Episodio 14

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En este cap se notarán más los cambios que he hecho de la historia original, pero les prometo que no será demasiado. La historia seguirá el hilo del juego, solo que con cosas que agrego yo.

Si notan una incongruencia (aparte de las del juego), por favor, avísenme.

Ahora sí, continúen su lectura.



Después de que Harry los soltó, ella se giró y dejó los brazos de Zion alrededor de su cuello, apoyando algo de su peso en él mientras veía a Harry, que les sonreía con complicidad y calidez. El albino empezó a explicar su plan.

—Empezando por el principio—la señaló—; tú no encontraste esas cajas por tu cuenta. Los tres fuimos al sótano, y por lo tanto las encontramos los tres—ella asintió, pero Zion protestó.

—¿Planeas mentirles a los otros chicos?—no parecía a gusto con la idea, y también sonaba sorprendido.

—Sé que es una mentira, pero TN corre riesgo—dijo, rascándose una oreja—. Podrían echarla si las sospechas crecen. Tal vez alguien podría matarla.

—¿Los crees capaces de algo así?

—Este es el apocalipsis, Zion, lo único que importa es sobrevivir, y aunque somos humanos, a veces los instintos son más fuertes—dijo ella, también algo sentida, pero era la verdad.

—Si decimos la verdad, tal vez no quieran escuchar lo que tiene que decir, o arriesgarse a descubrir si es verdad o no.

—...Entiendo tu punto.

Levantó la mirada, y Zion se veía algo abatido y afectado por la verdad. Pero debían ser honestos consigo mismos; aunque el ser humano tenga raciocinio, en situaciones de supervivencia se dejan llevar por sus instintos e impulsos más salvajes. Matar, dañar, desconfiar... todo eso viene con ser humano, tal vez por culpa de nuestros antepasados animales, tal vez sea por el fruto prohibido que la religión menciona y recalca cada que pecamos, o tal vez todos estemos enfermos, y lo único que hacemos es aprender a controlarnos hasta que no podamos más.

Sea lo que sea, así somos, y con eso en mente hay que tener cuidado.

—Quiero decir, estuviste sola en el sótano y eso es suficiente para que sospechen—continuó el pelirrojo—. Pero, ¿no deberíamos dejarla completamente fuera entonces?

—Lawrence no sería tan benevolente con nosotros—se sorprendieron ambos ante aquello.

—Para el carro, ¿Qué quieres decir con eso?—preguntó ella, alejándose del pelirrojo.

—Al parecer, Lawrence es especialmente bueno contigo—respondió.

—¿Ah? Yo no he notado nada—frunció el ceño, confundida.

—Hablamos de eso después—interrumpió Zion—. Entonces, vamos a mentirles a los demás.

—Es la idea—asintió Harry, dejando a Lawrence a un lado—. No me gustan las mentiras, pero siendo honestos, no puede ser un intruso—sonrió apenado—. Lo siento, sé que no suena a mí decir algo así.

—Está bien—aseguró el mayor. Ella asintió—. De hecho, ahora puedo verlo más claramente. Entiendo cuán serio es—el chico se rasca la cabeza, y se hunden en un momentáneo silencio que usó para pensar.

Harry tenía razón, y era un alivio que por fin había aceptado en voz alta que el causante de todas las desgracias que habían estado pasando no eran por un intruso o algún zombi dotado. Era lo que era, un compañero bromista o loco que la había perseguido en el pasillo, los había estado vigilando, causó la desaparición de Judy, la había encerrado en su cuarto, tenía acceso a la sala de radiodifusión y también había corrido al sótano, y anda a saber qué otras cosas hará en el futuro. No estaba dispuesta a descubrirlo, así que lo mejor sería atraparlo in fraganti o tener pruebas para inculpar a alguien. Era suficiente. Haría justicia por Judy, por sí misma y por los que sobrevivirán.

Compañeros Peligrosos || Tú Y Todos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora