En tres días la inspectora Park partiría a Estados Unidos. La joven lucía radiante, había retocado su cabello hacía poco y cada vez que los agentes de delegación la felicitaban por su viaje, les sonreía y causaba una aura de estabilidad y admiración; era la destacada y cortés superiora en la que confiaban. Sin embargo, su rutina dentro del trabajo sufrió unas extrañas modificaciones:Ya no socializaba tan abiertamente como antes, de hecho, se distanció de sus compañeros de división, exceptuando a su mejor amiga Jinsoul, quien era su única compañera en la hora del almuerzo. Comían encerradas en su oficina lejos del bullicio y caos del comedor de la estación. Esto inquietaba a Hyeju porque sabía que Chaewon escondía su verdadero estado en la impecable imagen de funcionaria entregada.
Para los ojos de la criminalista, la inspectora Park era esa mujer perfecta que guardaba celosamente su vida personal con quienes se sentía amenazada y herida... Por esta razón Hyeju hacía lo posible por evitarla. Era insoportable verla aparentando alegría, cuando ambas sabían que las cosas no estaban bien. Y precisamente, era algo que la atormentaba, pues quería disculparse, aunque se prometió no invadir el espacio personal y los límites de quien fue su novia.
La estricta relación de trabajo que mantenían se tornaba incómoda cuando se encontraban, en especial cuando la agente Son debía depositar sus aportes de la investigación en la oficina de jefatura. Cuando lo hacía, la inspectora Park desviaba la mirada y le ordenaba que dejara la documentación sobre una mesa lejana a su escritorio principal.
Justamente a eso se dirigía la pesarosa Son Hyeju:
— Jefa, traigo la evaluación psico-emocional del acusado en el caso de la señorita Jo Haseul.
— Gracias, póngalo junto a los otros archivos. Puede retirarse — respondió inaudible haciendo una mueca de estrés.
En ese corto lapso de tiempo, Hyeju la observó de pies a cabeza: a pesar de mostrarse sonriente, aún habían rastros del doloroso moretón que inflamaba su labio, para disimular lo cubría con un buen maquillaje aplicado con la mayor atención. Hyeju ató cabos y resolvió que Chaewon no comía en compañía de otros agentes para que no se percataran de la lesión.
Luego repasó sus manos, adornadas por muñequeras azul oscuro; durante esos días, Chaewon usaba un ligero suéter manga larga sobre su atuendo, con el fin de ocultarlas lo mejor posible del juicio ajeno. Sucedía lo mismo con la parte superior del uniforme: lo abrochaba hasta el último botón del cuello. Sólo así nadie más que ella, Hyeju y probablemente Jinsoul, sabrían del ataque. Hasta ese momento, la subordinada supo que Chaewon era una maestra del escondite.— Agente Son, necesito que firme el informe — solicitó Chaewon desde la entrada de su despacho, tendiéndole un bolígrafo azul.
Hizo caso al llamado, entró en la oficina y se inclinó frente a su jefa que la observaba de reojo. Luego le devolvió el instrumento, rozándole accidentalmente los dedos; la inspectora se disgustó.
— Lo siento, jefa Park.
No le contestó y buscó algo entre la papelería de su mueble.
— Inspectora, le deseo lo mejor en su viaje. Ojalá y pueda despedirme de usted cuando se vaya— confesó sincera.
— Gracias — contestó fingiendo desinterés.
— Oiga... — se quebró —, Chaewon, yo sé que no quieres saber nada de mí, pero necesito disculparme contigo por mi comportamiento. Lo siento mucho, fue un impulso que no pensé ni razoné...
Un suspiro saliendo de la boca de Chaewon le hizo retroceder, ya no deseaba lastimarla más. Quiso escapar de la oficina pero obtuvo unos cuestionamientos que le recordaron sus torcidas acciones:
— ¿Qué fue eso?, ¿un ataque de ira o un intento de homicidio? — preguntó con los músculos del rostro tensos.
— Chaewon, yo..., no sé qué decirte.
— Usted actuó como si le apetecía acabar conmigo... De cualquier forma, le sugiero retomar el tratamiento psicológico.
— Chaewon...
— Diríjase a mí formalmente. Ya no tengo ningún vínculo con usted — sentenció un tanto agresiva.
— Disculpe, jefa. No era mi intención causarle tantos problemas.
Sus miradas apagadas se conectaron comunicando los sentimientos guardados.
— Antes que se retire, quiero preguntarle algo: ¿quién es Jiwoo?
Chaewon no tenía esperanzas en que Hyeju le respondiera, primero, porque se encogió nerviosa y segundo, porque comenzó a temblar y a sudar.
— Parece que le incomoda hablar de este tema ¿Es Jiwoo una conocida suya o es producto de su mente?
— ¿A qué viene eso, jefa?
— Usted mencionó ese nombre, Son... Quizás no sea de mi incumbencia, pero si continúa con esos pensamientos, usted se convertirá en un peligro para otros y para usted misma — le dio la espalda mientras leía el informe que acababa de recibir.
Hyeju apretó los puños conteniendo su rabia: "Por fin sabes que Jiwoo existe en mi corrompida mente. Chaewon, cómo me gustaría que supieras que ella es nuestra enemiga a muerte, desearía decirte la verdad para que la encarceles pero si lo hago, perderemos más de lo que te imaginas, porque Jiwoo es siniestra y es más astuta que nosotras".
— Será mejor que mantenga su distancia, agente Son.
— Pero inspectora, yo... podría arreglarlo si usted me lo permite — suplicó.
— No estoy dispuesta a intentarlo, al menos no por ahora. No sé las razones por las cuales actuó así, y usted tampoco me esclarecerá mis dudas. Siento que no puedo confiar más en ti, Hyeju.
— Espero comprendas que todavía no puedo detallarte mis motivos.
— Seguramente ni siquiera tienes argumentos coherentes, nada justifica una agresión, eso es un delito y usted lo sabe perfectamente.
— Jamás quise hacerte daño, Chae, cariño...
— Pero lo hiciste. Tu semblante era distinto, a tal punto que creí que en verdad me matarías...
— Ojalá pudiera castigarme judicialmente, inspectora. Le prometo que retomaré las sesiones con Yerim.
— No me lo prometa a mí, prométaselo a usted — azotó el documento sobre el escritorio —. Agente Son, me duele decirlo pero lo mejor es que nos alejemos. No me busque, no me llame ni escriba fuera del trato laboral. ¿Entiende eso?
— Lo entiendo, jefa Park.
— Bien, retírese por favor...
___________________Gowon rubia es muy linda <3
Perdón por lo que se viene :(
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Identidades Difusas.
Fanfic"Lloró porque encarnó el refrán del lobo vestido de oveja". La experimentada inspectora policial Park Chaewon debe detener al poderoso grupo criminal Edén, con ayuda de su equipo de trabajo y en especial, con el apoyo de la asistente forense So...