𝑹𝒆𝒅 𝑳𝒊𝒑𝒔 ━━━━ ᴊᴊᴋ ; ᴋᴛʜ[✔︎]

❪26❫

𝙑𝙚𝙞𝙣𝙩𝙞𝙨𝙚́𝙞𝙨

❝ 𝐀𝐥𝐦𝐚 𝐜𝐨𝐫𝐫𝐨𝐦𝐩𝐢𝐝𝐚 ❞

—Cielo, ¿qué es lo que querías preguntarme?

—Oh sí, es sobre… un diario.

La madre dejó los platos húmedos en manos de su tercera hija, haciendo la labor de secarlos. Asintió con la mirada fija en el agua que caía como cascadas en sus manos, dando señal a que continuara.

—Lo encontré hace unas semanas en el escritorio del tío Freddy. —soltó el paño húmedo y lo tendió para tomar otro seco y continuó. —Es muy poco lo que pude leer, pero lo que sé es que era de una chica.

Bien sabía y conocía a la perfección la historia del hermano de su difunto esposo, le parecía algo triste, pero era algo que había cargado con él durante años. Aunque él también había intentado enmendar sus errores, sólo lo hizo hundirse aún más, volviéndose un recuerdo nefasto e inconsolable.

—Sí. —la madre sonrió recordando, tomó la mano libre de su hija y la guio a la sala de estar, que se encontraba completamente solitaria. —fue escrita por una chica hace mucho tiempo.

—Sí, pude ver la fecha. —recordó que habían pasado doscientos años desde la última vez que habían escrito ese viejo libro de notas.

—Verás, hace muchos siglos. —indicó a que se sentaran. —tu tío Freddy…

— ¿Qué tiene que ver mi tío Freddy en todo esto?

—Déjame hablar y luego podrás comprender. —le sonrió con dulzura.

La menor sonrió y asintió.

—Como decía, tu tío Freddy era un joven galante, un tanto mujeriego. Allá en Inglaterra, 1819, conoció a una joven que pasaba casualmente por la plaza mayor, se deslumbró con su hermoso rostro y elegante vestido. Él se acercó a ella de una forma que jamás se había creído hacer, con timidez. Sus ojos lo cautivaban y solían darle escalofríos. Ambos se dijeron sus nombres y se conocieron, ella tenía el nombre de Lauren. Tu tío se había enamorado de ella a primera vista y no había un segundo en que no pensara en ella. Pero había un problema, Lauren estaba comprometida con otra persona y la amaba. Entonces tu tío, en un intento en que se fijase en él, asesinó a su prometido, según él para que solo tuviera ojos para él. Algo enfermizo pero verdadero.

Y pensar que aquel hombre con gafas y coleta aparentaba ser alguien pasivo y tranquilo. En su interior solo había dolor y un loco obsesivo, pensó en asesinar a todas las personas que rodearan a aquella pobre chica.

—La pobre humana-

— ¿¡Era humana!?

Más grande no podía ser su sorpresa cuando la líder del clan asintió tristemente.