Capítulo 89 Veneno.

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Una gran bola de fuego estalló, todos se apartaron por la calor y el miedo. Pero no dejaron de pelear. Las llamas ascendían muchos metros por encima de sus cabezas. De entre las lenguas de fuego se formó una silueta, que con las manos erguidas caminaba y vociferaba. Olivia tenía su ropa calcinada, grandes trozos de tela faltaban en algunas zonas de su uniforme, pero lo más impactante es que sus venas eran puro fuego. Levantó las vista y las brujas gritaron. Los iris, que antes habían sido de un color azul cristalino, ahora eran rojos. El pelo era negro como la noche y llameaba. Ella las miró y gritó. De su pecho emergió la calor que salió por su boca como una gran llama. Las brujas ardían, gritaban, intentaban huir. Pero ella era inevitable.

Emily fue arrollada por el suelo e Ismael corrió a su lado, se apoyó en él para volver a estar de pie.

-Gracias.-El pasó su cabeza junto a su vientre.

Una bruja enloquecida corrió hacia ellos. Emily le apartó y lanzó un hechizo, la bruja lo esquivó y siguió corriendo hacia ella. Otras dos se aproximaban a toda velocidad, la tenían rodeada. Le lanzaron conjuros mientras ella gritaba y se defendía.

-¡Ruptis! ¡Lapis! ¡Expellere!

Las brujas no le daban descanso, caía al suelo, pero se levantaba de nuevo. ¿Dónde estaba Ismael? ¿Por qué no podía verle? A base de Expellere se hizo sitio, hasta ver su cuerpo lobuno, tirado de costado al suelo. Se acercó y se agachó a su lado. Las brujas se acercaron y ella siguió mandando hechizos de defensa.

-¡DOME!-La cúpula les rodeó y ella se centró en su cuerpo, tenía una gran mancha de sangre en su pecho, agachó la cabeza y sintió su corazón No latía.-Isi ¡Isi despierta! ¡Isi despierta por favor!-Puso sus manos en el joven.-Remedium, restituo.-Pero nada le despertaba, nada hacía que su corazón funcionara. Lo intentó una y otra vez.

Las lágrimas invadieron su pecho, pero también la ira, la ira que la consumía, sintió cómo algo invadía su cuerpo, un dolor, una furia desmedida. Le quemaba en las venas, le quemaba en todo el cuerpo. Sus ojos se tornaron completamente negros como la noche, su pelo se enredó con el suelo, sus manos sujetaron la tierra. La cúpula se rompió pero ella ya no sentía nada, los hechizos la golpeaban, pero no le hacían daño, giró sus manos y miró a una de ellas, que retrocedió presa del pánico.

-¡Una Mortem! ¡Es una Mortem!

Sintió que su cuerpo se elevaba suavemente, sentía sus corazones latir, sentía su sangre, pero también podía sentir los que no latían, podía sentir los que no estaban vivos. Con un gesto de la mano levantó todos los cadáveres, que comenzaron a seguir sus órdenes, como si fueran una hora de zombis. Las brujas muertas lanzaban hechizos, pero cuando les lanzaban a ellas uno, estas caían para volver a levantarse.

-¡Percrrores mori!-Asesinas morid era su grito mientras las muertas atacaban.

Renasci (Mortem 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora