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𝙏𝙧𝙚𝙞𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙨𝙚𝙞𝙨
Advertencia: Capítuloextralargo.
❝ 𝐋𝐚 𝐯𝐞𝐧𝐠𝐚𝐧𝐳𝐚 ❞
- ¡Despierta maldita sea!
Sintió sacudirse su cuerpo, lo había desorvitado completamente, se sentía vacío, sin vida. Fue entonces que la miró, sus ojos se abrieron ligeramente. Allí estaba ella, veía cómo sus labios se movían, pero no lograba escuchar nada. Observó a su alrededor como sus amigos intentaban atacar con todas sus fuerzas a la nueva amenaza. Fue entonces que sus pupilas se dilataron, volvió al presente. La joven vampiro ayudó al joven Kim a levantarlo, pues había estado incado mientras movía su cabeza alentando de que todo terminara. Aún no terminaba, tenían como objetivo central hacer pagar al traidor. Miró al frente, allí estaba él aún, esquivando los ataques que daba el joven Min, intentando dañarlo.
¡Debo hacer algo! pensó con desesperación. ¿Pero qué podría hacer un simple humano? No tenía poderes, muchos menos era una criatura sobrenatural. Chasqueó la lengua sintiéndose inútil, tiró su cabeza a un lado, desesperándose, viendo como su amada se acercaba al enemigo con ferocidad. Este último se regocijaba, como si fuera un simple juego de niños. Eso lo enfureció, ¿cómo se podía sentir tan poderso siendo uno contra ocho? Estudió su alrededor una vez más, encontrando una vieja espada. Una antigua reliquia de la familia, llevaba más de mil años en la familia Witheley, algo de lo que desconocía TaeHyung. Con algo de torpeza, logró estabilizar la espada, pues esta era muy pesada para verse tan ligera. Desenvainó la espada, y el brillante metálico gris pareció tan resplandeciende como el mismo día que la habían forjado. Se sentía algo patético empuñando una espada, pero no era el mejor momento para pensar en ello. Aprevechó una oportunidad la cual Freddy estuvo de espaldas para lanzar un gran corte horizontal. Quedando anonadado, el vampiro no estaba en donde se suponía, una corriente eléctrica recorrió su espina dorsal, escuchando la estruendosa risa a sus espaldas, sin dudar dio un espadazo dándose la vuelta, tampoco esta allí. Miró confundido a sus compañeros de batalla.
Las carcajadas resonaban a sus alrededores, la pelirroja desbordante de rabia empezó a gruñir, mostrando sus colmillos y garras. TaeHyung abrió sus ojos con sorpresa, parecía estar endemoniada, se veía a metros su sed de sangre, por lo que no se interpondría en su camino de derrotarlo.
- ¡Da la cara maldito cobarde!
Sintió su corazón pararse, aquellas palabras sacadas de un grito por parte de _________ le intimidaban. Sintió que ya no era esa tierna chica de la que se había enamorado, esta era una nueva faceta la cual tendría que estudiar a la perfeción. Una bestia era rebelada en los colmillos de la pelirroja, sedienta de lo que sería su nuevo objetivo, la verdadera y legítima venganza.