Capítulo 66 Conmigo.

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Estaba sentado en la cama de al lado, no me quitaba la vista de encima.

-¿Me vas a mirar fijamente toda la noche?

-Quiero vigilar.

Me reí.

-Chris, no hace falta que te quedes mirándome fijamente.-Me giré, hacía bastante frío.-No creo que nadie quiera entrar aquí cuando mi compañero de cuarto es un vampiro.

-Cierto.

En su lado no había mantas, no estaban desde que Chris me las había puesto encima con la fiebre, igual que las mías. Habían colocado otro juego en mi lado, pero mi tío no vio necesario colocar las otras, ya que solo estaba yo en ese cuarto, por lo que estaba el colchón al aire prácticamente.

-Te vas a congelar.

-Los vampiros no se congelan.

Puse los ojos en blanco.

-Pero si cuando entraste a mi cuarto estabas helado.-No contestó.

Dudé un buen rato de qué hacer, la verdad es que no tenía más mantas y hacía demasiado frío como para deshacerme de mitad de las mías.-Chris.

-Dime.

-No lo mal pienses, pero ¿quieres dormir en mi cama?

Silencio.

-Es imposible no mal pensar si me dices algo así.

-Lo siento.

Se levantó y cruzó la habitación, me quedé muy quieta mientras él se escurría en el espacio que había entre la pared y yo. Levantó las mantas, sentí su cuerpo helado, los vaqueros rozaron mis piernas, el tejido estaba como el hielo y tuve un escalofrío.

-Si lo prefieres vuelvo a la otra cama.

-¿Para que mueras congelado y vengas a echarme la culpa desde el más allá? No, gracias.

Le tapé y me hice un ovillo. Él se quedó rígido, separado de mí por un palmo de distancia.-¿Te pongo incómodo?

-No.

-¿Te molesto?

-No.

-¿Entonces porque estás más tieso que un carámbano de hielo?

-Lo siento.

-¿Te disculpas por estar tieso..?

-Sí.

Pero no se movió y me estaba poniendo de los nervios, podía sentir su frío desde mi lado de la cama. No aguantaba con tanto frío, así que opté por ceder mi calor, me acerqué, estaba de espaldas a mí, así que le abracé.

-¡¿Qué haces?!

-No grites.-Le reñí.-Solo te estoy dando algo de calor, estás congelado y no estoy muy segura de que un vampiro no pueda enfermarse.

-No nos enfermamos.

-En teoría tampoco os salen cardenales y hasta hace unos minutos tenías uno.-Silencio.-Eso creía.

Su piel comenzó a sentirse cada vez más tibia, el calor que emanaba mi cuerpo era suficiente para los dos. Supongo que era lo bueno de ser medio licántropo, el calor corporal siempre era un plus. Sentí su escalofrío.

-¿Tienes frío?

-No.

-¿Seguro?

-Ali, duérmete.

-Vale, perdona.

Sentir su cuerpo tan cerca era tan relajante, me costaba dormir porque casi siempre estaba ansiosa a la noche, pero con él al lado me sentía mucho más tranquila. Apoyé mi cabeza en su espalda y él dio un respingo.

-¿Qué haces?

-¿Te molesta?

-No.

Renasci (Mortem 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora