7: Compañía.

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      Lunes por la mañana y Park Chaewon se encontraba leyendo las últimas actualizaciones del caso en su oficina. Repentinamente, Son Hyeju se acercó a la puerta con unas fotografías en sus manos:

     — Jefa, aquí está lo que solicitó.

     — Gracias.

La recién llegada  se disponía a retirarse pero la inspectora  la detuvo:

     — Son, te ves cansada. Disculpa que me entrometa pero ¿has estado bien?

     — Claro jefa. Gracias por preguntar.

     — Bien, si algo sucede en tu vida recuerda que puedes contactar a una profesional.

"Pasan tantas cosas en mi vida que es imposible que no me afecten... lo haré, iré a esas consultas que tanto defiende sólo para complacerla, inspectora Park. Sé que no lo necesito". Pensó. 

     — Sí jefa, haré cita para visitar a la psicóloga que me recomendó.

      — ¿Conoces el camino? La dirección está en la tarjeta. 

      — La verdad no. No he vivido aquí por mucho tiempo

      — Puedo llevarte si quieres. Hace poco hablé con ella y me comentó que la clínica ha  estado vacía durante un tiempo, si quieres vamos hoy apenas salgamos. A veces trabajar en estas cosas genera ciertos padecimientos, pero bueno, Yerim sabrá qué decirte.

     — Me parece buena idea jefa. Gracias.

Sin más Hyeju sonrió amable y se retiró de la oficina  suspirando con pesadez.

"Se preocupa por quien no debería, jefa Park..."

******

         El día transcurrió con normalidad, no había nada nuevo que fuera relevante para la investigación, todos los presentes en el equipo habían dejado de lado la tensión que se acumuló semanas atrás. La asistente forense Son Hyeju,  estaba inmersa en sus pensamientos, sentada en la silla de su cubículo y  cansada de atar cabos acerca del caso.

       De repente fue interrumpida por la silueta de su superiora quien no era más alta ni más fornida que ella pero le inspiraba respeto al sólo notarla cerca. Tensó su espalda y cerró los ojos al sentir a escasos 20 centímetros de distancia el cuerpo tibio de Chaewon, finalmente cerró las carpetas que tenía  desordenadas en su escritorio; reaccionó al escuchar la voz de Chaewon quien metió sus manos a los bolsillos de su saco y buscó su teléfono celular con lentitud:

     — Deja eso, quítate el uniforme y vámonos ya. Estás de suerte porque Yerim tiene un espacio hoy — dijo Chaewon con aparente desinterés pero no era más que cansancio.

      Hyeju asintió con la cabeza y su jefa salió del cubículo, dándole privacidad a la joven para cambiarse sus prendas policiales y vestirse  con un hoddie y unos pants. Parecía que haría ejercicio.

      Cuando acabó, salió y se topó con su jefa que estaba vestida con ropa casual pero hasta cierto punto elegante. Su aroma era delicado y su nariz estaba algo irritada por el frío que hacía. Hyeju contempló su silueta sin que Chaewon se diera cuenta: su cabello rubio que se lo  había teñido hace poco,  se desordenaba por el viento que lo mecía sobre su largo saco beige, mientras que su aliento confirmaba las bajas temperaturas del clima.

     La observada giró la cabeza  y vio a una nerviosa Hyeju quien sólo atinó a sostenerle la mirada y dedicarle una sonrisa tímida.

     — ¿Quieres caminar, Son? La clínica está a 45 minutos a pie.

     — Por mí está bien jefa. ¿No hay autobuses que vayan hacia allá?

     — Sí los hay, pero talvez querías caminar un poco.

      — Es buena idea.

       Salieron de la delegación y se pusieron en marcha en total silencio durante los primeros diez minutos. Chaewon parecía cómoda con la compañía de Son pues le gustaba la tranquilidad. En cambio,  Hyeju tenía un revoltijo de pensamientos en su cabeza. Sus manos estaban frías y temblaban ligeramente por lo que su jefa le ofreció unos guantes que cargaba en los bolsillos.

     — Toma, los tejí yo misma para este invierno, úsalos para que dejes de temblar — rio sutilmente , — si quieres puedes caminar junto a mí para sentirte caliente. 

La joven friolenta le agradeció y se pegó cautelosa al cuerpo de su jefa.

     — Son, ¿has ido a consulta alguna vez?

      — Nunca he tenido lugar de ir.

      — Entonces hoy es tu primera vez.

      — Sí, gracias por acompañarme — le dijo sonriente. — Sus guantes son muy suaves.

      — Puedes quedártelos.

      — Inspectora  Park, gracias pero no puedo aceptarlos porque los tejió para usted.

      — Úsalos Hyeju, considéralo como un regalo de tu jefa— el tono en que lo dijo fue firme pero una sonrisa adornó su rostro.

      — Gracias — imitó el gesto. 

Los minutos ni siquiera eran percibidos por las dos jóvenes que intercambiaban breves conversaciones. Chaewon logró que Hyeju sobrellevara un poco su timidez cuando estaba con ella.

    — Tu sonrisa es linda, no sé por qué no sonríes más.

"Ni siquiera te lo imaginas Chaewon".

    — Es porque soy muy reservada.

    — Entiendo, siéntete en confianza conmigo. Pareces muy buena persona. El día en que llegaste al equipo me llamaste la atención...

"Oh, no, no puede estar pasando esto... Ojalá no fuera real el que usted me esté cediendo su confianza". Pensaba Hyeju incómoda. 

       — ... Ya sabes, conociéndote estas últimas semanas me pareces muy profesional e inteligente, haces mucho por el equipo. Quiero disculparme por dudar de tu trabajo la vez pasada, apenas nos conocíamos y te expuse de manera muy dura frente a los demás. Lamento eso, soy  muy perfeccionista con el trabajo y quiero que todo en este caso salga bien. Valoré lo que hiciste en aquella ocasión aunque no lo parezca.

     — Inspectora,  no tiene que disculparse, fue mi error no guardar aquellas colillas. A veces soy torpe, inexperta y hasta inútil por momentos, me lo dicen a menudo.

     — ¿Quién? — Chaewon frunció el entrecejo y la vio con atención.

     — Mi familia — mintió.

Chaewon paró en seco y le sonrió con cordialidad, para ella su subordinada hacía una excelente labor por lo que le habló con formalidad y firmeza:

      —No se subestime, tiene una gran capacidad agente Son, no dude de usted por favor.

      — Gracias por creer en mí, Inspectora Park.

      — Debes creer en ti primero.

"Ojalá que en mi tarea corrupta usted no estuviera involucrada, no se lo merece Inspectora Park".

      — Creeré en mí misma a partir de ahora. Gracias jefa, realmente nadie me lo había dicho.

"Inspectora Park, usted debe estarse preguntando  que quién podría haberme dañado tanto... quisiera responderle que fue Chuu...".

      — Disculpa que sea curiosa, agente Son... no sé si invado tu privacidad pero si algún día necesitas apoyo, cuenta conmigo. Puedes comentarme cualquier situación que sea difícil para ti. Te lo digo con estima y consideración, me pareces una buena persona.

      — Gracias, lo haré, jefa Park.

Deseaba decirle, mas existía información que no se debe comentar bajo ningún motivo...

Identidades Difusas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora