Dejarlo todo por amor (Peter Pan y Tú)

[9] Conversación

—¿Y bien? ¿Cómo te fue? —preguntó ___ mientras entraba a la habitación de Henry.

—No lo se... —por su tono de voz se notaba que estaba desanimado.

___ solo soltó un suspiro y caminó hasta llegar a la puerta de la habitación, la cerró y se sentó en la orilla de la cama—. No te desanimes, dale tiempo...

—No lo creo, en su rostro se notaba la confusión y eso quiere decir que no está convencida —dijo Henry mientras se acostaba en la cama y abrazaba una almohada.

___ no dijo nada. Pasaron unos minutos de puro silencio y nadie decía o hacía nada. Hasta que ___ decidió hablar.

—Henry... yo... yo te conozco desde que llegaste a esta casa pero... ¿estás seguro de que todo es cierto? —se ganó una mala mirada por parte del mencionado pero siguió hablando—. No digo que seas un mentiroso pero, ¿cómo estás tan seguro de lo que dices? A veces te creo pero, otras veces pienso que todo es producto de tu imaginación...

—No lo es, estoy completamente seguro. Y no, no es producto de mi imaginación.

—Entonces dame un ejemplo de quién es quién.

Henry se levantó y caminó hasta llegar a un pequeño mueble con cajones, abrió uno y sacó su libro de cuentos. Cerró el cajón y caminó hasta quedar en frente de su hermana. Abrió el libro y empezó a buscar un cuento entre algunas páginas. Hasta que encontró el cuento que buscaba—. ¿Ves a esta mujer? —preguntó mientras señalaba con el dedo el dibujo de una muchacha en la página. ___ asintió con la cabeza mientras observaba el dibujo—. Ella es la malvada reina, y... —empezó a caminar hacia la puerta y salió de la habitación, pasaron unos segundos hasta que volvió con una foto en su mano y se volvió a poner en frente de ___—. ¿Y ves a esta mujer? —dijo mientras mostraba la foto familiar y señalaba a su madre, Regina.

—Es mamá —lo corrigió.

—¡Ellas son las misma persona! —soltó Henry ignorando el comentario de ___.

—Es poco creíble, siempre dices eso, dices que mamá es la malvada reina.

—Pues entonces... —dijo y empezó a buscar un dibujo otra vez en las páginas del libro. Cuando encontró la imagen que quería mostrar, otra vez salió de la habitación. Pasaron unos segundos y llegó con otra fotografía, esta vez era una foto escolar—. ¿La ves a ella? —y señaló el dibujo del libro, era otra muchacha—, ¿y la ves a ella? —y señaló a la maestra de la foto escolar, Mary Margaret—. Son la misma persona.

—¿Como estas tan seguro de que son la misma persona? —lo cuestionó ___.

—¿Acaso no te das cuenta? Solo tienes que ver cómo son cada una de ellas. Mamá es mala y Mary es buena. La malvada reina se llevaba mal con Blancanieves. Mamá se lleva mal con Mary.

—¡Eso es tonto! Cualquiera se puede llevar mal con cualquiera.

—¿Sabes algo? Yo puedo pasar toda la tarde y el resto de la semana explicándote quién es cada persona —respondió Henry con mucha seguridad.

___ empezó a reír—. Entonces si sabes quién es cuál personaje de los cuentos, entonces dime... ¿yo quien soy? —Henry abrió la boca para responderle pero ___ continuó hablando—, déjame pensar. Mmm... tal vez una bruja, campesina o una vagabunda —dijo burlándose de Henry, le daba gracia pensar en quien sería ella en un cuento.

—No eres una bruja, campesina o vagabunda. Tú eres una princesa —las risas de ___ pararon al escuchar eso pero volvió a reír más fuerte al pensar en que ella fuese una princesa.

—Ajá claro, y mi verdadera madre murió —dijo entre risas.

Henry se quedó callado al escucharla. En su libro había una historia donde había una pareja de jóvenes enamorados que se amaban pero sus familias no permitían su unión, pero nació el fruto de ese amor. Era triste la historia, pues la pareja de enamorados no tenían un final feliz, y su pequeña hija se había quedado sola al perder a ambos padres, estaba sola hasta que otra mujer se hizo cargo de ella. La cuido y crió como si fuese su propia hija. ___ era esa pequeña princesa.