Compañeros Peligrosos || Tú Y Todos.

Patrulla

Bajó las escaleras rápidamente, llegando al primer lugar del edificio que exploró ilegalmente, con Lawrence llegando justo detrás.
Tras un pequeño rato de discusión, Lawrence decidió que quería hacer la patrulla de esa noche con ella, y ella solo asintió, sabiendo qué lugar le tocaría ese día.

Llegaron al primer piso, que estaba frio como la última vez que bajó, solo que esta vez tenía un objetivo diferente, y estaba acompañada. Le llamó un poco la atención que la última vez que estuvo allí y Ethan la encontró, él iba solo, en cambio, ellos eran dos. Después de un momento de pensarlo, decidió que debía ser solo porque Ethan podía defenderse perfectamente solo, por lo que no corría demasiado peligro si se acercaban dos o tres zombis.

Miró la puerta con la barricada que impedía la entrada de los monstruos del otro edificio, preguntándose cuántos habrían de ese lado.

—¿Pasa algo?—pregunta Lawrence, notando su interés por la puerta.

—No, solo me preguntaba cuan-—se interrumpió a sí misma, recordando que Lawrence no sabía ni debía saber de su escapada nocturna de hace unas semanas—...cuan-do llegaron esas sillas ahí y por qué—se corrigió rápidamente, disimulando.

—Oh—dice solamente, y enseguida le cuenta la historia—. Solíamos quedarnos ahí. Es la puerta al edificio de la escuela media—sonrió con aire nostálgico—. Estábamos tan emocionados de encontrar un lugar seguro cuando recién llegamos.

Como ya se sabía la historia, no le prestó tanta atención como parecía, revisando cuidadosamente las ventanas mientras asentía y soltaba monosílabos, luciendo como si de verdad lo escuchara. Todo normal por aquí.

—Debió ser difícil para ti como el líder—dijo cuando pareció haber terminado, viéndolo.

—No lo era en ese entonces, pero sí—se sorprendió por lo primero, alzando las cejas—, fue difícil.

—Creí que eras el líder desde un inicio.

—Nah, habían muchas más personas para ese entonces, muchas más mayores que yo—sonrió con desinterés—. Supongo que pensaban que era muy joven para liderar. Pero ahora—esta vez su sonrisa se torció un poco, a tal punto que se alertó inconscientemente—...solo somos nosotros—pareció darse cuenta de que había caído en un trance raro, por lo que volvió a su calidez—. Como sea, me alegra que huyéramos a este lugar... es bastante seguro para nosotros.

—Estoy de acuerdo—asintió, aunque aún recordaba el episodio del pasillo y su perseguidor—. Aunque es una pena que se perdieran tantas vidas.

—Tienes razón en eso, pero bueno—se encogió de hombros—, la vida es cruel.

—La muerte es inminente, y cuando llega, llega—sonrió como reflejo, y también se encogió de hombros.

Lawrence revisó un panel de madera, y ella también revisó otro, mas allá, y también la pared. Habían pequeñas grietas, pero ninguna dejaba pasar aire, por lo que seguía siendo seguro. Siguió caminando por el extenso pasillo, mirando con detenimiento el lugar con la poca iluminación que brindaba la luna.

—Quizás podamos hablar un poco de nosotros mientras estamos aquí—eso le llamó la atención, y lo tomó como un juego de preguntas y respuestas.

—Empiezo yo, te haré una pregunta, y luego tú puedes hacer la que quieras—lo miró con entusiasmo, y él asintió—. Bien. Eras presidente de la...no—lo analizó un poco más—...eras parte del concejo estudiantil, estoy segura.

—Mmm, ¿puedes adivinar qué puesto?—alzó una ceja, desafiante.

—Uff. A lo mejor me equivoco, pero creo que eras el presidente—el chico aplaudió.