Compañeros Peligrosos || Tú Y Todos.

Episodio 22

Se giró al nacimiento de la voz, encontrando a un desconocido de aspecto desalineado buscando a otro, preguntando al aire dónde se habría metido. Se estremece de nuevo en los brazos de Lawrence, y los ojos desorientados se cruzan con su grupo de gente, dando un paso atrás y mirándolos con sorpresa. Ella busca un arma con la mirada, pero el hombre se muestra pacífico al identificarlos como humanos.

Entonces, los ojos ajenos dan con el cadáver a un lado.

—¿F-Frank...?—pregunta al aire, aterrorizado.

Normal. Encuentras a tu compañero con el cráneo destrozado y manchando todo con su sangre y sesos... raro sería que hubiese actuado tranquilo. Siente cierta pena hacia él. Compasión, por haber perdido a un compañero a manos de otros seres humanos.

—¿Quiénes son ustedes?—habla de nuevo el hombre, girando su cuerpo en una posición desde la que se puede partir a correr con facilidad.

—Eh...puedo explicarlo—interviene Harry. El mediador del grupo. Manteniendo la calma y dando un paso al frente con cautela—. Pensó que éramos zombis e intentó matarnos... y solo estábamos defendiéndonos—miró de reojo a la persona a su lado—. Lo sentimos. 

—No hubiese acabado así si es que no nos atacaba primero—habló el castaño, indiferente—. Es una pena.

De nuevo, pensó en lo a la ligera que se tomaba la vida de las personas. Ni siquiera parecía perturbado mientras golpeaba la cabeza del identificado como Frank. A su cabeza llegaron las mismas preguntas de siempre, e intentó acallarlas para estabilizar su estómago y piernas aún débiles.

El hombre no parece para nada ofendido o aterrado por la actitud de su compañero. Mas bien se veía compasivo.

—Pobre hombre...—dice, rascándose la parte de atrás de la cabeza—. Sabía que esto pasaría...—miró el cuerpo—. ¡Te lo dije! ¡¿Por qué no me escuchaste?!

Más que enfadado o triste, parecía sentir pena por cómo había acabado la vida de Frank.
Ladeó la cabeza, curiosa. Empezaba a sentirse mejor. Al menos sus piernas estaban recuperando su rigidez, así que soltó al asesino y caminó cuidadosamente hasta poder agarrarse de Harry, frente al hombre. Casi se sentía como los niños al dar sus primeros pasos. Debía verse igual dando pasitos torpes e intentando tener a alguien a la mano para agarrarse si iba a caer.

—¿Dijo...que sabía que pasaría?—su voz también había dejado de temblar.

—¿Ha atacado a otros antes?

—Sí...no sé qué lo llevó a hacer eso—se cruzó de brazos—, pero terminó haciéndose cada vez más violento. Especialmente cuando se enteró de la Zona Segura, donde están las personas que no han sido infectadas. Él creía que todos fuera de la Zona Segura estaban infectados.

Alto ahí, loca.

Abre con demasía los ojos ante la nueva información. ¿Una Zona Segura? ¿Sin infectados? ¿En qué momento habían empezado a buscar a la gente? Pero... era un alivio. Los zombis dejarían de ser un problema, y no tendrían que seguirse arriesgando para conseguir comida. Tal vez podría encontrar a sus conocidos allí... la mitad de la pesadilla se iría a la verga.

—...¿Qué?—suelta Harry, también sorprendido—. ¿Una Zona Segura?

—¿Ustedes...no sabían?—el hombre se muestra confundido.

Mira a sus lados, y todos tiene  una expresión entre la sorpresa y el alivio. Todos menos... Sip, adivinaste.

Lawrence.

Este seguía como una lechuga a pesar de la buena nueva. De hecho, no parecía contento en absoluto, ni siquiera indiferente, más bien parecía infeliz. No le había gustado que les llegara esa información. Como siempre, el muy cabrón estaba escondiéndoles cosas, y una de ellas era esa. No le cabía duda de que él ya lo sabía y se los había estado escondiendo para seguir teniéndolos en su reino. No. No lo había dicho, para poder tenerla a su lado. Si llegaban a ese lugar, ella no vacilaría en abrir la boca e informar sobre un asesino en su refugio.