El pánico los inundó al ver zombis entrar por las ventanas que rompían, y los que tumbaban la barricada contra la puerta al otro edificio. Tiraron de su mano, y la voz de Harry se alzó entre los gruñidos mientras los guiaba hacia una sala.
Fue todo tan... inesperado. Hace solo un momento estaban todos emocionados por su aventura a la Zona Segura, y ahora estaban corriendo por sus vidas mientras los zombis rompían ventanas y se estrellaban incansables contra la puerta. Su corazón iba a mil en su pecho, y ni siquiera la mano de Zion en la suya podía relajarlo. Hailey había muerto justo a su lado. Un poco más y hubiese sido ella la que se hubiera llevado el monstruo.
Jadeaban pesadamente, mientras la música retumbaba en las paredes del edificio. Una melodía alegre que ahora les causaba terror.
Esta vez, los zombis no se limitaban a quedarse en el primer piso, y se arrastraban o corrían, subiendo las escaleras detrás de ellos para intentar alcanzarlos y arrastrarlos a los infiernos.
Continuó su camino por los pasillos, asfixiándose con su propia respiración, y entonces notó que faltaba alguien. Cuando se giró, encontró a Harry siendo tironeado entre zombis, intentando escapar de allí antes de que fuera demasiado tarde. Una roca de desesperación se hundió en las profundidades de su estómago, y gritó para llamar la atención de los demás.
—¡Harry!
Entre jadeos, el albino subió la mirada, con los ojos cargados de dolor y miedo. Corrió hacia él, llamando su nombre, y rezando a todos los dioses existentes que por favor eso no estuviera pasando. Pero cuando Ethan se lanzó también a salvarlo y ofreció su mano, supo que no era ninguna broma. Quiso hacer algo, con el corazón en la boca y lágrimas empezando a empañar su vista.
Ya no puede escuchar nada. Todo sonido es ahogado cuando Harry niega con la cabeza, y las palabras más dolorosas que había escuchado en su vida salen de entre sus sonrientes labios.
—Es tarde. Ya me mordieron...
—¡NO!
Cuando se precipitó hacia él, Ethan rodeó su cintura con ambos brazos e impidió que la horda llegara a ella. Los horribles traqueteos y rugidos le erizaban la piel, pero más ver la figura brillante y viva de Harry entre su piel caída y oscura. Más le aterraba ver a Harry, su dulce y amable Harry, entre un montón de bestias que no tenían corazón ni razón. Más le dolía ver sus ojos llenos de pánico en su expresión tranquila, mientras su cuerpo se descomponía lentamente.
—¡Harry!—gritó, removiéndose—. ¡NO!
Vio como lo mordían, y los zombis se apilaban tras él para tener algo de su blanda carne, mientras él aguantaba el dolor y le dedicaba una de sus últimas sonrisas. Estiró su mano hacia él, consumiéndose en su propia desesperación. En su propio sufrimiento. Harry estiró la mano hacia ella, y sintió algo redondo en su palma, junto a su tacto cálido y húmedo.
—Harry...
—Sé feliz—dijo él simplemente—, y nos vemos cuando encuentren una cura para esto.
—No...—murmuró.
—Te amo.
Ethan atendió a la señal de Harry, y fue arrastrada lejos del albino, sin que pudiera hacer nada al respecto. Abandonándolo a su suerte en las escaleras del que había sido su hogar. Su refugio. En aquellas escaleras en las que compartieron parte de sus desastrosas vidas. En las que se prometieron mantener el contacto cuando todo aquello acabara.
Allí, donde lo halagó y pensó en lo lindo que se veía bajo la luz de la luna.
Se encerraron todos en una sala, moviendo rápidamente una barricada para detener a los zombis en el pasillo, que continuaban corriendo y haciendo ruido, con la música yendo tan alto que la sentía retumbar en su pecho.
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Compañeros Peligrosos || Tú Y Todos.
FanfictionEl mundo se ha convertido en un sangriento caos tras el brote de un virus que hace a las personas zombis. Al parecer, la ficción se ha vuelto realidad. Todo lo que antes había en abundancia y era normal, ahora escasea, teniendo que sobrevivir con lo...