Capítulo 98 El despertar

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-Ojalá supiera como revertir todo esto. Me siento perdido sin ti.-Apartó el pelo de sus ojos.-Es la segunda vez que te pierdo y me desquicia, intenté mantenerme alejado para no obsesionarme como la otra vez, pero no puedo. Ali, dame alguna señal de que sigues con vida, de que sigues aquí, conmigo.

La piel tenía surcos rojos, que supuso que era piel nueva, los rozó con cuidado. No soportaba ver aquella escena, no creía que fuera a regresar jamás, aquello era una tortura. Lloró en silencio, mirando su cuerpo inerte

¿Llora?

¿Quien llora?

¿Chris?

Hace mucha calor aquí dentro.

¿Dónde estoy?

Esto aprieta y es incómodo.

Necesito mover la mano. Es muy difícil.

Estoy segura del que está llorando es él, lo siento, lo puedo sentir. Es él.

Necesito

Solo un poco más

Esto pica mucho

Está muy duro cuesta romperlo

Una escama cayó al suelo.

Solo un poco más

Ya casi

El dedo poco a poco se iba liberando de las escamas, que caían en la camilla. Pero Chris no se daba cuenta de lo que pasaba. Solo podía concentrarse en el dolor que le afligía el pecho y que había mantenido a ralla por meses. Pero que al verla había salido, desbordándolo.

Estoy casi segura que el que llora es Chirstopher

Pero no puedo verle

Está todo tan oscuro

Necesito quitarme esto de los ojos, solo tengo que liberar mi mano

Un poco más

Solo un poco más.

El dedo quedó libre, las escamas se iban descolocando, dejando a la vista la piel enrojecida que se escondía bajo la superficie. Al sentir la libertar tan cerca comenzó a intentar moverse, necesitaba sacudirse aquel peso de encima, necesitaba quitarse aquella presión que la tenía encerrada. Las escamas se comenzaron a tornar grises, poco a poco. Como si fueran ceniza, comenzaban a agrietarse y a caer sobre la fina tela. El vampiro lo notó al fin y se puso de pie, asustado.

-¿Ali? ¿Qué está pasando? ¡Una enfermera! ¡Por favor una enfermera! ¡¿Ali?!

Miró el cuerpo, que se comenzaba a volver cada vez más gris, como si fuera ceniza, temía que se fuera a desvanecer, contuvo el aliento, temeroso. Miraba la situación con pánico, gritaba por ayuda, pero tan tarde a la noche seguramente no quedaría nadie. Las escamas pasaron a cenizas y estas a su vez a polvo. Se escurrían por la piel enrojecida hasta juntarse en pequeños cúmulos. Podía sentirlo, podía notarlo al fin y por poco esa sensación le hace caer de culo. Su pulso, estaba seguro de que era su pulso. Se acercó un poco y ella se incorporó de golpe, le asustó tanto que por poco tira la lona de tela divisoria. La miró en silencio.

Mis pulmones se llenaron de aire al fin, estaba llena de una sustancia suave, como la arena, no, arena no, ceniza, ¿por qué estaba cubierta de ceniza? Sentía mis manos rígidas y mi cuerpo dolorido. La piel me escocía y el corazón me iba a mil por hora. Intenté abrir los ojos pero seguían pegados, como si algo me los vendara. Levanté la mano, la sentí pesada, mi movimiento era lento. Me quité poco a poco la máscara de ceniza de la cara. Respiré profundamente y abrí los ojos. Primero todo estaba oscuro y poco a poco todo fue tomando forma. Vi mis piernas tapadas por una sábana blanca, vi la camilla, miré al frente, una mampara blanca.

Le escuché, a mi lado, respiraba entrecortado, estaba nervioso. Me miré las manos de nuevo, llenas de cenizas, no entendía qué estaba pasando. Me puse nerviosa, temblaba, sentí la corriente helada de la noche que se filtraba por la ventana golpeando mi piel y me vino un escalofrío. Él no decía nada.

-¿Chris?

Renasci (Mortem 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora