13: Control.

51 5 0
                                    

       — Déjame decirte que por fin la has enamorado. Cuando las veo a la distancia, puedo jurar que estás llevando de maravilla tu tarea. Sigue así, Olivia Hye. 

    Apenas salió del apartamento de Chaewon, se reunió a toda prisa con la sicaria.   Hyeju no sabía el punto de encuentro, pero confiaba en que Heejin la observaba desde algún rincón remoto.  Acertó cuando vio una figura femenina parada a media calle, invitándola a incorporarse en un pasillo oscuro entre dos comercios cerrados: era el espacio de un basurero compartido. 

    Hyeju temía por la seguridad de Chaewon y se sentía aún peor luego de haber escuchado su relato.  Su respiración era pesada y sus manos sudaban como si acabase de lavar los platos de la alacena. Sentía cómo se asfixiaba en ese oscuro y vacío callejón mientras su vigía se le acercaba.

      — Chuu te manda un recado: dice que te prepares, pronto vendrá un cargamento de armas que necesita ser distribuido; además, la organización está falta de fondos y necesita sacar dinero de algún lugar...  Por cierto, ella te felicita por haber actuado tan bien en la escena de la Compañía Hotelera Jo. Gracias a que ustedes trabajaron en eso, la gente de Chuu pudo mover las armas sin levantar sospechas. Sigue así si no quieres  morir.

     — No te daré el gusto. 

     — Como sea, nadie ha logrado escapar de mí y tú no opacarás mi récord — mantuvo la mirada desafiante y  sacó un objeto de su bolsillo — , ¿vapeas?

    —No, no me ofrezcas algo que ha estado en tu boca.

    —Muchas cosas lo han estado...

     —¿Qué? — hizo una expresión de asco.

     —¡Ah! Olvidaba algo. Es tu garantía personal hacia mí, ¿cuándo me presentarás a alguien? — una nube de vapor cubrió el rostro de Heejin.

    — ¿Te urge tanto?

    — Tienes menos de seis meses y en cualquier momento, si llegas a fallar, Chuu me ordenará eliminar tu cabeza y...

   — ¿Me matarás con un tiro de gracia?...

    — Cállate y escucha, ¿nadie te ha enseñado que no es de buena educación interrumpir a quien habla?

    — Pues creo que no tiene mejor educación quien ejerce de sicaria.

    — Bueno... tienes razón, pero déjame terminar: haces mal el trabajo,  te elimino y yo me habré quedado nuevamente sin una recompensa después de vigilarte durante tanto tiempo.

    — Tengo tres observaciones a tu petición: uno, las personas no son "tus recompensas" ni deben ser cosificadas; dos, Chuu ya te paga mucho por matar gente por encargo y tres, no te obsesiones con encontrar el cariño de alguien si te dedicas a acabar con la vida de otros. 

Su rostro atónito  decía todo: Heejin no se esperaba semejante reflexión. 

     — Eres increíble. 

      La poderosa sicaria se derrumbó: deslizó su espalda contra la pared mientras le daba una bocanada a su cigarrillo electrónico. Metió su cabeza entre sus piernas y comenzó y suspirar sin perder de vista la presencia de Hyeju, quien la imitó y se sentó a escasos centímetros de ella; en su tercer encuentro, la agente percibió que la joven delincuente estaba sollozando,  por primera vez Heejin no le daba miedo.

     —¿Por qué no me arrestas? Soy tan vulnerable que puedes desarmarme. Es más, toma  — le tendió la pistola que sacó  del bolsillo en su cintura—. Eso es suficiente evidencia, ¿no crees? 

Identidades Difusas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora