Capítulo 9 La mesa redonda.

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Llegué a la cafetería y pude ver sus miradas. Los licántropos me juzgaban, mientras las brujas conjuraban por lo bajo maldiciones hacia mi persona. Pero no podía dejarles ver que me afectaba. Nina y Ulises vinieron hasta mi mesa, dónde de pronto había mucha, pero que mucha gente.

-¿Qué pasa aquí?

Ismael se levanta, rodea la mesa y pasa el brazo sobre los hombros del vampiro.

-Aquí tu buen Christopher, el buen samaritano, ha accedido a que los licántropos se sienten con nosotros, digamos que hay conflictos de intereses en la mesa lobuna.

-¿En serio?-Miré al vampiro y este se encogió de hombros.

-Me dijiste que hiciera amigos.

Me giré hacia Nina y Ulises, que permanecían allí de pie, estoicos.

-Verás, puede que necesitemos más mesa, bastante más mesa.

Chris les miró y luego a mí.

-Los vampiros

-...se quieren sentar aquí también, como forma de protesta, por así decirlo.

Nina se adelantó.

-Puede que no seamos bien recibidos, ni queremos crear conflicto contra los licántropos ni mucho menos, pero queremos hacer esto a modo de protesta y también porque no nos sentimos cómodos sentándonos entre las brujas.

Miré a Chris, que parecía irritado.

-No sería malo juntarnos todos, no sabemos cómo va actuar el resto del instituto y

-Podría ser peligroso.

-No tiene porqué, no vienen armados de plata y fuego.

Un escalofrío recorrió la columna de Ismael, ugh, plata, con lo corrosiva que es sobre la piel.

-Mira Alice, no puedo dejar que se siente cualquier en nuestra mesa, no solo en nuestra mesa, es que no puedes andar con cualquiera que te hable bien por dos minutos.

-No son así las cosas, los vampiros también necesitan un lugar, necesitan compañeros de clase, es que esto es un instituto, no veo lógico excluir gente así porque sí.

La mestiza suspiró.

-Comprendo...-Dijo Emily.-¿Qué dice señor líder?

Christopher se señaló a si mismo.

-¿Yo?

-No veo a otro vampiro en la mesa salvo tú.

Se puso en pie y miró a sus compatriotas. Ellos se tensaron, lo percibí desde el rabillo del ojo.

-Si sentís que estáis incómodos y si preferís tomar asiento a nuestra mesa, seréis bien recibidos.

Algo en mí vibró de la emoción, apenas le había visto interaccionar con los de su propia especie y mucho menos hablar con ellos de ese modo, con tanto respeto. Nina y Ulises lo percibieron y se sintieron reconfortados.

-Ahora mismo iré a hablar con el resto.-Él parecía a punto de saltar de alegría.-Seguro que está ansiosos por unirse.

Chris asintió y Nina se inclinó levemente a modo de despedida. Aquel dúo era peculiar, pero para nada desagradable.

Renasci (Mortem 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora