Converso con Alejandro un rato más, aun sigo sin creer que pudo contactar a Lee. Mientras en el reservado reímos por una tontería que dijo, un hombre se asoma entre las cortinas, frunzo el ceño, ¿quién es ese? Alejandro, quien no le presto atención a mi cara, se levanta y saluda al hombre alegremente, bueno, por lo menos el lo conose. Con eso puedo seguir tomando de mi coctel.
- Preciosa.
Le doy mi atención y el extiende su mano en mi dirección. Me levanto dejando el vaso en la mesa dirigiendo me hacia el, coloca su mano en mi cintura en un acto de posesión, yo solo me rio.
- Yuri, te presento a Mackenci Winslet. Mac. Yuri Pitterson.
Le doy una sonrisa al hombre que tengo en frente y este da un beso en el dorso de mi mano.
- Es un gusto Mackenci.
- El gusto es mio.
- Yuri y yo somos amigos de toda la vida. - continua el pelinegro
No me lo creo. Miro al hombre que tengo en frente, cabello rubio, ojos grises, alto, mucho más que yo. - ay - piel blanca y cuerpo... Bien trabajando por lo que se ve. Aparenta como unos veinticinco, veinticuatro. Casi la edad de Alejandro. De dinero, y muy coqueto, podría decir que el y yo nos llevaremos muy bien.
Pasamos a sentarnos de nuevo, ellos en el sofá y yo... Pues en el apoyabrazos al lado de Alejandro. Yuri le pregunto porque no tomo asiento en el sofá, y el le sale con el cuento de como lo encontré, más lo que dije, el rubio no pudo evitar carcajearse. Yo solo rode los ojos y me negué a sentarme donde estaban ellos. Continuamos conversando un rato más, con eso me basto para saber que Yuri y yo podemos darle fuertes dolores de cabeza a Alejandro. Reímos y bebemos, pero no tanto ya que tenemos que conducir. Cerca de las doce Alejandro recibe una llamada y el se aleja de nosotros para contestar.
- ¿Y? ¿Qué tal?
Miro al de ojos grises confusa y el hace una seña con la cabeza hacia Alejandro.
- Egocéntrico, creído, amargado, frío, tierno, dedicado, respetuoso y detallista. Entre otras cosas más. - me encojo de hombros.
- Simplemente Alejandro. - se mofa tomando un sorbo de su bebida. Ambos reímos - Todos tienen razón.
- ¿El qué?
Enarco una ceja.
- Eres hermosa. - me señala de arriba abajo.
- Ni siquiera lo intentes campanita, no te prestara atención. - se mofa Alejandro acercando se.
- Tu también lo intentas y tampoco te presto atención, así que no hables. - digo llevando la copa a mis labios.
Yuri ríe por lo que dije y Alejandro me mira serio. Yo le sonrío a boca cerrada y le mando un beso al aire que finge atrapar para guardarlo en su bolsillo. Sin esperarme lo, comienzan a hablar ruso. Denme paciencia con eso. No entiendo nada, me estresa cuando Alejandro habla así.
- ¿Qué dices? - me mira Yuri sonriente.
- No entiendo ruso. - le recuerdo al pelinegro. Se ríe.
- Perdón. - ríe Yuri - Alejandro y yo jugaremos billar en su oficina, ¿te parece?
- Claro, porque no.
Me levanto al mismo tiempo que ellos para ir a la oficina con alas talladas en las puertas.
- Déjame explicarte las reglas y como se juega. - dice el ojiazul pasando me el taco - lo primero...
- Alejandro. - lo corto - se como se juega.
Tomo el pequeño bloquesito de tiza pasándolo por la punta del taco. Yuri hace lo mismo y me mira divertido y el ojiazul acomoda las bolas en el diamante para dejarlas en un perfecto triángulo.
- Bien, en ese caso. Veamos que tan buena eres preciosa. - dice sarcástico.
