𝑹𝒆𝒅 𝑳𝒊𝒑𝒔 ━━━━ ᴊᴊᴋ ; ᴋᴛʜ[✔︎]

❪19❫

𝘿𝙞𝙚𝙘𝙞𝙣𝙪𝙚𝙫𝙚

❝ 𝐄𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐃𝐢𝐚𝐛𝐥𝐨 ❞

¿Y cómo describir lo que sentía? Aquel día, aquel maldito día la atormentaba cada noche, cada pesadilla. Aquel día había conocido lo que era la verdadera furia, todo su ser se llenó de rabia, como un vaso siendo llenado por el líquido transparente aparentemente vital para la vida. Su cuerpo temblaba colérico, sus dientes chirriaban bajo sí mismos, sus puños estaban presionados con tal fuerza siendo capaces de romper las piedras, las venas de la frente y el cuello sobresalían sin disimulo. Sus ojos no mostraban más que sus inmensos deseos de matar, siendo consciente de que cualquier cosa o persona que se le posicionara frente a sus ojos no dudaría un milisegundo de ejecutarlo sin ningún remordimiento.

A cada paso que daba, sus ser y alma ansiaban en llegar a su destino para poder conceder las plegarias que tanto se propuso a cumplir hace décadas. El bosque presenciaba toda su anatomía descargar la rabia a los zarpazos que le daba a los árboles o algunos troncos de aquella inmensa arboleda. Las criaturas pequeñas se escondían ante, a sus ojos, una horrible bestia desbordada de furia mientras que gruñía y gritaba; mientras que los animales más grandes intentaban huir de la nueva amenaza para el boscaje. Aquella criatura bruta y en busca de venganza parecía que sería respetada por algún tiempo, siendo la causante de romper la armonía de tal pacifico lugar. Ya ningún animal se encontraba allí, solo la mujer que probablemente aún continuaba enojada.

Lanzaba patadas y puñetazos al aire; o a viejos árboles decaídos por el tiempo, en aquel lugar sólo se escuchaban palabras prohibidas y lamentos de no haber hecho algo tiempo atrás. En una ocasión logró derribar uno que otro pino por solo capricho de sentirse poderosa, una forma un poco injusta de desquitarse. Se repetía que la naturaleza no tenía por qué pagar por sus reproches y…

Tomó la decisión.

Al fin el bosque pudo descansar y respirar con natural cuando la nombrada “Bestia” lo abandonó con notable rapidez. Adentrándose aún más en él, donde la niebla era aún más espesa que antes y las criaturas no habitaban tal región. ¿De verdad la Bestia estaba consciente de lo que deseaba hacer? Tal vez sí, tal vez no, pero lo haría según se lo dictara sus fantasías. La menor de sus preocupaciones era si vencía o no, sólo con el intento quedaría satisfecha. Tampoco por su mente pasaba la posibilidad de morir en el intento.

La fémina con alma de bestia detuvo sus pies, uno al lado del otro. La frente en lo más alto y honorable de las alturas, sus manos aún traía algunos rasguños y golpecitos de su berrinche, las mantenía abiertas. Su vestimenta era neutral, un vestido blanco, un poco sucio por el césped y unas botas de tacón bajo y una pulsera en cada muñeca.

El clima no era su mejor amigo en esos momentos, la oscuridad y la humedad se daban de la mano en su travesía, angustiado cada vez más su humor, lo que la ayudaba a dar más alientos a su venganza. Las nubes eran disipadas al aire que sacaba de sus pulmones, la temperatura había bajado notablemente pero eso no le afectaba en lo más mínimo.