𝑹𝒆𝒅 𝑳𝒊𝒑𝒔 ━━━━ ᴊᴊᴋ ; ᴋᴛʜ[✔︎]

❪20❫

𝙑𝙚𝙞𝙣𝙩𝙚

❝ 𝐂𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧 ❞

—No puedo creerlo.

Estalló seguidamente en sonoras carcajadas, el rubio que reposaba en el gran sofá rojo, tomaba su estómago mientras intentaba no caer por su falta de equilibrio. Los otros dos los miraban con una sonrisa, mientras que una pelirroja intentaba aguantar la contagiosa risa del más bajo y el pelimarrón a su lado se cruzaba de brazos con un puchero en los labios. Los cinco descansaban en la cómoda cabaña, a los pies de una chimenea, la lluvia había dejado un poco de su gélido aliento a la casa, por lo que era necesario mantenerla encendida.

—Aún me cuesta creerlo. —carcajeó el más alto.

— ¿En serio __________ casi te saca medio pulmón? —carcajeó igualmente TaeHyung.

Este último le había hecho gracia toda la situación, por lo que no perdería la oportunidad de reír en vez de aguantarse y verse completamente serio. En cambio la joven disfrutaba contemplar a Tae reír, le parecía lo más tierno ver su deslumbrante sonrisa cuadrada, aunque no era la primera vez que lo veía de esa forma, esta para ella había sido una de las mejores, siendo ella la causa de sus risas.

— ¡Pero en serio dolió! —se quejó el desafortunado.

—Pero si hace veinte minutos me habías dicho que no te dolía. —carcajeó la mujer del grupo.

—Si…, pero era para no preocuparte. —se cruzó de brazos haciéndose el ofendido.

Los restantes continuaron riendo a gusto mientras que el lesionado sobaba la zona afectada.

— ¡No se burlen de mi dolor!

—Ya querido Hobi. —le contestó JiMin. —No puedo con tanta ternura.

— ¿Yo? —Se señaló a sí mismo— ¿tierno?

La pelirroja se recostó y mejoró su vista hacia HoSeok, haciendo que el último mencionado la mirara curioso. Le respondió cuando notó su singular mirada sobre ella, pidiéndole con esta en qué pensaba.

—Me recuerdas a alguien.

— ¿Y se puede saber a quién?

Le sorprendió quien preguntara fuera nada más y menos que TaeHyung, soltó un suspiro y lo miró sonriente.

—A mi hermana Alex.

Todos la miraron intrigados.

—Dudo realmente que la conozcan. —miró a otro lado un poco desconcertada.

—Tal vez… —pronunció lo que para ella parecía un ser celestial. —podamos conocerla la próxima vez vayamos a visitarte.

¿O sea que habría más veces?

Al parecer el perro rabioso se transformó en ángel caído. Pensó la pelirroja.

El escenario lo ofrecía, al parecer levantarse esta mañana y mirar el amanecer, hasta que uno de sus compañeros de vivienda viniera quejándose de dolor mientras que lo acompaña la joven. No era para mal, pero le era chistoso. Notablemente estaba de buen humor.

Aquel comentario también había tomado de imprevisto tanto a la chica como a los demás chicos que conformaban el grupo. En parte se sentía feliz, habían entablado una conversación sin tener que uno molestar al otro, había progresado, solo un poco, pero lo había hecho. Asintió feliz como respuesta y llena de esperanza.

— ¿Hola? ¿_________ llamando Tierra?

— ¿Qué?

—Nada boba, que vamos a revisar a Hobi a ver si no lo apuñalaste. —soltó en forma de broma NamJoon.

El mencionado, un poco harto de esa broma, le dio un codazo al bromista y seguido JiMin rio:

—Ahora vamos a ver a dos apuñalados.

HoSeok y NamJoon lo miraron incrédulos para luego dedicarse a subir al segundo piso.

Ambiente más armonioso no podía ser, pues los querubines espantaban a todo mal que se enfrentaran. Esta dispuesto a soltarlo, soltar todo mal, para no sufrir solo, arrancar la mitad de malevolencia que cargaba su alma. Esclavo de los malos recuerdos y marcas que le dejó el pasado. Quería compartirlo, no para hacerla sentir mal, sino, para demostrarle que le importaba. Pues le había tomado algo de aprecio estos últimos tiempos, no iba a decir que estaba enamorado, pero si se sentía a gusto junto a su presencia.

Todo esto por parte de él.

— ¿Y cómo estás? —preguntó ella.

— ¿Estás tú realmente bien? —preguntó igualmente él.

— ¿Yo? —se señaló. Él asintió. —no creo que específicamente bien.

— ¿Por qué piensas eso?

—Yo…—negó. —hace unas horas, me di cuenta de que tengo un deseo en esta vida… ¿pero y si no soy capaz de conseguirlo?

Entrelazó sus dedos con la mirada baja. TaeHyung comprendió. Tomó sus manos con las suyas en forma de consuelo.

— ¿Sabes? —dijo él. —yo también tengo un objetivo, y estoy convencido de que podremos lograrlo.

La de hebras rojas se sonrojó sin disimulo, ni en sus mejores sueños se vio compartir algo de sus anhelos, mucho menos con él. Pero ¿quería solo eso? ¿Compartir aspiraciones? Quería más, necesitaba más.

—Oye… —la chica le miró atentamente. —yo… quería disculparme.

¿Ahora a qué se refería con disculparse?

—No he sido buena persona contigo y te he tratado muy mal.

—Oh, ¿eso? No es nada.

Sabía que no era verdad, pues le dolía en todos los sentidos que la ignorase o siquiera la mirara, ahora entendía su rabieta anteriormente…, había sufrido el mismo trato que la autora del diario. Por otro lado, rezaba que no hubiera sido demasiado molesto con su actitud, bien pues, ella no era HoSeok ni JiMin que lo conocía hace años y sabían sobre esa forma hostil de él.

—Es en serio, lo siento mucho. —la miró fijamente arrepentido. Ella lo miró igualmente con una sonrisa. —prometo no volver a ser así cerca de tu presencia.

—No me gustaría que fueras un perro rabioso con otras personas. —sonrió la chica con su codo apoyado en su rodilla y su mano en la barbilla.

—Lo siento nena. —habló igualmente burlón. —no pienso cambiar mi personalidad porque solo me lo pidas.

—Vale, pero no me trates feo. —sacó su lengua de forma infantil.

—Lo prometo. —colocó su meñique.

— ¿Con el corazón? —le imitó.

—Con el corazón.

Finalmente pudieron cerrar su promesa con un entrelazamiento de meñiques y una sonrisa, tanto sincera como infantil.

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©littlebastard_