𝑹𝒆𝒅 𝑳𝒊𝒑𝒔 ━━━━ ᴊᴊᴋ ; ᴋᴛʜ[✔︎]

❪16❫

𝘿𝙞𝙚𝙘𝙞𝙨𝙚́𝙞𝙨

❝ 𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬 ❞

Eran las 9:22 AM, estábamos frente a la puerta de mi casa. Ya había pasado el malentendido de hace unas horas, JungKook se disculpó con mis amigos sobre su comportamiento. No iba a dejarlo irse, por lo que lo invité a que nos acompañara a casa. TaeHyung no habló más del tema y se fue hacia atrás del grupo, donde yo no podría hablar o interactuar con él.

Toqué una vez más la puerta de mi hogar.

Estaba orgullosa, JungKook se había hecho amigo de los chicos bastante rápido, por lo que me pareció genial, aunque no fue muy abierto con TaeHyung, se comunicaban, pero de forma formal y de temas algo aburridos. Las puertas de la mansión se abrieron.

— ¡Pero bueno, cuanta gente!

—Hola mamá, te traje a los chicos del bosque, como lo prometido. —le Sonreí y nos dejó pasar.

— ¡Al fin los conozco!, ¡oh, también está JugnKook!

—Buenos días Sra. Whiteley.

— ¿Quieren beber o tomar algo? —le ofreció amablemente a los chicos del bosque.

—No gracias Sra. Whiteley. —Le sonrió angelicalmente HoSeok. — estamos bien así.

Los chicos tomaron asiento siguiendo mis indicaciones y me coloqué al lado de madre.

—Mira mamá, él es HoSeok. —lo señalé y este sonrió moviendo su mano en forma de saludo. —Aquel de su izquierda es JiMin. —El nombrado colocó sus manos en forma de “V” bajo su mentón sonriente. — Este de aquí es NamJoon. — este hizo el signo de paz y amor mientras sacudía su mano. —y este último es TaeHyung. —el nombrado hizo una breve reverencia con su cabeza y sonrió sin mostrar los dientes.

— ¡Hasta que al fin los conozco! —Aplaudió madre alegre. —_________ me ha contado maravillas de ustedes.

— También __________ nos contó de usted. —Habló NamJoon. — es más hermosa de lo que nos dijo. —le dijo con respeto a la mayor del salón.

—Oh, gracias querido. —colocó sus manos en su espalda soltando un suspiro. —bueno cariño, los dejo, deben de tener mucho de qué hablar.

—En realidad quería mostrarles la casa.

— ¡Oh bien!, yo estaré en la cocina si me necesitan.

—Adiós Sra. Whiteley. —dijeron todos al unísono.

La mencionada se fue entusiasmada y con una sonrisa, al parecer los chicos le habían alegrado el día. Me volví a ellos y les sonreí con ternura.

— ¡Venga, hora del tour!

[ . . . ]

—Y esta es la segunda planta como pueden ver.

— ¿De verdad tantas habitaciones tiene esta mansión? —preguntó anonadado NamJoon.

—Sip, luego te acostumbras y se te hace normal abrir y cerrar puertas donde sea.

Los chicos del bosque junto a JungKook miraban todo, este último sí había estado aquí, pero no había profundizado cuantas habitaciones había en todo el lugar. Habían floreros, algunas estatuas pequeñas de cuerpos humanos o animales, y cuadros, muchos eran de nuestros antepasados. Me era raro ver a esas personas que ya no están con nosotros, implantadas en un cuadro, recordando algo tan ambiguo que alardeaban de ellos. Y luego estaba padre, a él era al que único yo si conocía. Siempre fue tan amado por todos, en su vida, trató siempre a los de nuestro Clan de que todos tuviéramos un trato igual, que no solo porque era el líder, no tendrían que tratarlo como tal, quería ser recordado como el amigo de todos, que nunca soltó algún comentario egocéntrico sobre su estatus, o tal vez del poder que tenía. Amado por todos en nuestro Clan, siempre fue un ejemplo de líder y padre, jamás faltó a una reunión sobre los Pura-Sangre, tomando siempre las mejores decisiones para todos. Como padre, jamás dejó que nos faltase nada, cumplía con todos los requisitos de padre ejemplar, repartía el cariño y el amor a sus tres hermosas hijas, orgulloso de que algún día, una de ella sería la líder y gobernara con la palabra de su tutor.

Me enorgullecía. Pero desde aquella mañana, no fue lo mismo, las charlas amistosas y el amor paterno se habían ido, dejando un vacío completo en la familia Whiteley, el Clan estuvo de luto por un año entero. Tanto le había afectado la pérdida de su líder en nuestro Clan, que muchos acabaron con sus vidas, no buscándoles sentido a la vida si no eran dirigidos por un líder, líder que fue asesinado de una forma nefasta, horripilante, inhumana. Definitivamente todo había cambiado, a mamá le había dado una depresión muy fuerte, y siendo yo una niña no comprendía por qué no quería salir de su habitación. Luego de unos meses se recuperó e intentó tomar la estabilidad de la familia, todos estábamos afectados, pero sobre todo ella. Lo amaba demasiado, había logrado enamorarla desde el día que la conoció, desde que se hicieron novios, desde que se casaron, y desde que tuvieron a sus tres niñas.

Actualmente, madre lleva el cargo de líder del Clan, pero trata de no involucrarse tanto ya que se agobia mucho. Por eso yo, __________ Whiteley, he esperado toda mi vida para ser la próxima líder y hacer pagar a esos malditos. Ellos me quitaron a la persona que yo más amaba en esta tierra, y yo, voy a quitarles todas sus tierras, todo lo que es de ellos, mataré a los de su especie hasta que no quede ninguno.

—_________... ¿estás bien?

Miré a JungKook preocupado, había colocado su mano en mi hombro. Sabía cuándo algo pasaba por mi cabeza, solía pasarme a menudo. Solo él era capaz de notarlo. Mi silencio lo ponía nervioso, mientras que sentía que algo líquido caía sobre mis mejillas. ¿Había estado llorando? Miré a los chicos, también se veían preocupados, incluso TaeHyung, era algo bastante conmovedor, pero a la vez desconcertante. Segué con algo de nostalgia mis lágrimas formadas involuntariamente por un irremediable deseo de tener a padre devuelta. No quise dar explicaciones y abracé a JungKook, él era el único de los presentes que sabía sobre mi historia, hundiendo mi cara en su cuello, buscando refugio de mis malos recuerdos y pasado, buscando algo de qué aferrarme y seguir respirando con normalidad.

Levanté solo un poco la vista y los chicos me miraban con tristeza, aún mis ojos bañados en lágrimas no cesaban, dejando un rastro de ellas por toda mi cara, mejillas y pómulos. Tanto volvía a mí, tantos flashbacks, jamás me sentí tan miserable y faltante de amor.

Por ultimo miré al otro amor de mi vida, su mirada era algo neutral mezclada con pena, sus ojos se notaban inexpresivos. Algo pasaba en su cabeza que era completamente desconocido para mí, incapaz de descifrar sus miradas y muecas.

Abrí los ojos expresivos, no lo había notado hasta ahora, abrazaba un chico el cual amo, mientras que el otro amor de mi vida, nos mira desilusionado.

Estaba enamorada de dos chicos.

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©littlebastard_