❪07❫

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𝙎𝙞𝙚𝙩𝙚

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𝙎𝙞𝙚𝙩𝙚

❝ 𝐏𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐛𝐨𝐬𝐪𝐮𝐞 ❞

Ya había llegado el fin de semana, mañanas silenciosas y con poca gente en el vecindario. Las calles estaban vacías completamente, extraño para un sábado. Quise visitar un rato a Alexandra ya que Julieta se la pasaba con Max y no quería interrumpir nada.

Toqué la puerta de su habitación y la abrí. Estaba acostada en el espaldar de la silla de su escritorio con la mirada fija al techo, su cara estaba completamente seria. En cuanto me vio sonrió con emoción y me invitó a que me sentara a su lado.

Vine a saber más de tu libro. —le sonreí curiosa.

La verdad, ahora mismo no se me ocurre nada más que escribir. —alzó los hombros con obviedad.

¿Qué tal si hablamos un rato? A lo mejor se te ocurre algo. —vi como sus ojos empezaron a brillar.

— ¡Claro! ¿Hay algo que te moleste o tengas que liberar? —me analizó físicamente.

Mi cara cambió de expresión, quizás debía contarle sobre lo que lloro todas las noches. El liberar todo es dolor como es debido en vez de estar reprimiéndome en las sábanas empapadas por las lágrimas de un amor imposible.

De forma tímida e insegura quise comentarle sobre mi mejor amigo de la infancia sin derramar gotas sollozantes por mis dos luceros amarillos. Ella escuchó todo con atención y sin soltar algún comentario absurdo o broma sobre el asunto. Por un corto segundo miré atenta a sus ojos, parecían no tener alma, como si en su interior hubiera apagado esa llama de la diversión y de la bella infancia que tanto nos hace sonreír. Su expresión era quebrada y con temática de luto, parecía que su alma había sido abandonada de su cuerpo por una milésima de segundo. Sabía que algo en ella estaba mal, ella siempre era la alegría de la casa, siempre en todos los lugares de la Tierra debía ser iluminado por la sonrisa con esta clase de personas, que siempre te hacen sonreír con sus palabras y disfrutas de su involuntaria compañía.

— ¿Sabes que yo haría con él? —comentó con una sonrisa aunque en el fondo sabía que no era real.

¿Qué?

Tomó en sus manos un muñeco cercano. Era un especie de león púrpura con melena blanca. Lo miró unos momentos y luego lo golpeó con el teclado de su computador dejando algunos intentos de palabras y signos en la pantalla. Después de segundos lo aventó hacia la cama y ahí lo dejó en paz. Reí por su representación a qué le haría a JungKook si lo viera. Era algo infantil pero divertido el procedimiento que utilizaba para demostrar su furia involuntaria hacia las personas que les parecían malvadas.

𝑹𝒆𝒅 𝑳𝒊𝒑𝒔 ━━━━ ᴊᴊᴋ ; ᴋᴛʜ[✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora