_ ¿Acaso estás sorda? ¿no escuchaste? Somiya tiene dos experimentos como tú.
_ ¿Como es eso siquiera posible?
_ Igual que por aquí, ellos tienen investigadores Kurenai. No es el punto, van a masacrar a todas las unidades si no vienes con nosotros.
_ Si pueden con todo el ejercito van a poder conmigo Sargento. No voy a caer en los mismos trucos que mi padre.
_ ¿De que hablas?
_ La muerte de los soldados, de todos ellos no es ni será culpa mia. No soy yo quien inició la guerra.
_ No veo como esto viene al caso.
_ No soy como él, se de lo que soy capaz y sé cuando alguien solo quiere aprovecharse de mi situación. Apreciaría que no use la vida de mis compañeros para llevarme a batalla.
_ Black, lo siento. Tienes razón, pero necesitamos tu ayuda.
_ Tendré que ir de todos modos ¿Por qué te importa tanto venir a buscarme?
_ Necesito saber que estas de nuestro lado.
_ ¿Nuestro?
_ El de Nurai, por supuesto_ Dice Tae, dudando un poco.
_ ¿Por qué no lo estaría?
_ Miedo. No sería la primera vez que un soldado preferiría dejar su puesto.
_ No es mi caso. Ahora sal de mi camino, tengo que ir a las unidades de transporte.
Black salió furiosa de su habitación, corriendo junto al resto de soldados hacia la salida del complejo militar. La tensión se sintió en el aire en todo el camino hacia San Lorenzo y al llegar, la situación fue a peor.
El olor a sangre en el aire, la polvora y los sonidos de armas se hicieron evidentes, acompañados de chillidos agudos y gruñidos a la distancia. Un escalofrío pasó por la espalda de la chica, para ser reemplazado por determinación. Al acercarse al area donde la batalla estaba siendo librada, Black por fin pudo ver contra quienes iba a enfrentarse, y ellos parecieron notarla al mismo tiempo.
Una chica de pelo plateado a los hombros y alas de águila, con garras oscuras y demasiado grandes para sus manos humanas, ojos dorados y sin vida que la miraban fijamente, con sorpresa. Y el chico, de pelo castaño oscuro atado en un rodete, su boca estirada hasta sus orejas, dejando ver una lengua amarilla bifurcada, una cola llena de escamas con un tono verde opaco y ojos oscuros, casi impacientes al verla. Ella reconoció esos ojos oscuros del ataque a la frontera noroeste.
_ Addison_ Dice 532.
_ Yo la ví primero. _ Dice ella, levantando vuelo y acercandose a Black en picada.
Ella apenas tiene tiempo de reaccionar, saltando a un lado para evitar las garras de su oponente. El batallón se dispersa, alejandose de Black. Aún sorprendida por el ataque tan repentino, la hija de Roger camina hacia atrás, alejandose de 527 y apuntando su arma a la extraña, temblando levemente. Su oponente se acerca con rapidez, pero Black alcanza a disparar, la primera bala le pasa zumbando al lado de la cabeza a Addison, aunque ella no se inmuta, la otra le da en el brazo izquierdo, haciendole bajar la guardia por un momento, solo para enojarse e impulsarse lo suficiente para patear la pistola de las manos de Black y tirarla al suelo, agarrandola por el cuello, amenazando con clavar sus garras en el mismo.
_ Esperaba una pelea de tu parte, Kurenai. _ Dice ella, mirandola a los ojos_ Quien diría que eras tan débil.
Black, luchando por respirar, patea a 527 en el estómago, y aprovechando ese momento de distracción, golpea a su oponente en la cara, se tira encima de ella y la obliga a soltar su cuello. Sus manos se empieza a cubrir con pelo negro, y sus garras empiezan a extenderse, clavandose en el cuello y pecho de 527. Black jadea por aire, mirando a 527 intensamente.
_ ¿Quién eres?
_ Si vas a matarme, hazlo rápido o vas a perder tu oportunidad_ Dice 527, inmovilizada por su oponente.
ESTÁS LEYENDO
Black Kurenai: La Guerra (Boceto)
Science FictionBlack deberá pelear en una guerra, obligada por sus habilidades especiales, mientras su relacion con su padre se deteriora, pierde amigos y descubre partes de su pasado