❪30❫

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𝙏𝙧𝙚𝙞𝙣𝙖

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𝙏𝙧𝙚𝙞𝙣𝙖

❝ 𝐏𝐚𝐫𝐚𝐢̄𝐬𝐨 𝐢𝐧𝐯𝐞𝐫𝐧𝐚𝐥 ❞

Una quimera a los ojos del mundo caminaba por un terreno desconocido, con sus ojos como arena esparciendo su mirada por todo su alrededor. De arriba a abajo, de abajo a arriba, inspeccionando con sus dos luceros topacio a todo ser humano y no humano caminar a su alrededor. Su sonrisa tan tenue como el velo de cuna, que se mece a la merced del viento. Sus maletas, como dos perros fieles la seguían a todas partes, resonando en todas las calles de la ciudad Bucarest. Como todo mes de enero, el frío congelaba hasta al más solitario ermitaño. Extraños paseaban por su alrededor notando la gran belleza del espectro nocturno, sin notar mucho eso, se dedicó a admirar los faroles de la tarde-noche adornando las congeladas calles.

Su viaje había sido agradable, no iba a mentirse. Pensaba la mayor parte del recorrido a abordar el avión de que tendría que pasar su partida con alguna persona molesta a su izquierda durmiendo sobre su hombro, o el de una madre con la ardua labor de callar a su hijo. Sin embargo su cabeza le mintió totalmente, su viaje había sido silencioso, tal como sus esperanzas esperaban. Pudo descansar las dieciocho horas, tuvo espacio de sobra para acomodar su espalda y dormir plácidamente. Soltó un suspiro al ver las pequeñas luces redondas terminarse en el camino. Debía tomar algún auto hasta Transilvania, no había de otra, podría ir andando a pie pero tardaría dos días y eso era algo que quería evitar a toda costa.

Sus pies jugueteaban mientras buscaba alguna parada de bus, principalmente de sentir la nieve sobre sus pies. Nevaba con el hermoso color naranja del ocaso, marcando sus nubes nubladas en hermosas llamas en la inmensidad del cielo. Sus mejillas rojizas se comparaban con los últimos rayos del sol a la vista, sonriendo con las nuevas sensaciones que experimentaba a cada marca dejaba en la nieve tras sus pies. Sus dos gemas amarillas veía, como una niña, la última sonrisa del sol antes de despedirse. Un manto gris acompañó la risa de la vampira cuando notó las estrellas debutar, pocas nubes se reunieron en el vals de los copos de nieve. Uno calló en su nariz, sonrió.

Llevó su mano al opaco collar que traía cuando vio un auto acercarse, sonrió al conductor, indicando su dirección sin mucho trabajo. Sacudió sus botas y se deshizo de la nieve sobre su empeine, agradeció la hospitalidad del rumano al atenderla en aquellos horarios nocturnos. Entró y acomodó sus maletas a su lado. Estudió cada carretera que sus ojos detectaban, cada bache que saltaran, cada árbol a su alrededor. Notando cómo en mínima de segundos salían de sus escondrijos, animales teñidos de blanco. Sin una luna presente, las estrellas bailan a ver quién es la más brillante de todas, siendo la estrella del norte ganadora del certamen. Acompañada con una canción residente, empezó a delirar con risas, hoy soñaría, soñaría sin cesar.

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Sólo la decisión de uno, solo uno podría ganar. Ambos amantes de su pensar peleaban entre sus miradas la atención de una mujer, a la que no era clara de ver. Su silueta negra les era más que suficiente el motivo para competir, sabían lo valioso que era esa ninfa para ellos. Algo tan preciado, más que el oro, más que el diamante, el corazón de una chica de cristal, frágil y brillante. Con los sentimientos más transparentes, sus buenas intenciones y conversaciones lo eran todo, sus dos ojos, dos luciérnagas que se pierdan en las cosas más pequeñas pero bellas. Dando la respetable importancia a las pequeñas y sencillas cosas que hacen feliz al ser humano, siendo la única razón de esos dos hombres bajo una lluvia dorada y arrodillarse ante ella.

𝑹𝒆𝒅 𝑳𝒊𝒑𝒔 ━━━━ ᴊᴊᴋ ; ᴋᴛʜ[✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora