Capítulo 76 Imparables

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Theo corría por el pasillo en dirección a la habitación de los licántropos, necesitaba su ayuda, Max se había escapado y no sabía a dónde, abrió la puerta y ambos le miraron en su forma lobuna.

-Tienes que estar de broma

-¡Theo! ¡T!

Las voces de Emily y Olivia sonaron desde el baño.

-Lo siento chicos.-Levantó su mano.-Somnia Vitae.-Los lobos se quedaron dando tumbos, no podían ver, no podían percibir nada.

Corrió hacia el baño y golpeó la puerta, Olivia la abrió y ambas salieron de allí.

-¿Qué les has hecho?

-Solo les inhibí los sentidos, pero no durará mucho. Tenemos que irnos.

-¿Qué está pasando?

-Alguien lanzó gas, pero no cualquier gas, lanzó gas de lupinum.

-¿Lupinum?-Emily le miró sin comprender.

-Es una planta que afecta a los lobos, les vuelve locos, completamente locos, no controlan lo que hacen ni a quien atacan.

-¿Es como la rabia?

-Parecido, sí, les vuelve locos.

Olivia miró a los licántropos, aún estaban algo atontados.

-¿Y la cura?

-Tendría que mirarlo, en la biblioteca seguro que hay algo al respecto, no me acuerdo bien en qué libro, pero sí recuerdo leer algo sobre el tema.

Emily les empujó.

-Pues en marcha, no tenemos tiempo.

Chris, tenía que encontrar a Chris, puede que aún no bebiera la sangre, que no estuviera afectado, subí las escaleras y me encontré con un par de lobos coléricos que me miraban desde arriba. Les gruñí, saqué los dientes y ambos se apartaron. Una parte buena de mí, supongo. Corrí por el pasillo en dirección a las habitaciones de los vampiros, el gas me picaba en los ojos, pero nada más. Llegué a su puerta, llamé, una, dos, tres veces. El pomo estaba girando y me aparté a tiempo de esquivar su ataque. Chocó contra la pared y me miró fijamente, me olió.

-¿Chris?

Se abalanzó de nuevo contra mí. Rodé por el suelo, él no me veía, solo me olía y tenía sed. Mucha sed. Me alcanzó y me presionó contra el suelo, sentía su mandíbula batir a medida que se acercaba a mi cuello, hice palanca con mis brazos. Respiré hondo, lo sentía mucho, pero tenía que defenderme.

-¡Expellere!

Salió volando de espaldas a la pared, su cabeza impactó contra un marco de cristal que se partió en mil pedazos, no quise esperar, salí corriendo de allí. Bajé las escaleras y me encontré con una horda de vampiros que corrían escaleras arriba, lancé un conjuro tras otro mientras caían al suelo. Me abrí paso a base de Expelleres y Defectios. Confusa y asustada, vi la biblioteca y a alguien entrando. Recé para que no fuera un vampiro o un licántropo. Entré sin pensar.

Renasci (Mortem 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora