Los días se convirtieron en semanas y la pequeña ___ había olvidado por completo quien era antes. Ahora era una niña perdida, no había rastro de aquella niña tímida y callada.
(...)
—¡Eres un miedoso! —exclamó Thomas mientras veía a Wilson (otro niño perdido de la misma edad que Thomas) que no quería subir al árbol para alcanzar un flecha.
—¡No soy miedoso! ¿Qué quieres que haga? La flecha está demasiado lejos —se defendió Wilson.
—Solamente hay que subirse a las ramas con cuidado y agarrándote de otras ramas para no caer —opinó ___, los tres veían la flecha clavada en el tronco de lo más alto del árbol—. ¡Anda, ve! No te vas a caer, te lo puedo asegurar.
—¿Por qué no vas tú? Ya que tanto insistes —dijo Wilson con un ceño un poco fruncido.
—Yo no iré, a demás ni siquiera es mía la flecha... así que tú tienes que ir por ella —dijo ___ mientras señalaba con su mano el lugar donde se encontraba la flecha.
Wilson solo ignoró su comentario y siguió viendo la flecha al igual que Thomas. Pasaron unos minutos y ninguno de los tres se movían para obtener aquella flecha clavada en el tronco del árbol.
___ solo suspiró—. Ya que —dijo y empezó a subir al árbol lenta y cuidadosamente, cada vez estaba más lejos del suelo, paró por unos minutos para descansar y volvió a seguir. Ya faltaba poco para agarrar la flecha pero ya no podía moverse más porque sino iba a caer directo al suelo, se esforzó tanto que al final pudo agarrar la flecha, pero por el mínimo movimiento la rama se rompió, haciendo que ___ cayera al suelo.
Thomas y Wilson solo vieron como caía ___, hasta que ___ llegó al suelo. Quedó boca abajo, no se movía, ni siquiera emitió ningún chillido de dolor. Pasaron unos segundos hasta que se levantó de golpe sonriendo con la flecha en la mano.
—¡Aquí está! —dijo y le ofreció la flecha a Wilson. Este solamente la agarró, aún seguía sorprendido de que no estuviera lastimada.
—Marica —le susurró Thomas a Wilson.
(...)
Los tres niños iban caminando hacia el campamento, habían pasado toda la tarde jugando. Sus ropas iban manchadas de tierra al igual que sus rostros.
Cuando llegaron, fueron a sentarse un poco cerca de la fogata y empezaron a recordar sus juegos, reían y reían hasta que empezaron a escuchar aquella melodía que les alegraba escuchar todas las noches.
___ le agradaba aquella melodía, no mucho le gustaba bailar junto con los demás, ella prefería escucharla y disfrutarla.
Veía como los demás bailaban y se movían al compás de la música. Ahora se encontraba sentaba debajo de un árbol mientras oía la melodía. Al escuchar aquel sonido que provenía de la flauta le hacía recordar bonitos recuerdos. Algunos de ellos eran cuando jugaba con los demás, la simpatía de los niños, la libertad que sentía al estar en aquel lugar, el cariño y respeto que le tenían a ella.
Cariño.
Ese sentimiento le hizo querer recordar algo... se le hacía familiar ese sentimiento. Hasta que lo recordó.
Se había acordado del cariño y amor que le daba su madre. Se había olvidado de ella, en todo ese tiempo no había estado con su mamá. Aún podía sentir el cálido amor que su madre le daba.
De repente su cabeza empezó a llenarse de preguntas.
¿Aún la recordará? ¿No la habrá olvidado? ¿Estaría enojada porque no había regresado a casa? ¿Estaría triste por la falta de ella?
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Dejarlo todo por amor (Peter Pan y Tú)
FanfictionTodos critican esa unión entre ellos, no quieren que ella este con un cruel villano. Un simple hechizo de amor le hace creer que él la ama, sus ojos están vendados con tal de que no vea sus malas intenciones. Pero un despampanante sentimiento surge...