Capítulo 74: Despiadados

20 0 0
                                    

_ Me desprecias y aún así necesitas mi ayuda para no perder una mano. _ Dice Addison, cubierta de su propia sangre detrás del experimento inconsciente.

_ ¿Sigues viva? Después de esa caída es un milagro.

_ No me digas. Mátala ya, no tenemos todo el día.

_ La caída debería haberla matado, encargate tú.

_ Si, pero ella cayó encima mio, y la zorra me dislocó el brazo izquierdo, no puedo abrirle el cráneo. Hazlo tú con tu daga.

_ Necesitas esto, tu misma me lo dijiste. El almirante está encima tuyo, y matarla aun después de fallar de la forma inicial podría distraerlos por un tiempo.

_ ¿Acaso no escuchaste? No puedo, aunque quisiera.

_ Puedes hacerlo y poco importa lo que quieras ¿no crees?

El silencio entre ellos es ahogado por el resto de disparos entre las unidades comunes. Ella se acerca a su compañero y le saca la daga de las manos, se arrodilla sobre 304 y le clava la daga en la nuca.

_ Debería ser suficiente. _ Murmura Noah.

_ Ayúdame a llegar a la enfermería, esa caída me costó unas costillas.

_ Pensé que sería más duro acabar con ella _ Dice él, ayudando a su compañera a levantarse.

_ No es lo importante, nos dió una buena paliza.

_ A tí nomas, por la caída.

_ Ayudame a ir a la enfermería, luego el sargento mayor se encargará de mover el cuerpo.

_ Debo seguir peleando contra las unidades comunes, seguro puedes arrastrarte hasta allá.

_ ¿Es un chiste de mal gusto? Acabo de caer de la altura de un edificio mediano y Black cayó encima mio, ahora ella está muerta, ni siquiera deberías preocuparte por los soldados comunes, van a caer como moscas después de esto, sin contar que acabo de salvarte ¿Y no puedes ayudarme a llegar a la enfermería?

_ No es mi problema, arreglate tú sola. _ Dice Noah, dandole la espalda y corriendo al frente de batalla.

Addison se obliga a caminar hasta la enfermería, sintiendo un dolor insoportable de solo respirar, y al llegar uno de los enfermeros la atiende rápidamente, lavando, desinfectando y suturando las heridas en su cuello, espalda, y piernas. Mientras tanto, Noah continúa atacando a las unidades de Nurai, despedazando sus cuerpos a mordidas y un pequeño grupo de soldados de alto rango se acerca al cuerpo de Black, ya humano.

_ Carguenla en uno de los vehiculos vacíos de soldados y llevenla al centro de investigaciones central, el Almirante va a encargarse del resto.

_ Teniente, se que no deberíamos hacer preguntas por nuestro rango, pero ¿deberíamos estar robando el cadaver de la hija del Capitán General del país enemigo? Parece poco ético.

_ Es por las investigaciones, Alferez. No está en posición de saber ni preguntar nada más, limítese a mover el cuerpo.

El Alferez se agacha al lado de Black y se dispone a agarrarla cuando ella se da vuelta y con su navaja, le abre la garganta en dos, y se arrastra hacia atrás. Ve como él se desangra en segundos y va la mirada del Teniente con sus ojos dorados.

_ ¡¿COMO DEMONIOS SIGUES CON VIDA?! _Grita el hombre, horrorizado.

_ Como voy a saber. _Murmura ella, mirando su cuerpo lleno de sangre de pies a cabeza y lleva su mano libre a su cuello, donde siente su herida cerrarse. _ No se que iban a hacer con mi cuerpo, pero no van a poder hacerlo.

_ ¿Como es que? _ Murmura él, mirandola horrorizado.

Black saca su pistola de su cinturón y le apunta al hombre, se pone de pie con dificultad y empieza a caminar hacia atrás.

_ Kurenai, baje esa arma, solo necesitamos que vengas con nosotros.

_ ¡ALEJATE! ¡NO NECESITO ESO! ¡PUEDO SALIR DE AQUÍ POR MI CUENTA!

_ Tus tropas están lejos de aquí y están siendo derrotadas por 532 y nuestras tropas.

Black, o al menos quien se ve como ella, dispara y el Teniente cae muerto al suelo. Ella empieza a correr al frente de batalla, evitando la mayoría de tropas.

Black Kurenai: La Guerra (Boceto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora