Identidades Difusas.

21: Locura.

     En los días despreocupados, Hyeju viajaba  a los circuitos deportivos más conocidos de Seúl y se distraía de sus ocupaciones viendo practicar a su hermana menor en la arena de peleas. Ella se lucía haciendo las llaves y enganches calculados fríamente para evitar lesiones o ser descalificada. Era toda una profesional y sus movimientos deleitaban al público que asistía a verla obteniendo victorias a pequeña escala. 

"¡Hyunjin!", coreó el público cuando dieron a conocer el nombre de la ganadora.

Agradeció a los asistentes y se dirigió a Hyeju:

    —¡Felicidades, Aeong!

   — Puedo darte un autógrafo luego — bromeó—, espérame, quiero ir a caminar contigo por el parque.

Saludó a otras personas del público y desapareció tras los vestidores para ducharse. 

 Hyeju fue a sentarse al graderío del lugar y revisó su celular buscando el contacto de Chaewon para mandarle un mensaje: 

"Sé que no te gusta recibir mensajes por Kakao, pero quiero que nos veamos fuera del trabajo cuando estés libre. Te extraño". Mensaje enviado. Estaba tan absorta que no sintió cuando alguien tiró un bolso al lado suyo, creyó que era de Hyunjin. 

   — Ya nos vamos Aeong, qué rápido te aseas.

   — ¿Aeong? No te confundas que yo soy Heejin.

"Heejin... ¿Qué haces aquí?". Pensó y  un escalofrío recorrió su espina.

   — Tranquila, tranquila. Parece que viste un espectro. Esta vez vengo como amiga tuya.

   — ¿Te haces llamar mi amiga luego de amenazarme de muerte?

   — Es que tenemos un pacto, ¿lo recuerdas?

   — Sí, pero tú no eres mi amiga.

   — Pero quiero serlo — tomó su brazo  confianzuda y le sonrió sincera.  Heejin era una sicaria pero su aura dulce podía derretir el corazón de cualquiera, hasta el de Hyeju.

   — Suéltame, no me gusta el contacto físico. 

   — Pero si te encanta que tu jefa lo haga — levantó la mirada y le dedicó un puchero enternecedor. 

   — Está bien, te acepto como lo que sea que consideres amiga, pero apártate que Hyunjin vendrá y no quiero que nos vea juntas.

   — Así que la chica que ganó es tu amiga, increíble. Si no te investigara de pies a cabeza me sorprendería de que esa talentosa atleta sea tan especial para ti. ¿Puedo pedirte un favor?

   — No.

   — Preséntamela, sería lindo charlar un rato y...

   — Estás loca, no quiero que te relaciones con ella. Hyunjin no puede estar cerca de ti, ya tiene demasiado conmigo y mis vínculos con gente de dudosa procedencia.

   — Pero si ella desconoce que tienes conexiones un tanto... macabras — la vio preocupada y deseando generarle una imagen de compasión para negar su situación de sicaria en vacaciones.

   — ¡Para de espiarnos! Te he dicho que no te metas con las demás... Ah, y no se te ocurra ponerle un dedo enci...

   — Hermana, ¿quién es tu encantadora amiga? — la voz de la atleta indicó su incorporación a la plática. 

    Hyunjin sonreía alegremente mientras Heejin le extendía la mano y se paraba para hacer una reverencia cortés. La agente policial se hundía en su duro y frío asiento de concreto al mismo tiempo que veía todo el espectáculo con los ojos entrecerrados.