Achino los ojos, el enarca una ceja; Yuri nos observa emocionado. Al parecer no ha visto que alguien rete a Alejandro y no se lo quiere perder. Yo soy la excepcion, yo si lo reto, yo no le temo, no me importa que sea Alejandro pero a mi nadie me subestima o me gana, soy demaciado competitiva y me encantan los retos. Dejo el taco en la mesa, encaminando me hacia el, no aparto mis ojos de los suyos en ningún momento, que sepa que no me rendiré.
Me reta. Lo reto.
La diferencia de estatura sigue siendo obvia. Como dije, con tacones le llego hasta la barbilla, por lo tanto; tengo que alzar mi cabeza cuando estoy frente a el. Sonríe, le causa gracia el que sea pequeña. A mi no. ¡Es demasiado alto!
- ¿Quieres apostar? - enarco una ceja. El también lo hace y sonríe más.
- Esto es bueno. - escucho susurrar al rubio.
- Preciosa no deberíamos hacer esto frente a Yuri. - Alejandro toma un mechón de mi cabello jugando con el. Dándose su tiempo.
- Oh, ignorenme. - masculla el.
Sonrío.
- Bien, ya lo escuchaste. - paso mi dedo por el cuello de su camisa negra, que combina muy bien con su traje oscuro y su cabello - Acepta el reto señor Cox. O tiene miedo.
Hago un puchero y logro escuchar un "Uh" a mis espaldas. Ahora la que sonrío soy yo. El ojiazul me mira un largo rato, me escanea, se que piensa si aceptar o no. También en el reto que me pondrá si pierde la partida. Esto es algo que me gusta de el, calcula hasta el más mínimo detalle de la situación. Con la mano que sostenía el taco, lo deja en la mesa para después posicionar ambas en mi cintura sonriendo, no hago nada, ya me acostumbre a su tacto, ya no me afecta para nada.
- Bien. - sonrío - Pero... - Cristo, sabía que había un pero - ¿Qué pasa si pierdo?
Mueve su pulgar, dando una caricia a mi cintura. Ladeo la cabeza. En verdad no lo había pensado. Varias ideas se me vienen a la mente, pero no quiero ser tan mala por lo tanto...
- No puedes estar con ninguna mujer sin que yo lo diga, o me pidas permiso.
- Oh. My. God. - ríe Yuri asombrado - Estas en problemas.
Alejandro me mira ojipatico, debe pensar que estoy loca al prohibirle semejante cosa.
- Durante cuanto tiempo. - frunce el ceño cruzándose de brazos.
Rio, no sabe lo que le espera.
[Y a ti]
{Cierto}
- Hasta que me aburra.
Silencio... Lo piensa, la risa contenida por el ojos grises le da un toque de humor a todo esto. También me quiero reír, pero debo mantenerme firme.
- Dos partidos. - habla finalmente.
- ¿Y qué si empatamos?
Pregunto cruzando me de brazos y apoyando mi peso en una pierna. ¡Demonios me duele el cuello! Creo que tendré tortícolis por la mañana.
- En ese caso, tendremos que cumplir los retos del otro. - me extiende su mano. La tomo, estrechandola - No sabes como me encantaría cumplir tu reto.
Susurra acercando se a mi.
- ¿Cuál es el mío?
Me separo de el colocándome al otro lado de la mesa y tomar mi taco de punta azul. Alejandro camina hacia mi, se apoya en la mesa muy relajado, cruza sus brazos al igual que sus pies y me mira. Acerca su rostro al mio y susurra suficientemente alto para que Yuri escuche.
- Venirte a vivir conmigo...Hasta el tiempo que me de la gana.
Abro mis ojos como platos, el aire abandona mis pulmones... Me quedo en blanco. Pero... ¿Quién es este? ¡¿Enserio acaba de decir lo que acabo de escuchar?! ¡Irme con el hasta que le de su maldita gana!
- ¡¿Me estas jodiendo?!
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¡Ñeldaaaaaaa!
Joder se prendió.
Los amo besos 😘❤
PD: Cadenita por Yuri X0
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Black & White
ActionDos almas muy similares, pero que pertenecen a mundos totalmente distintos. En el todo grita peligro, pero eso a ella no le importa. Los dos se niegan a tener algo que ver con el amor, aunque al encontrarse todo cambia, miles de sensaciones indescri...