Los jugadores caían uno por uno, ella intentó hacerse con el balón o distraerlo, pero lejos de llamar su atención, solo conseguía que fuera más cruel.
-¿Por qué haces esto?
-Porque me gusta ver sufrir a la gente.
-¿Y qué mal te han hecho ellos?
-¿Ellos? Ja, no me hagas reír, a por quien voy es por ti.
Levantó la mano hacia el techo.
-Ruina.
Las vigas del pabellón se retorcieron sobre sus cabezas, todos se dispersaron a tiempo de ver cómo el metal se retorcía y empezaba a desprenderse.
-¡Eres un maníaco!-Olivia se paró en seco y levantó las manos.-¡Dome!
Una gigantesca cúpula cubrió a todos los allí presentes, haciendo que los escombros no les tocaran. Chocaban contra la cúpula generado gigantescas brechas, el brujo sonreía de oreja a oreja mientras los lobos se juntaron en el centro.
-¿Qué está pasando?-Sammy miraba al techo horrorizado.
-¡Es ese chico!-Dijo ella.-¡El brujo! ¡Está intentando haceros daño!
-Chivata.-El último escombro estaba por caer. Lo miró con una sonrisa aterradora. Levantó su mano hacia el pecho de Olivia, quien abrió los ojos como platos.-Fragor.
Salió volando por los aires, cayendo justo en la trayectoria de la plancha de acero. Sammy se movió tan rápido que el brujo no le dio tiempo a reaccionar. Sacó a la bruja del peligro y la plancha tocó suelo haciendo un estruendo terrible.
-¡¿Estás loco?! ¡PODRÍAS HABERLA MATADO!
Pero allí ya no había nadie.
Miraba al techo sin poder parar de llorar. Lo había hecho, había roto con él, sea lo que sea que tuviéramos, y eso me había dejado un vacío en el pecho tan grande y doloroso que no podía sobrellevar. Podía ser que me hubiera pasado, que me hubiera excedido, pero su forma de hacer las cosas rozaba lo tiránico. Entendía su preocupación, porque era la misma que la mía, pero no podía dejar que me encerrara y me apartara de la realidad. Cerré los ojos y dejé que la música invadiera los espacios de mi mente hasta que no quedara nada más. No podía seguir con eso, tenía que seguir adelante aunque me llevaba muchas caras de falsa sonrisa y muchos desayunos sola en mi cuarto. Me negaba a ver a nadie, no quería explicar lo que había pasado, no quería decirle a nadie que lo de Christopher no había funcionado, que no podía con su carácter y que era demasiado para mí. Decidí que evitaría las clases de la tarde. Mandé un mensaje a Max para que pillara apuntes y me metí en cama, esperando que el sueño restaurara el dolor.
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Renasci (Mortem 2)
FantasyAunque yo había regresado, ella también lo había hecho. Todos estábamos en peligro aunque no lo supiéramos, era peligrosa y volátil. Las brujas se habían levantado en pie de guerra y el instituto se estaba convirtiendo en un campo de batalla. Nuest...