Capítulo 49 Lealtad.

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No hubo respuesta.

-Me lo tomaré como un no.

-Sabes de sobra que no podemos pasar por las brasas, nos moriríamos al instante.

Di un paso al frente y miré al licántropo que me hablaba a los ojos.

-Por si se te olvida, a nosotras nos quemaban por algo, no precisamente por ser inmunes al fuego. Así que, ¿qué te hace pensar que un fuego mágico sería distinto? ¿Qué te hace creer que ella sería inmune?

Todos siguieron en silencio.

-No os pido que luchéis ni mucho menos, mi idea no es esa, solo quiero que estéis bajo aviso, porque se avecinan tiempos difíciles, no solo para mí, sino para todo aquel que no sea del gusto de las brujas.-Les miraba uno por uno.-Incluyéndome.

-¿No eras también una de ellas?-Bramó el líder de la segunda manada.

-No, no pertenezco a ningún bando.-Respondí.

-Pues quien lo diría, yo juraría que te vi lanzar hechizos.-El chico me miraba desafiante.

-Y también me has visto en mi forma lobuna más no soy de tu agrado, ¿qué te hace creer que para ellas es distinto?-Se quedó callado.-No os equivoquéis, esto no es una elección estudiantil de quien será el próximo presidente de clase ni si se cambiará el menú del comedor. Esto va más allá de estas cuatro paredes. Ahí fuera se está iniciando un levantamiento contra vosotros.

Uno de los licántropos bufó.

-No por nuestra culpa todo vino desde que llegaste

Ismael se puso al frente.

-¿Os hay que dar un recordatorio de historia? ¿O es que os habéis saltado las clases básicas en la primaria?-Todos se pusieron tensos.-Las brujas nos han utilizado para su beneficio propio por siglos y nosotros nos revelamos más de una vez. También luchamos contra los chupasangres, pero ellos terminaron siendo aliados contra ellas, no solo por ellos mismos.-Estaba más serio que nunca.-Esto no es porque os quiera usar de peones en una batalla que dista mucho de ser equitativa. Esto es porque no quiero que mi propia gente muera por una horda de brujas sedientas de poder. Así que, ya no solo como líder, sino como hermano, como hijo, como amigo y compañero, os pido que tengáis cuidado y que os unáis, que dejéis vuestras diferencias y trabajéis en conjunto para vuestra propia supervivencia.

Todos se miraron, serios, algunos confusos y temerosos. No era algo sencillo lo que su alfa les pedía, todo lo contrario, sobre todo con lo que había pasado esos últimos meses. Pero también tenían que entender que divididos eran más débiles y que ahora mismo no se podían permitir ese lujo. Emily se acercó a mí y me apretó la mano para infundirme fuerzas.

El líder de la nueva manada se levantó.

-¿Nos aseguras que las brujas que tienes a tu lado no nos dejarán tirados?-Ismael asintió y me miró a mí, luego a Emily.

-Defendí una vez a un lobo de las brujas.-Sonreía con emoción, sus ojos brillaban de ilusión pero también de tenacidad.-Y lo haría todas las veces que fuera necesario.

El licántropo asintió y miró a sus compañeros.

-Me habéis elegido como líder cuando nos dividimos, y creo que todos comprendéis lo que sucede. Soy joven y me falta mucho por aprender.-Tan solo tenía quince años.-Creo que sabéis qué es lo mejor ahora mismo. Y si nos tenemos que unir con brujas y chupasangres, que así sea. Haré lo mejor para los míos.

Todos asintieron, el joven líder, Raoul, se giró y miró a Ismael, que asintió. Se giró hacia mí y me miró fijamente.

-Estamos en tu mano, loba.

Renasci (Mortem 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora