identidades Difusas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora