Compañeros Peligrosos || Tú Y Todos.

Episodio 15

Dejó de mirar la ventana, girándose para sacudir a Eugene en un intento de despertarlo, incorporándose y estrujándose los ojos cansados. El rubio se quejó y se encogió aún más con un quejido. Se levantó, y tomó con ambas manos la manta, tirando de ella y dejándolo descubierto. Los ojos avellanados la miraron mal, pero acabó levantándose con un bostezo.
Quiso ponerse los zapatos, pero se lo impidió enseguida.

—El piso está frío—se quejó el chico, susurrando con voz ronca.

—Lo sé, y lo siento, pero si escucha muchos pasos podríamos joder todo—susurró también.

El chico se veía adorable con el puchero, el pelo revuelto sin la gorra, y tirando de uno de sus ojos para permanecer despierto, con toda la mala leche del mundo.
Revisó a Ethan, que dormía plácidamente y salió al pasillo, haciendo ruido con la puerta intencionalmente, y Eugene la siguió de cerca, de puntillas para no hacer ruido, siendo sus pasos los únicos que hacían algún ruido.

Cómo se les ocurra a Lawrence, Zion o Harry salir al pasillo, me voy a tirar por la azotea.

Subió rápidamente las escaleras hasta el último piso, y una vez frente a la puerta de la azotea, rezó para que no chirriara. En chinga se puso a rezar 3 padres nuestros, y con el corazón galopando en su pecho, abrió la puerta, que no hizo ningún ruido. Celebró en silencio con una sonrisa y el frío aire golpeó su rostro, espabilándola.

—Brr~ que frío—se abrazó a sí misma, cerrándose la chaqueta.

—Ya estoy despierto—murmuró Eugene, con los ojos visiblemente más abiertos.

Pasaron unos 5 minutos cuando Harry subió, y pasó otro rato antes de que subiera Zion también, ambos soltando perezosos bostezos y abrazándose por el frío. Saludaron con voz temblorosa.

—Creí que no vendrías—le dijo al pelirrojo.

—Las chicas están dormidas, así que pude subir—dijo—. Bueno, ya que estamos todos, cuenta.

—Ok—primero cerró la puerta—. Ya tenemos al sospechoso, y somos cuatro. Podríamos unir a Sue, pero hay que ponerla a prueba y observarla bien.

—¿Por qué Sue?—preguntó Harry.

Se alejaron más de la puerta, hasta la valla.

—He notado que actúa raro cuando se trata de Law, y sería una gran aliada. Es bastante inteligente—sonrió—. Dejando eso de lado, somos de habitaciones diferentes, lo que veo que es de ayuda si hay otro comportamiento sospechoso o algo raro. Harry—llamó. Este la miró con atención—. Vigila a Lawrence. Si sale, entra, hace algo raro, esconde cosas... pero con precaución, ¿bien?—este asintió—. Zion, te encargo que vigiles y cuides de Scarlett y Hailey.

—¿Y eso por qué?—preguntó el chico, no muy contento con su pedido.

—Scarlett es muy lengua suelta, y Hailey tal vez demasiado nerviosa. Podrían correr peligro. Además, también serás nuestro guardaespaldas—eso pareció interesarle un poco—. Eres bastante fuerte, así que podrías luchar en caso de que a Lawrence se le ocurra usar la violencia, o a Ethan.

—…Está bien—asintió.

—Por Ethan no me preocupo demasiado. Solo hay que tener cuidado con la información que tenemos, ya que podría decírselo. Con suerte, no se dejara manipular por Lawrence si le pide que nos haga daño.

—¿Con suerte? Eso es muy vago—dijo Harry.

—Ethan no es una mala persona. Es bastante tranquilo, no debe ser capaz de matar a una mosca. Lo reclutaría de no ser porque-