❪28❫

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𝙑𝙚𝙞𝙣𝙩𝙞𝙤𝙘𝙝𝙤

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𝙑𝙚𝙞𝙣𝙩𝙞𝙤𝙘𝙝𝙤

❝ 𝐋𝐚 𝐜𝐚𝐫𝐭𝐚 ❞

Bueno, no importa. Debo irme, nos vemos nena.

Este se despidió primero con una cortés reverencia hacia el mayor y luego en un sacudir su mano se despidió de la chica, para luego oír por toda la habitación la puerta cerrándose. Rezó una y mil veces que su tío Freddy no la viera con mal cara ni le reprochara lo que daba la idea que hacían. Se giró lentamente tragando seco y no vio nada, la anatomía del hermano de su difunto padre había desaparecido. Aliviada soltó un suspiro y le agradeció mil veces al de abajo. Volvió corriendo a su habitación y miró la hora, 04:03 AM. Sobraba tiempo de hacer la tarea y delirar sobre lo que acababa de pasar hace unos diez minutos.

[. . .]

Mientras tanto, unos minutos antes, cerca de la ciudad. Se encontraba un vampiro indeciso sobre su propia decisión, estaba vestido con un elegante traje negro de gala. Con visibles nervios, desajustó su corbata color vino, sentía que si se arreglaba aún más, se ahogaría en su propio delirio. Observó una vez más su reloj de pulsera, parecía desgastarlo con la mirada, pero con el material dorado que había sido fabricado se le haría difícil. Cuando la campanita sonó sintió como si le sacaran una estaca, una alegría recorrió su fría sangre y recibió con los brazos cruzados el puñal de flores. Dio en efectivo a cambio del encargo y comenzó su partida. El esbelto vampiro del siglo veintiuno paseaba, en su mirada se encontraba la desconfianza pero en el otro lado estaba la esperanza, ambos juntos de la mano, equilibrando su alma para no caer al vacío. En sus pies se demostraba la valentía de sus pasos, cada uno más y más cerca de la verdad, su objetivo era uno, y dudaba en conseguirlo o no. Pero no se quedaría con los brazos cruzados, se pondría su armadura de la verdad, equiparía su espada Valentía, montaría sobre su fiel corcel Seguridad y se enfrentaría al dragón Miedo. Caballero con brillante armadura e intrépido coraje se deleitaba con las diferentes victorias que podría lograr a cumplir, teniendo el mismo deseo en todas. Su camino pronto acabaría, cruzando las diferentes calles hasta alejarse de la ciudad, viendo las luces fosforescentes de locales veinticuatro horas abiertos, el frio de la madrugada endurece sus dedos, pero al no tener pulso, no cae en cuenta sobre eso. Una luna, un tanto delgada, lo observaba y cuidaba desde la lejanía del espacio, cuidándolo como una madre, como una guardiana. Su vigor se traslada a sus labios, sin poder evitar el estirar sus labios y mostrar la fila de sus dientes incluyendo colmillos. Ante sus amarillentos ojos solo podía imaginarla, el pensar que conocía como la palma de su mano a esa chica, lo desconcertaba. ¿Cómo no se había dado cuenta aquel pobre diablo que tenía la felicidad infinita delante de él? Solo era cuestión de una diferente perspectiva para poder comprobarlo, eso y una buena ración de piscología.

A unos pocos minutos, estaba su propósito. Se echó el aliento unas incontables veces hasta estar completamente seguro, sus párpados se quedaron fijamente a una persona. Alguien había salido de esa casa, notó a la perfección de quién se trataba cuando lo escuchó reír. Era él, él otra vez, pensando en la mala suerte que siempre tenía al encontrárselo en los momentos menos oportunos. Con fuerza apretó su regalo, algo que se había dedicado a elegir según el pensar de ella, intentando entrar en conciencia, arregló como pudo los daños, después de verlo marcharse con una sonrisa enamorada en su rostro.

𝑹𝒆𝒅 𝑳𝒊𝒑𝒔 ━━━━ ᴊᴊᴋ ; ᴋᴛʜ[✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora