Capítulo 24 Persecución

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Choqué con la puerta de metal del conserje en cuanto la cerró en mis narices. La aporreé y sentí cómo el metal empezaba a ceder bajo mis manos.

-¡Alice detente! ¡Alice soy yo, Olivia!

Pero no podía oír nada más que sus latidos, mi sed iba tan en aumento que no podía ver nada más, me lloraban los ojos del dolor que me producía no estar consumiendo su sangre.

-¡Sal!

-¡Ali! ¡Me estás dando miedo!

-¡Sal!

Golpeé de nuevo la puerta, ella empezó a conjurar, primero hizo un muro de cristal que se hizo añicos en cuanto puse la mano sobre la puerta.

-Prohibere.

-¡Ali basta! ¡Esta no eres tú!

-Frangere.

-¡Ali! ¡No!

Lo pude oler, su miedo, su terror. Luego lo pude escuchar, aquel conjuro, era un conjuro de socorro, nos lo habían enseñado esta semana en clase. Bramé enfurecida, no quería que se me escapara.

-¡Terrorem!¡Maximum terrorem!

-¡Abre la maldita puerta!-Golpeé con más fuerza.

Un pitido sonó por todas partes, luego vinieron las luces. Pero yo solo podía pensar en su sangre, en cómo sabría su sangre, en cómo

-¡Eh! ¡¿Quien anda ahí?!

Sangre. Me giré y le vi, Sammy

-¿Alice?

Me abalancé sobre él y este retrocedió a tiempo de esquivarme.

-¿Qué está pasando?-Gritó alguien a lo lejos.

-Todos fuera, ¡ahora!

Los alumnos salieron en masa, mi sangre aumentó al sentir todos sus olores. Sentía que me iba a volver loca.

-¿Qué está pasando?

Gritó alguien desde el piso de arriba.

-¡Es Alice! ¡No sé qué pasa!

Ismael bajó las escaleras y se lanzó por la barandilla a mitad de camino, cayendo pesadamente contra el suelo.

-¿Alice?

Pude sentir su pulso, la sangre de licántropo era tan fuerte y su aroma era tan salvaje, ¿cómo sabría? Me quedé un rato oliéndolo, hipnotizada.

-¿Qué pasa?-Miró a Sammy pero este se encogió de hombros.

Olivia abrió la puerta y salió lentamente, tenía las manos apuntando hacia mí, en posición de defensa.

-Es su parte vampírica, está perdiendo el control.

-¿Por qué?

Emily se asomó a los escalones, su sangre me llamaba, me rogaba que la probara.

-¿Alice?

Salté por encima de los demás y me encaramé a la pared, gateándola.

-¡Alice qué haces!-Se apartó, pero era demasiado su olor.-¡Alice detente!¡Expellere!

Me lanzó de espaldas, pero conseguí mantenerme de pie, la miraba en silencio, deseaba con tantas ansias hincarle el diente, olía tan bien.

-¡Expellere!

Esquivé el conjuro y seguí avanzando hacia ella a toda velocidad.

Renasci (Mortem 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora