-Para la próxima intentaré ser más rápido.
-Sí.-Sonreí, aunque en el fondo sentía que me quería morir, me sentía morir por dentro. La ansiedad de querer tocarle, de quererlo a mi lado, me estaba abrasando.
-¿Te encuentras mejor?
-No mucho.-Mentí, bueno, no mentí del todo, el dolor se había ido un poco, pero no estaba bien ni me encontraba mejor en mi interior.-¿Podrías quedarte un rato conmigo?
Me miró y vi que sopesaba la idea. No quería tampoco obligarlo, pero sí que quería que estuviera aquí conmigo, quería tenerle cerca de nuevo aunque fuera un rato.
-Sí, me quedo.
-Gracias.
Me tapó de nuevo y se hizo el silencio, pero no un silencio incómodo, sino uno reconfortante.
Theo salía de su clase cuando las brujas le rodearon.
-¿Necesitáis algo?
-¿Tú de qué vas?
-¿Perdona?
Las miró confundido, ¿había pasado algo y él no se había enterado?
-Tú eres uno de los nuestros, un brujo como nosotros.-Terció un alumno que reconoció al instante, era el chico que había hecho las pruebas para el equipo de fútbol. El que por poco mata a Olivia.-No tendrías que estar confraternizando con los chupasangres y los perros.
-¿De qué me estás hablando?
-Queremos saber a qué bando perteneces Theo.-Le increpó otra chica.-¿Eres parte de los brujos o de los perros y los chupasangres?
-Esto es ridículo, llevamos años yendo al mismo instituto con lobos, vampiros, hadas y demás, ¿y ahora me venís con estas tonterías? Es ridículo.
-Ridículo es que un brujo como tú, de buena familia, se mezcle con perros callejeros.-Al brujo cada vez le caía peor aquel chico, se le notaba la maldad en cada una de sus palabras, le repugnaba.
-Mira, lo que yo haga con mi vida no tiene que importarle a nadie más que a mí. Si tan importante creéis que es tener a un líder, buscaros uno, pero a mí no me vengáis con vuestras tonterías de adolescentes en celo.
Una de las brujas se adelantó, furibunda.
-¡Ni siquiera deberías llamarte brujo! ¡Eres tan solo un niño mimado de una familia rica que llegó aquí y se apropió de todo! ¡Si de verdad quisieras a tus padres no les obligarías a presenciar tu asquerosa relación con ese perro!
-¡Pero si vosotras lleváis años detrás de ellos! Parecéis gatas en celo.
-Eso era antes, antes de ver que son solo una manada de perros, unos chuchos sarnosos.-Terció el brujo de nuevo. Cada vez que se metía en medio parecía caldear el ambiente.
-Mirad, me da igual vuestros absurdos cambios de humor y vuestras guerras sin sentido, yo no tengo porqué hacer lo que queráis ni mucho menos cambiar mi vida a vuestro gusto. Que tengáis buena tarde.
Y con la misma se fue, dejando en mitad del pasillo a las furibundas brujas.
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Renasci (Mortem 2)
FantasyAunque yo había regresado, ella también lo había hecho. Todos estábamos en peligro aunque no lo supiéramos, era peligrosa y volátil. Las brujas se habían levantado en pie de guerra y el instituto se estaba convirtiendo en un campo de batalla. Nuest...