Capítulo 10 Ver lo invisible

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Llevaba días con unas migrañas terribles, había tomado de todo pero nada le surtía efecto. Había decidido pasar la tarde leyendo, pero esas migrañas le hacían imposible la labor. Se metió en el baño, se miró al espejo y tenía una pinta terrible, abrió el tocador que se escondía detrás del espejo y cogió unas pastillas, unos calmantes le vendrían bien. Cuando lo cerró vio aquella forma con horror, con miedo, gritó y se giró, pero esta había desaparecido. Temía volver a mirar al espejo, pero terminó cediendo y lo vio, lo vio justo a su lado, con su cara putrefacta, con sus ojos vacíos y su boca que se abría en un grito silencioso. Gritó con todas sus fuerzas y salió del baño, resbaló con el suelo mojado y cayó de rodillas. Temblando, deseó que todo aquello fuera un sueño, un sueño horrible, pero un sueño.

Cerró los ojos con fuerza no puede ser real no está aquí es solo tu imaginación

Pero al volver a abrirlos, pudo sentir hasta su olor pútrido y su voz quebrantada que la llamaba en un llanto convertido en aullido.

Cuando llegó al pasillo notó que algo no iba bien, llámalo un sexto sentido lobuno. Caminó con su sexto sentido lobuno alerta. Y la escuchó gritar, gritaba en casi un aullido. Sin duda era Emily.

-¡Silentium! ¡Silentium!

Conjuraba a gritos, todo el mundo se quedó mirando a su puerta sin saber bien qué hacer o cómo actuar. Ismael se abrió pasó y giró el pomo, cerrado. Pilló carrerilla y se abalanzó sobre la pesada puerta de madera, que no cedía.

-¡¿Qué esperáis?! ¡Buscad ayuda!

El pasillo que hacía unos segundos estaba congestionado, ahora se había quedado prácticamente vacío. Solo él y la puerta.

-¡¿Qué está pasando?!-Sammy dejó caer la bolsa de lona al suelo y miró a su amigo.

-¡No lo sé! ¡Pero la puerta no cede!

Todo lo que se podía escuchar era a la bruja gritar y chillar conjuros. El líder licántropo temía que fuera un ataque, que Ágatha hubiera regresado para exterminarlos. Empujó, chilló, gritó, rugió, pero la puerta no cedía ni un milímetro.

-¡¿Qué hago?!-Se miraron impotentes.

-Dame un segundo.

Salió corriendo a toda velocidad dejando solo a su líder, que seguía torturando la puerta con sus garras.

-¡Silentium, silentium, silentium!-Los gritos de la joven mestiza eran cada vez más agónicos.

Olivia caminaba distraídamente hacia el instituto, sumida en sus propios pensamientos, lo típico en ella. Su pelo blanco como la nieve parecía una aureola a su alrededor. Pensó en si iría por la tarde al pueblo o se encerraría en su cuarto, la verdad es que le daba igual, solo quería ver a Sammy, nunca tanta urgencia había tenido por estar con alguien desde que le había conocido, pero jamás se lo admitiría. Lo vio salir del edificio como una exhalación, pensó en si sus pensamientos habían sido tan fuertes que le habían hecho aparecer. Pero por su cara no venía con buenas nuevas.

-¿Qué pasa?

-Es Emily, Oli, algo pasa en su cuarto, está conjurando, creemos que la están atacando.

Renasci (Mortem 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora